—Cumplimos nuestro trato, entréganos las provisiones—dijo uno de los hombres que esperaban afuera.
—Denle sus provisiones y que se larguen, ¿Por cierto, no sienten como que alguien nos observa?—habló con una sonrisa en el rostro— ¿No cree señorita?
Akemi rápidamente sintió peligro y decidió salir del lugar pero de un momento a otro las luces de los autos se encendieron encegueciéndola y dejando salir a más hombres.
—Señorita, debería rendirse, nadie quiere morir… no en estos momentos.
Habló uno de los hombre con apariencia extraña, ocasionado por las cicatrices en su rostro y por la vestimenta estilo militar con una ligera modificación.
Debido a la situación, Akemi tomó una decisión arriesgada y puso su mano en el auricular.
—Jhosep, hemos sido traiciona…
Fue lo último que dijo Akemi antes de caer inconsciente, a manos del hombre que anteriormente habló.
—Bueno, tarde o temprano todos se enterarían y lo que es mejor es que lo estoy disfrutando, vayan por el resto—ordeno para después reírse como si de un chiste se tratara.
Edward se mantenía corriendo de un lugar para otro, de cuarto en cuarto debido a que fue descubierto momentos atrás por varios guardias, después de escuchar la transmisión de Akemi se maldijo por dentro y tenía la intención de regresar pero para su sorpresa escucho varios guardias venir de enfrente, así que decidió abrir el cuarto que tenía a su derecha y pudo notar que había varias televisiones con videos de hombres y mujeres en una fiesta o un evento donde sólo se escuchaban su voces de euforia y un micrófono puesto en la bocina para transmitir el sonido, con esto Edward pudo entender que todo era una farsa, nunca existió ningún evento, nunca hubo algo parecido y que los del pueblo tenían algo que ver.
—Jhosep esto está mal, nunca existió ningún evento, nada de lo que dijeron los del pueblo es real, no hay personas, este lugar esta vacío, solo hay guardias y—observando en un monitor o televisión como los del pueblo recibían cajas de comida y otras cosas—esos malditos, ¡nos han vendido!—Edward golpeo con furia el escritorio, aboyándolo.
—Maldición, lo siento, debí adivinarlo. Pero el presentimiento siempre estuvo, pensé que era porque había muchos guardias—contestó Jhosep.
—De cualquier forma, intentare….
Edward no pudo terminar porque la puerta fue abierta bruscamente y entraron varios hombres con palos y tubos para golpearlo, uno de ellos se acercó y Edward lo tomo del brazo jalándolo hacia él, ahorcándolo mientas con la otra mano apuntaba su arma a la cabeza, amenazando con disparar pero el hombre golpeo con su codo en el abdomen, Edward aflojó su agarre, el hombre pateo su mano haciendo que lanzara su arma por los aires, lejos de ellos. Los otros dos hombres entraron a la habitación, recibidos por golpes y patadas que el chico lanzaba hacia ellos para defenderse, Edward logro hacer caer a uno de ellos, y se abalanzó para golpearlo, dejándolo inconsciente, cuando volteo recibió un golpe con el tubo en las costillas que provocó retorcerse del dolor, uno de los hombres intento seguir atacándolo, pero Edward esquivo el ataque y le propino un golpe con furia en el rostro, haciendo que el sujeto cayera al piso fuera de si mismo, con la nariz rota.
Se acercaban más hombres y Edward tenia todavía a otro tipo enfrente de él, buscaba su arma pero no la logro encontrar, el hombre dio un paso hacia adelante, y Edward corrió hacia él, pero al acercarse, fue derribado por otro hombre que acababa de entrar por la puerta, y entre varios más lo golpearon hasta dejarlo inconsciente.
Jhosep después de que Edward dejara de hablar, empezó a correr rápidamente a las instalaciones de gas que previamente Steven le había mencionado en una de sus conversaciones privadas.
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Susurros del Destino
Science Fiction"El mundo esta en sus labores diarias, con un sin fin de fatídicas y monótonas rutinas que a día a día se emplean, hasta que una estrategia para mejorar ese mundo se lleva a cabo, todo marcharía bien si no fuera por un catastrófico accidente natural...