7 de diciembre del 2012
Morelia, Michoacán, México.
9:00 am
Escuela Preparatoria No. 141
Se encontraban caminando cuatro estudiantes por la concurrida plaza cívica de aquella institución educativa, donde se preparaban los jóvenes para su graduación, dirigiéndose hacia el teatro de la escuela, pasando por unos pasillos rodeados de arbustos y árboles, alrededor de las aulas de clase.
—Es increíble que nos hayamos graduado — dijo una chica de estatura media, piel pálida y tersa.
—Sí, tienes razón Akemi, pareciera que el tiempo se nos fue demasiado rápido—comento el chico con ojos rasgados, estatura media y cabello negro corto y lacio.
—Tantos buenos recuerdos que pasamos en este lugar—complemento otra chica de cabello rizado y estatura un poco por encima del promedio.
—Pero eso no nos impide vivir nuevos momentos juntos—termino diciendo un chico alto, cabello negro más largo que el chico anterior y una mirada seria.
Todos miraban alrededor y terminaron volteando hacia atrás con una mirada un poco nostálgica.
Pasó un tiempo y llegaron a la entrada del teatro y se percataron que no había nadie adentro, caminaban por los largos y angostos pasillos dirigiéndose hacia lo que era el escenario; todos portaban su mochila y particularmente la de Jhosep estaba más abultada.
—¿Están seguros que nadie va entrar?—interrogo Edward con inseguridad.
—Las únicas personas que entrarían seria el conserje o algún profesor, pero ellos andan en su fiesta en sus salones de clase y creo que el conserje ya se fue, de todas maneras ¿quien quisiera venir acá?—explico Jhosep.
—Todavía no me siento realmente segura de esto— expreso con timidez Akemi.
—Como si nos fueran a decir algo, técnicamente ya no somos alumnos de esta prepa—soluciono Erika.
Y para sorpresa de todos Jhosep sacó una botella de Ron de su mochila, haciendo que Edward se quejara expresando que esa bebida era ligera.
Jhosep explico que lo decía alguien se la pasaba viendo películas y nunca había probado el alcohol, continuado de Erika que manifestó que Edward no pasaría media botella cuando dijera todas sus verdades.
Acto seguido empezaron a beber, apagaron sus celulares para evitar posibles interrupciones. Transcurrieron alrededor de 4 horas recordando viejos momentos, contando chistes, haciendo bromas y momentáneamente planeando el futuro.
El lugar estaba lleno de risas mayor parte sin sentido, haciendo comentarios poco coherentes y divirtiéndose.
—Miren, miren, apenas va la mitad de la botella y Edward ya ni se puede levantar—decía Erika riéndose y en estado de Ebriedad, al igual que todos los que estaban ahí.
— ¿Quién no se puede levantar?, ¿eh?, ¿yo?, ¿el?, ¿ella?, ¿de quién hablas?—preguntaba Edward confundido.
— ¡Qué vergüenza!—exclamo Akemi tapándose el rostro con sus manos por el repentino hipo.
—Sin contenciones, que para eso estamos juntos—expresaba Jhosep riéndose, seguido de quejarse por el contagio de hipo de Akemi —esto es…divertido.
En ese momento se llenaron de más risas debido al alcohol y al sonido del hipo que todos ahí ahora tenían.
Edward, quien tenía la botella en la mano, la vio medio vacía y se quejó alegando que ya casi se acababa a lo que Erika lo interrumpió expresando que nadie había dicho una confesión y ella quería escuchar una.
— ¿Se acuerdan que cuando fuimos a una fiesta los cuatro y Edward venia atrás en la cajuela con el equipaje del chevy y lo olvidamos en el coche?—cuestiono Jhosep mientras se carcajeaba.
—Sí, imposible olvidarlo—reía Erika.
—Y solo Akemi se acordó pasado de cinco minutos preguntando ¿Dónde esta Edward? y yo dije ¿Qué no venía con nosotros?, regresamos a donde dejamos el coche y vimos a Edward golpeando el vidrio con desesperación.
Todos se echaron a reír por el recuerdo.
—Bien, y dime Akemi —continuo Erika— ¿Es cierto que te gusta Edward?
Y por respuesta Akemi se quedó atónita, en silencio con un leve sonrojo para terminar tapándose el rostro con sus manos, mientras que Edward presente ante la respuesta se limitó a sonreír y sonrojarse.
—Oh, esto es interesante— dijo intrigado Jhosep.
—Y a todo esto ¿Qué hora es?—pregunto Erika.
Jhosep mirando su reloj se dio cuenta que eran las 2:46 pm y que habían perdido la noción del tiempo, así que discutiendo con todos los demás decidieron ir al centro por unos helados para bajarse la ebriedad sin antes limpiar la evidencia para que nadie se percatara que ellos estuvieron ahí, una vez echo eso tomaron sus cosas, salieron del teatro y observaron que el plantel estaba solitario por lo tanto las puertas estaban encadenadas y resolvieron brincarse la barda.
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Susurros del Destino
Science-Fiction"El mundo esta en sus labores diarias, con un sin fin de fatídicas y monótonas rutinas que a día a día se emplean, hasta que una estrategia para mejorar ese mundo se lleva a cabo, todo marcharía bien si no fuera por un catastrófico accidente natural...