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Harry tenía un objetivo para estas vacaciones, encontrar el collar de Sirius.

Realmente no había recordado eso en absoluto, hasta que Snape se quitó su túnica y en su cuello se encontraba aquel collar en forma de gota. Algo que dejó a Harry confundido, pensando que ambos lo habían votado, aunque ahora que sabía, solo Sirius se había desecho de el.

O tal vez no.

Por eso es que Harry buscaría en casa. Sirius no tenía vacaciones hasta la última semana de diciembre, así que tenía todo ese tiempo libre para buscar en cualquier lugar que se le ocurriera.

"¡Harry!," el grito de Ron hizo que Harry dejara de observar el paisaje para ponerle atención a su mejor amigo. "Lo siento Mione," murmuro cuando la chica hizo un sonido de molestia. "Llevo rato hablándote."

"¿Que sucede?," cerro las cortinas quedándose solo con la luz del vagón.

Hermione estaba dormida, se había recostado ligeramente en el hombro de Ron, así que el pelirrojo no podía moverse mucho. Era divertido verlo de una manera tan firme, a diferencia de su postura natural, erguido.

"Te estaba preguntando si tú y Sirius irían para Año Nuevo a casa," movió un poco su cuello pero la chica se quejó una vez más, dejándolo en la misma posición. "Charlie viene de visita, dice que traerá cosas de escocia. También mamá hará tarta de melaza."

Harry sonrió. Era encantador que los Weasley siempre tuvieran un lugar para él en su mesa, a pesar de que a veces los recursos no alcanzaban para todos. Siempre había espacio para él.

"Le preguntaré a Sirius, con eso de que Remus ahora tiene esposa, me habían dicho que algunas cosas podrían cambiar," se encogió de hombros sin darle mucha importancia realmente. Tonks era genial, una Aurora tan bien preparada que era divertido ver cómo le ganaba a Sirius en casi todos los duelos.

Ron miro de reojo a Hermione la cual seguía dormida. "Y invite a Hermione, es la primera vez que vendrá a la madriguera. Estoy nervioso," susurro para no molestar a su compañera.

Harry alzó una ceja, intrigado. Hasta ese momento no se había dado cuenta de la posibilidad de que Ron y Hermione pudieran tener algo más que amistad. Siempre estaban juntos los tres, pero este curso se había distanciado un poco de ellos.

"¿Ron, tú y Hermione están saliendo?" preguntó Harry con inocencia, sin malicia, simplemente por curiosidad.

"¡¿Saliendo?!" Ron levantó la voz sin darse cuenta, y su cuerpo se tensó aún más. Al instante, empezó a susurrar con urgencia 'Shh, shh' mientras Hermione se removía en su hombro. Una vez que se calmó, volvió a mirar a Harry, su rostro tan rojo como su cabello. "¿Harry... de dónde sacas esas ideas?"

Su reacción fue exagerada, Harry solo había preguntado de manera casual, no pretendía acusarlo de nada.

"¡Solo tenemos trece años!" Ron se hundió en su asiento, tratando de no despertar a Hermione.

"¿Y qué tiene eso que ver?" preguntó Harry, divertido.

"Esas cosas son para personas como Fred, George... ¡o incluso Percy! Ni siquiera sé lo que significa gustar de alguien."

"¿Te gusta alguien?" Hermione ya estaba medio despierta, frotándose los ojos mientras miraba a los chicos, con esa habilidad tan propia de ella de integrarse en la conversación sin haber escuchado todo.

"¡No!" Ron cubrió su rostro con las manos, evitando que lo vieran mientras dirigía su mirada hacia la ventana, completamente abochornado.

Hermione miró a Harry, buscando alguna respuesta, pero él solo sacudió la cabeza, sin tener nada que añadir.

El Diario |Snirius|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora