Capitulo 36

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Por otro lado, los chicos se encontraban acomodando las cosas que habían reunido en los manteles y tratando de idear la mejor manera para llevarse sus suministros.

— ¿Y si le hacemos como el chavo guardaba sus cosas?—comento Edward divertidamente.

Y tras su comentario las chicas empezaron a reírse.

—Eso fue divertido, no puedo creer que todavía te acuerdes de ese programa—respondió Rose entre risas.

—Sé que es viejito, pero es uno de los programas de mi infancia, ¿ustedes nunca lo vieron?

—Yo solo pocas veces, siempre estaba para acá y para allá con mis padres—contesto Akemi.

—Pues, el ultimo capitulo es el que me hizo llorar—finalizo Rose.

Akemi y Edward la miraron con curiosidad, y al unísono preguntaron cual era ese capitulo.

—Pues en donde se marcha de la vecindad y amarra sus cosas como dice Edward que hagamos.

Akemi estaba por hablar cuando una voz se hizo escuchar por el auricular.

¡Chicos, tengan cuidado! Hay algo en este lugar, han empezado a moverse y son muchos.

— ¡Q-Que miedo! Tenemos que salir de aquí, tal ves sean esas cosas que caminan torpemente—decía con miedo Rose.

—Bueno, ayúdenme a terminar de hacer esto, todavía nos falta la gasolina y no es que me guste mucho estar en este lugar—dijo Edward.

—Tienes razón, ¡Vamos!—concluyo Akemi.

Se escuchaba el presionar de los botones, tenia su metralleta lista para cualquier sorpresa, digitaba cada uno de los números hasta que al presionar el ultimo digito se hizo escuchar que la clave era correcta y se abrió la puerta lentamente.

El interior era una bóveda llena de cosas de utilería, inspeccionaba el cuarto con la mirada y diviso unas garrafas de gasolina hasta uno de los extremos de aquella habitación. Cuando iba a dar el primer paso para adentrarse al lugar, lo detuvo una voz.

— ¡Q-Quédate ahí!

Cuando volteo al origen de las palabras, encontró al superviviente, acorralado en una esquina, orinado del miedo y con una revolver apuntando temblorosamente a aquel soldado que acababa de abrir la puerta, las amenazas aumentaron cuando dio un paso adentro de la habitación.

— ¡D-Dije q-que te q-quedaras q-q-quieto!—el superviviente tartamudeaba mucho, y se veía decidido a disparar.

—Tranquilízate, soy un amigo—Jack intentaba hablar en un tono calmado.

— ¡N-No te acerques m-más!—el superviviente apunto a Jack y situó su dedo en el gatillo.

Jack llevo lentamente su mano derecha a su pierna derecha que era donde tenia la pistola USP .45, mientras que con su mano izquierda seguía con su UMP preparada.

—Cálmate, estoy vivo, ¿no ves?

El superviviente siguió con sus amenazas de disparar si no se marchaba, Jack poco a poco se impacientaba hasta que un aviso por el auricular lo sobresalto.

¡Chicos, tengan cuidado! Hay algo en este lugar, han empezado a moverse y son muchos.

Jack sabia que no tenia tiempo para rodeos, así que decidió arriesgarse y acercarse bruscamente al sujeto, el superviviente entro en cólera por la acción del desconocido y acciono el gatillo, sin embargo y para sorpresa de ambos, no tenia bala, Jack reacciono y se abalanzo hacia él noqueándolo.

Susurros del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora