Zona desconocida
Hora desconocida
Se encontraba una inmensa habitación totalmente sumergida en penumbra, que solo era contrastada por la luz tenue de muchos monitores que estaban enfrente de una silla al estilo de trono imperial en el cual se encontraba sentado alguien sombrío, observando todo con suma atención. El silencio era total, no se podía escuchar nada más que la electricidad correr por los circuitos electrónicos de aquellos monitores, hasta que esta entidad hablo.
— Simus, ¿como van las cosas en el mundo?
— Todo va según sus planes mi Lord— respondió una voz tranquila y gentil.
— Esta bien, ¿que hay de ellos? — pregunto el de las sombras.
— Si, los estamos vigilando y parece que van acompañados de un agente.
— ¿Un agente? A de ser de esa Sede, serían los únicos en el mundo que podrían hacer algo, bueno ¿y los sobrevivientes de los otros países como van?— inquirió la persona que seguía sumergida en la penumbra.
Simus, quien se encontraba parado varios metros a lado de donde se encontraba la persona enfrente de todos esos monitores, movió sus manos que estaban en su espalda llevando al frente unas hojas y seguido explico que había reportes de alguien más que también estaba secuestrando a los sobrevivientes y menciono que ya había varios enfrentamientos por esa causa.
— ¡¡¡Ese maldito!!! —exclamo el de las sombras — Así que quiere continuar con sus avances, o ¿ Busca como protegerse? , no importa cuántos secuestre, ¡no puede vencer a mis obras maestras!
— ¿Habla del espécimen del laboratorio D-5 mi Lord?— pregunto Simus bajando las hojas y volviendo a poner sus manos detrás de su espalda.
— No seas tonto Simus — inquirió el sombrío —, él es un intento fallido de mis obras maestras y por eso mismo es la prueba perfecta para ellos.
— Mi Lord, ¿puedo preguntarle cuál es su interés en esos chicos?, digo, ¿solo son esos chicos no?— cuestionaba Simus un poco confundido, pero siempre hablando con humildad y una serenidad impresionante.
— ¿Has visto las habilidades de alguno de ellos?
Simus afirmo, pero dio la excepción de que no hacia mucha diferencia de otras habilidades en otros supervivientes que ya habían visto.
— Tienes razón, pero mi <percepción> me dicta que ellos son algo distinto, es como si lo que tienen fuera la cubierta, la punta de un iceberg, de cualquier forma no sabremos mucho hasta que lleguen a la prueba.
— Entendido mi Lord, ¿Qué haremos con el enemigo que también esta reuniendo sujetos?— dijo Simus mientras sacaba sus manos con las hojas de atrás de su espalda.
— No es una amenaza contundente, pero por si acaso… ordena que si se topan con ellos que los eliminen sin contención — entrelazando sus dedos y centrando su mirada a los monitores—, más tarde me ocupare de ese maldito de Rutspenk.
08/12/2012
2:25 p.m.
Carretera Morelia-Patazcuaro.
Ya tenían más de quince minutos que estaban en persecución, el vehículo se hacia paso por la caótica carretera, dejando atrás por unos instantes a los helicópteros restantes, uno mucho más atrás que el otro. Debido a maniobras y acelerones aventajaban al helicóptero por unos instantes, y cuando parecían haberlo perdido, desde el horizonte volvía a divisarse las maquinas voladoras, no podían estar tranquilos, por la mejillas de unos rodaban lagrimas, y en los ojos de otros no se encontraba más que una mirada vacía. Pero a pesar de todo esto, todavía tenían en mente que eran perseguidos.
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Susurros del Destino
Science Fiction"El mundo esta en sus labores diarias, con un sin fin de fatídicas y monótonas rutinas que a día a día se emplean, hasta que una estrategia para mejorar ese mundo se lleva a cabo, todo marcharía bien si no fuera por un catastrófico accidente natural...