Capitulo 27

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Rose se quedo estupefacta ante la pregunta, de alguna extraña manera le dio un reproche al corazón esa pregunta y tomando valor, pudo responderle.

         —¿Cómo que qué eres para mí?, ¡eres mi novio y te amo!

         —¡Pues yo a ti no! ¡En realidad no sé qué hacia contigo! ¡Solo te use para olvidar a mi ex!, solo eso— dijo David con una mirada desoladora.

Rose al escuchar esas palabras, casi rompe en llanto, esas palabras lastimarían a cualquiera, en un momento de ira, salió corriendo por la puerta y se dirigía hacia los demás dejando atrás a David.

Jack disparaba en ráfagas cortas para ahorrar munición y control, solo había podido liquidar a uno de ellos, su preocupación era su munición pues no contaba con mucha, se preguntaba a si mismo donde podrían estar los supervivientes mientras que Steven trataba de calmarlo, y darle ánimos. La lluvia de plomo a la que estaba sometido no era un buen ambiente de concentración para Jack, que solo pudo resolver que necesitaba acercarse más y en su desesperación por buscar donde cubrirse, localizo una camioneta.

     —No estarás pensando…— le decía Steven por el auricular.

     —¡Claro que si, vamos!

Jack salió corriendo como desquiciado hacia la camioneta que estaba enfrente de los soldados como por unos 30 metros, corría en zigzag lo más rápido que sus pies le permitían, pisando fuertemente con sus botas contra el concreto, cuando estuvo cerca llego barriéndose y quedándose en la parte de la cajuela a un lado de la camioneta, preparo su arma y empezó a disparar ráfagas cortas a ciegas.

         —¡Idiota, eso fue muy arriesgado! ¡Pudiste haber muerto!— lo reprimía Steven.

         —Cállate— contesto Jack riendo y con una sonrisa— que no eh muerto todavía.

El comandante Damián quien era espectador de todo lo que estaba pasando, ordeno que se detuviera el asalto contra Jack, diciendo que su invitado finalmente había llegado.

         —¿Qué habrá querido decir?— pregunto Steven.

         —Ni idea— contesto su compañero.

Mientras todo esto ocurría Jhosep observaba la situación.

Con que ese era el presentimiento de ayuda, bueno, este es el plan, necesitamos subirnos a la camioneta y marcharnos de aquí.

Pero ese soldado está en la camioneta— comento Erika.

     —No te preocupes, él es nuestro aliado— explico Jhosep.

Estaban decididos a irse, y perder ante ellos no era una opción.

         —Bueno, es hora de eliminarte basura… ¡Artillero! — decía con soberbia el comandante Damián.

Un soldado saludo al comandante y rápidamente subió al helicóptero preparando la artillería.

         —Dele una probada del escuadrón Silver Hawk…

La ametralladora empezó a rotar y los soldados entraron hicieron mueca de risa burlona… y al efectuar el primer disparo, el artillero cayó con un agujero en el entrecejo.

    — ¿Pero qué demonios…?!— expreso son sorpresa el Comandante Damián

     —¿Que paso?—pregunto rápidamente Steven—esperaba una ráfaga de disparos

  —Tal parece que los supervivientes se animaron a unirse a la        fiesta—dijo Jack al observar la caída del artillero.

 Todos trataron de localizar de donde venia el disparo, hasta que el comandante vio que la puerta de la casa enfrente de la camioneta estaba ligeramente abierta.

    — Impresionante, que precisión Akemi—hablo sorpresivamente Richard— lo acabaste de un disparo a una distancia considerable.

   —No… no es para tanto—decía Akemi con un leve sonrojo en sus mejillas— vamos, salgamos a ayudarle a ese soldado.

 Aprovechando la conmoción de los militares enemigos, Akemi y Richard se pudieron escabullir hasta posicionarse a lado del soldado aliado.

     — Supongo que no es momento para presentaciones formales—dijo Jack con una sonrisa— por cierto buen tiro.

  —Gr… gracias—respondió Akemi tímidamente ante el halago.

  —En serio gracias, si no hubieras hecho algo ahorita no estaríamos hablando.

 A la plática se les juntaron Edward y Antoni, que llegaron cabizbajos y con cautela, sabían que no era momentos para preguntas y que debían de actuar ya.

  —Antoni… necesitamos que te subas al carro y lo enciendas—dijo Edward rápidamente.

  —Espera, primero necesitamos estar seguros de que no le dispararan—agrego Jack asomándose—¿ pero que rayos?

 Los soldados estaban abordando los helicópteros, estaban subiendo despacio y el comandante mostraba una sonrisa, había alguien a su derecha, alguien a quien no reconocía.

 —¡Es nuestra oportunidad! Vamos Erika! —dijo Jhosep tomándola de la mano y saliendo corriendo por la puerta al encuentro de los demás.

  —¡Enciendan la camioneta!—dijo Jack—no quiero saber que pasara.

    —¡ Ya voy!—contesto Antoni—¡Dame un minuto!

      —¡Esperen!—grito Edward— Falta Rose y David.

        —¡Ya llegue!—respondió Rose—¡Vámonos!

      — ¿Y David?—cuestiono Antoni mirándola a los ojos—¿Que paso con David?

    — Se quedo atrás…—respondió Rose evitando la mirada de su compañero.

      —¡Debemos esperarlo, no podemos dejarlo aquí!—insistió Antoni.

  —No haces falta que te preocupes por él—hablo Akemi sorprendiendo a Antoni— Mira el helicóptero negro…

 Todos miraron hacia donde señalaba Akemi y se sorprendieron al ver a David… que este al ver a Jhosep empezó a hacer señales obscenas... se desconcertaron al saber porque estaba abordando aquel helicóptero.

Susurros del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora