29

785 119 19
                                    

Después de calmarse, Severus volvió a centrarse en lo que tenía frente a él. Miró el líquido de la poción derramado en el suelo. Todo el trabajo de semanas, perdido. No había manera de recuperarlo ni tiempo para volver a prepararla. Sin embargo, ya no le importaba tanto como antes. Dejó escapar un suspiro y desvió la vista hacia el álbum que ahora reposaba en la mesa.

Cuando Potter le entregó el regalo, se había mostrado a la defensiva, porque como en todo, no se sentía en confianza para pensar que un regalo no necesariamente debía ser algo malo. Sin más tuvo que tomarlo, y tras hojearlo no supo como sentirse.

¿Confundido? ¿Molesto?, podría tomarlo como una cruel broma de cómo Potter quería revivir los momentos más felices de Severus y restregárselos en la cara, con el conocimiento de que toda esa felicidad, nunca volverá a permanecer en la vida de Severus.

Pero con la mente más tranquila, Severus hojeo de nuevo el álbum, sintiendo que algo cambiaba, minimo, pero aún así cambio. Lo entendía, entendía lo que Potter había querido decirle, no era un simple álbum, los recuerdos dentro transmitían nostalgia y de igual modo, un recordatorio de que cada momento, sin importar bueno o malo, era suyo, Severus tenía la oportunidad de transformarlos y tomarlos, sin la necesidad de reprimirse cada que sentía algo.

Por años, Severus había enterrado sus emociones, creyendo que mostrar cualquier debilidad lo haría vulnerable. Había confiado en gente que pensaba que sería buena con el, y pagaron con su rechazo. No podían culparlo, cualquiera se mostraría así ante tal muestra de engaño.

Pero el tiempo había pasado, y Severus lo sabía, no podía seguir pasando su vida intentando ahuyentar a los demás, de joven no le funcionó, el aislamiento es una manera cruel de vivir tu vida. Así que ahora miraba las fotografías y comprendía que no se trataba de debilidad, todo lo que había vivido era suyo. Debía aceptarlo, sin importar como sea ahora el resultado. Y por alguna razón era Potter quien le había dado las herramientas para verlo de esta manera.

Era de alguna manera, liberador, esta idea de dejar de luchar contra sus propios recuerdos o su pasado. No necesitaba que todo fuera Perfecto, ni que todos los recuerdos estuvieran libres de dolor. Sino que aquellos momentos existieron, y merecían ser reconocidos. Por primera vez, sentía que eso estaba bien. Entenderlo, aunque fuera solo eso por ahora, era suficiente.

Severus se permitió mirar el álbum un poco más, sus dedos rozando las páginas con suavidad. Todavía no estaba listo para abrazar por completo la idea de felicidad, y probablemente tardaría mucho en hacerlo, si es que alguna vez lo lograba. Pero aún así, la comprensión estaba ahí, ya no se negaría a lo que viniera o rechazaría por completo su pasado, así que tenía por el momento, todo lo que necesitaba.

No era un cambio radical en su forma de ver la vida, Severus siempre había tenido un temperamento algo agrio, no era fácil para el demostrar afecto, fue criado de esa manera y sería muy difícil intentar ser una persona que no es. Eso no significa que no podría hacer el intento, y lo primero sería aceptar que está bien sentir, sin necesidad de reprimirse, sería un paso. Y ese pequeño avance, aunque mínimo para muchas personas, hablando de Severus, era suficiente.

Dejando de lado el álbum, Severus lo cerró con cuidado y volvió a mirar el charco de poción en el suelo. Un profundo suspiro escapó de sus labios. Estaba agotado; sentir tanto era... insufrible. Sabía que Minerva no estaría nada contenta cuando no encontrara el antídoto a primera hora de la mañana, y Albus tampoco lo estaría. Aunque, seguramente, el anciano solo le dedicaría esa mirada comprensiva que tanto lo exasperaba.

"Estupendo," murmuró con ironía, imaginando las inevitables conversaciones que tendría que enfrentar. Pero ahora no tenía la energía para preocuparse. Con un simple movimiento de su varita, conjuró un hechizo que limpió el desastre en un instante. El líquido desapareció, y la sala volvió a su estado habitual, como si nada hubiera pasado.

El Diario |Snirius|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora