Capitulo 34

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—     BIP.

Antoni se quedo unos segundos esperando para ver si algo más ocurría, pero al notar que no pasaba nada, se exalto.

—     ¡No puede ser! Es increíble que este incorrecto.

—     Me extraña, ¿entonces para que será el código?, o mejor dicho ¿Qué abrirá?— comento Jhosep.

—     Tal vez debe existir otra puerta— sugirió Erika.

—     Es lo más probable, esto puede sonar de locos ahora si, pero…— Jhosep miro a Erika a los ojos— Erika, toca el panel electrónico.

—     ¿Quieres que intente ver…?

—     Así es, si se pudo con la puerta y el arma, tal vez el panel tenga en su memoria los bonotes a oprimir o haya visto que bonotes presionaron en ella— explico su compañero.

Antoni se quedaba pasmado ante lo que ocurría, y agitando la cabeza dijo.

—     Sigo sin creerme eso de que los objetos tienen memoria.

—     Yo tampoco lo creía, esto va en contra de la ciencia y de todo lo que nos han enseñado, pero Erika nos ha revelado que las cosas no son lo que parecen.

Erika tocó el panel de números, respiro profundo y concentrándose logro ver una vez más como si fuera el objeto en cuestión, de la misma manera que ocurrió con la puerta, solo que en una posición más alta, un capitán se acercaba y observo como levantaba su mano y presionaba los bonotes del aparato, “De alguna manera sé que botones presiono” pensó Erika, en unos instantes el mecanismo dio un pitido diferente y la puerta se abrió terminando su visión, Erika abrió los ojos.

—     Ahora se cuales son los números— dijo ella.

—     Esto es de locos, ¡¿Cómo rayos?!...— comento exaltado Antoni, antes de ser interrumpido por Jhosep.

—     Deja de repetir lo mismo, la prueba esta frente a tus ojos.

—     P-Pero solo una cosa— Antoni dirigió su mirada a Erika— ¿Cómo viste los números? ¿O supiste los números si eres el objeto o el panel o lo que sea?— termino diciendo Antoni confundido mientras se tomaba la cabeza.

Erika sonrió un poco, y con un gesto amable se dispuso a tratar de contestarle a su compañero.

—     Es… extraño, cuando observo o estoy viendo sus recuerdos, yo misma soy el objeto y cuando presionó los botones sabía donde presiono, es como si te vendaran y te tocara la espalda, la pierna o la mano, ¿tú sabes donde te toque, no?— Erika movía sus manos y hacia gestos, y Antoni solo asintió la cabeza como señal— bueno así es como supe que teclas presiono.

—     Bueno, ya me quedo un poco más claro… creo.

—     Como sea, presiona los botones— dijo Jhosep mirando a su compañera.

Erika presionaba los botones que ella recordaba,  2-1-1-2-2-0-5-6, uno a uno fue presionado y al terminar de presionar el último digito el aparato dio un pitido y la puerta se abrió.

Al observar lo que había en aquella habitación los chicos quedaron boquiabiertos y asombrados ante el arsenal que se encontraba enfrente de ellos, los chicos caminaron lentamente hacia el interior del cuarto y notaron que no se llamaba centro de abastecimiento por nada.

Antoni se había emocionado al tomar en sus manos unas pistolas duales modelo CZ75, Erika por otra parte estaba indecisa y no sabia que elegir, pues había desde armas cortas hasta armas grandes y automáticas, Jhosep le dijo que tomara lo que fuera necesario a la vez que él se hacia de una escopeta ithaca 37 Stakeout.

Estaban ubicando las armas y sus municiones, cuando Jhosep siente algo raro.

—     Hay algo en este lugar… mentira, son muchos, y se mueven en varios lugares…— Jhosep se movió bruscamente y señalando las armas dijo— ¡tomen un arma cada uno!

Sus compañeros se asustaron un poco y rápidamente buscaron un arma, Antoni y Jhosep ya tenían la suya mientras que Erika que todavía seguía indecisa tomo una especie de cuchillo militar y una USP.45 y unos cuantos cargadores.

Jhosep activo el auricular y les comento.

—     ¡Chicos tengan cuidado!, ¡Hay algo en este lugar, han empezado a moverse y son muchos!

—     Esta bien, estaremos preparados— contesto Akemi.

Jhosep dejo el auricular y viendo a sus compañeros les dijo.

—     Ya sabia que esto estaba demasiado fácil, debemos llevarnos todo lo que podamos— miraba a su alrededor frenéticamente en busca de algo para llevar armas y municiones, observaba las cajas con armas, cajas de municiones, cobijas y colchas y enseguida abrió los ojos con exaltación— ¡Antoni! Extiende esas cobijas y colócales todo lo que puedas, armas, municiones, otras cobijas, ¡lo que sea!

—     ¡S-Si, voy!

—     Pero estarán realmente pesadas y serán varias, ¿no crees?

—     Nos las llevaremos entre Antoni y yo así que…— Jhosep la miro a los ojos— cúbrenos las espaldas por favor.

Erika puso una sonrisa y asintió con la cabeza.

—     Confía en mí— dijo ella.

—     Siempre— contesto él.

—     Ya Jhosep, ¿ahora que? De tantas cosas que les metí no puedo mantenerlas cerradas— decía Antoni mientras trataba de cerrar 3 cobijas envueltas cada una como si fueran un cilindro, con las cosas adentro.

Jhosep no contesto, si no que se puso a pensar la manera de mantenerlas cerradas, así que volvió a buscar frenéticamente con la mirada hasta dar con unas cuerdas, corrió a por ellas y después hacia donde se encontraba su compañero ofreciéndole las cuerdas.

—     ayúdame a amarrar esto alrededor de cada cobija, y al final las tres juntas, ¡rápido!— ordenaba Jhosep un poco alterado.

Después de un rato de estar amarrando las cosas y que quedaran bien aseguradas, se levantaron y entre Jhosep y Antoni levantaron las cobijas, cada quien de un extremo.

—     ¡Listo!

—     Quedo perfecto, ¡Vámonos!

Susurros del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora