Transmigrado con una cámara del tiempo en DxD

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[También tendré que hablar de esto con el anciano. No quiero volver después de unos años para descubrir que todos están muertos-]

Al notar lo mucho que se había preocupado por la familia de tres, Igor sonrió débilmente.

[Tch. Ahí va mi plan de no encariñarme.]

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|DxD|

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Después de caminar en silencio durante unos minutos, Shuri e Igor finalmente se acercaron al jardín de infantes al que iba Akeno. Era bastante ruidoso ya que había docenas de niños corriendo dentro del recinto cercado.

Muchos niños dejaron de jugar y miraron a Igor. Con su largo cabello rubio y ojos azules, la apariencia de Igor despertó el interés de los niños. Además, vestía un haori azul y botas abiertas.

Su apariencia estaba completamente fuera de lugar y fácilmente atrajo la atención de los niños.

"¡Oye! Mira al hermano mayor de allí"

"Vaya..."

"¡Genial! ¡Parece Trunks!"

"¡Hola, hermano mayor!"

Todos los niños corrieron por la cerca y comenzaron a llamar o felicitar a Igor. El rubio simplemente les dirigió una mirada antes de concentrarse en terminar su piruleta.

Mientras tanto, Shuri estuvo en silencio todo el tiempo. Las palabras que escuchó de Igor resonaban en su mente una y otra vez.

'Eso es muy admirable, tía. ¿Pero qué pasa si la persona que tiene a Akeno en la mira es poderosa? ¿Qué pasa si yo o el anciano no estamos allí?'

Si bien a menudo consideraba este tema, creía que estaba lo suficientemente bien escondida.

[Con Cleria-sama actuando como supervisora ​​de esta ciudad, no se atreverán a venir... ¿verdad?]

Aunque rara vez se involucraba en el mundo de lo sobrenatural, tenía el conocimiento suficiente para saber que si alguien del clan Himejima deseaba venir a Kuoh, tendría que pasar por Cleria. Con el campo delimitado que cubría toda la ciudad, era casi imposible que cualquier ser sobrenatural se colara.

Shuri estaba segura de la competencia de Cleria, ya que nunca había habido un caso de demonios callejeros, exorcistas o cualquier otra parte que se infiltrara en Kuoh sin su conocimiento.

[Además, están mi esposo y Azazel, que también se quedan aquí ocasionalmente. Con estos hechos, nadie se atrevería a perseguirnos aquí... ¿verdad?]

Sus pensamientos vacilaban. Pero no pudo reflexionar más sobre ellos cuando Akeno entró corriendo por la puerta de la recepción.