Capitulo 4

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1991-1995, 6 de agosto (sol), ciudad de Kuoh, Japón (Cámara del tiempo hiperbólico = 40 años)."Noventa... niiiiine... huff, huff, huff, huff... Mil".


¡Sonido metálico! ¡Sonido metálico! ¡Sonido metálico! ¡Sonido metálico!


La barra se le cayó del hombro al suelo. Tropezó un poco hacia adelante debido a la repentina pérdida de peso. No ayudó que simplemente hiciera sentadillas con un total de ciento veinte kilogramos en una gravedad diez veces mayor que la normal de la Tierra.


*Respira...*


"Fuuuu..."


Abrió los ojos y se secó una gota de sudor que le corría por las mejillas.


"Esa fue buena. Mis piernas se sienten como fideos en este momento".


Igor se miró en el espejo. Después de casi cuarenta años de duro entrenamiento, su cuerpo había ganado una definición masiva. La combinación de un entrenamiento tortuoso en mayor gravedad junto con baños llenos de hierbas permitió que su fuerza se elevara a alturas antes inalcanzables.


Últimamente había crecido* más alto, más alto de lo que sería un niño de ocho años. Si bien la gravedad debería haber funcionado para mantenerlo bajo, las hierbas curativas en las que se bañaba todos los días funcionaron para mitigar ese efecto secundario. Y aunque Igor creció, fue porque su cuerpo se vio obligado a hacerlo. Para poder soportar mejor la tensión que le infligía, era necesario el crecimiento de su cuerpo. En resumen, si bien su edad ósea seguiría siendo la misma que la de un niño de cuatro años, la densidad de los mismos era algo completamente distinto.


Igor se dirigió al baño mientras estiraba su cuerpo en el camino. Ni siquiera se molestó en desactivar la gravedad mejorada. Al entrar al baño, se dirigió al enorme armario que guardaba las hierbas.


Al abrirlo y encontrarlo casi vacío, suspiró.


"Ese momento volverá".


Tomó uno de los tres últimos manojos de hierbas y los arrojó a la bañera.


[Que dolor.]


Al abrir el grifo, se permitió suavizar un poco el pensamiento antes de encogerse de hombros.


"Meh. Me conformaré con entrenar fuera de la cámara".


Se quitó la ropa, los brazaletes y las botas que aterrizaron en el suelo con un "ruido sordo" audible. Al mirar su pesada ropa en el suelo, no pudo evitar sonreír.


"Brazaletes: 30 kg cada uno. Botas: 60 kg cada una. Camiseta interior: 100 kg. Es una pena que no pueda usar pantalones con peso, las botas lo compensan. Pero también debería conseguir calentadores de piernas con peso".


Saltó a la bañera y apoyó la cabeza contra el grifo que aún estaba abierto. Sintiendo el agua caliente correr por todo su rostro, su cuerpo vibró de placer.

Transmigrado con una cámara del tiempo en DxDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora