Transmigrado con una cámara del tiempo en DxD

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Pasaron unos segundos más antes de que Azazel suspirara.

"He recibido una respuesta clara de ella. No hay necesidad de seguir con este asunto"

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|DxD|

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Shemhazai había notado durante la primera semana que algo no iba bien con su hermano. Por lo general, Azazel nunca se quedaba más de tres días en su escritorio sin causar algún tipo de alboroto. Y, sin embargo, no se quejaba de querer un descanso o algo de tiempo libre. Ni siquiera jugueteaba con sus engranajes sagrados como solía hacer, lo que era una gran causa de preocupación a los ojos de Shemhazai.

Al principio no le dio mucha importancia. Pero a medida que pasaban las semanas, finalmente descubrió la razón. Fue cuando Azazel envió un mensajero para entregar documentos a Cleria Belial que Shemhazai se dio cuenta. Desde que se conocieron bajo el tema mutuo de Igor, Azazel siempre se relacionó personalmente con ella. Al principio, fue para construir relaciones y una buena relación con ella. Pero últimamente, era porque disfrutaba puramente de su compañía. Y sin embargo, para que Azazel cambiara de repente todo eso, fue fácil para Shemhazai deducir lo que sucedió.

Sabiendo que su hermano potencialmente se había enamorado de Cleria, Shemhazai no quería que se diera por vencido en este asunto.

Es por eso que, aunque Azazel mostró signos claros de no querer conversar sobre este tema, cedió.

"Hermano. ¿De verdad dejarás que termine así?"

Azazel levantó la vista de su papeleo hacia Shemhazai. Realmente parecía como si hablar de esto fuera incómodo para él.

Pero conociendo las peculiaridades de su hermano, Azazel solo pudo suspirar derrotado.

"¿Qué esperas que haga, hermano?"

El tema de Cleria se estaba volviendo un punto delicado para Azazel.

"Dime, Shemhazai. ¿Qué esperas que haga?"

Y sin embargo, en lugar de responder, Shemhazai tenía una pregunta propia.

"¿La amas?"

Azazel se quedó paralizado pensando. Ambos codos estaban apoyados en el escritorio, sus manos sostenían sus mejillas. Parecía mirar algo que solo él podía ver. Azazel imaginó lentamente los momentos que pasó con Cleria. Todo, desde compartir noticias sobre la rubia hasta descubrir cómo ocultar su existencia. Con el tiempo, llegaron a pasar tiempo juntos cada vez que iba a visitar a Baraquiel.

Su mente luego se desvió hacia la última semana que pasaron juntos, donde lentamente se dio cuenta de que había comenzado a verla no como una amiga, sino como algo más.

Recordar todas estas cosas hizo reír a Azazel.