Transmigrado con una cámara del tiempo en DxD

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Al ver que la rubia finalmente se desplomaba en el suelo exhausta, Sun Wukong descendió de los cielos y finalmente aterrizó junto a la rubia.

"¡Jaja! ¡Una plántula tan buena no debe ser capturada por esas facciones!"

Ya podía sentir a numerosas personas corriendo hacia la escena. Así que agarró a la rubia por la nuca de su abrigo y desapareció.

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|DxD|

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23/08/1996 - 24 de agosto de 1996, Montaña de las Flores y las Frutas, Cordillera del Himalaya, India

En una pequeña habitación con muebles sencillos, Igor estaba acostado sobre una estera de paja mientras había un pequeño orbe azul de energía flotando libremente debajo del techo que iluminaba la habitación. La habitación tenía una apariencia relativamente simple. Aparte de la estera de paja, no había... casi nada más. Había un escritorio y una silla, así como un estante lleno de libros. Más allá de eso, no había nada.

Un día después de su relativo éxito en acceder finalmente al Kaioken 30x, el rubio estaba legítimamente exhausto.

Fue solo después de un descanso apropiado que finalmente logró despertar. Dejando a un lado la débil excusa de una manta, Igor bostezó durante un minuto completo o más. Luego se levantó lentamente y caminó directamente hacia la puerta. Parecía aparentemente indiferente o ajeno al nuevo cambio de entorno. Más bien, abrió la puerta y la vista que se presentó fue majestuosa.

Había varios otros edificios similares al que Igor acababa de dejar. Cada uno de ellos estaba dispuesto en una formación rectangular con la misma distancia entre sí. Todo el patio en el que estaban construidas estas habitaciones estaba pavimentado y allí, en el centro, había un ciruelo anormalmente grande. Se podían ver varios humanos y monos yokai con simples túnicas grises caminando por el patio que rodeaba el árbol. Ninguno de ellos parecía notar al rubio semidesnudo que se rascaba el estómago distraídamente.

Pero aunque ninguno de ellos prestó atención, el rubio solo tenía una simple pregunta en su mente.

[Dado que esto no es un sueño, ¿en qué demonios me he metido?]

Elevando lentamente el vuelo, Igor continuó extendiendo sus sentidos hacia afuera. Mientras se elevaba más y más alto en el cielo, un grito repentino desde abajo llegó a sus oídos.

"¡SEÑOR! ¡SEÑOR!"

"¿Hmm?"

Al mirar hacia abajo, Igor se encontró con la mirada aterrorizada de un mono parlante.

"¡Señor! ¡Está prohibido volar aquí! ¡Por favor, aterrice rápido!"

El sentido común dictaba que, dado que el rubio se encuentra en un lugar desconocido donde hay entidades desconocidas que residen con niveles de poder desconocidos, debería aterrizar obedientemente en el suelo y observar la situación.