Capitulo 44

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— ¡Maldita sea Antoni! es tu culpa, si no hubieras dejado las llaves en el auto podríamos haber hecho algo.

— ¡Edward! Cálmate, lo que paso, paso, no hay otra cosa que hacer más que ir y recuperarlo—explico Jhosep para tranquilar a su compañero.

—Es verdad, tranquilízate  y no pierdas la cabeza, esto todavía tiene solución, solo debemos saber a dónde se fueron—siguió Rose.

—Nosotros sabemos donde están—hablo el chico dejando atónitos a todos—Ayer en la noche organizaron peleas por comida, la gente se enfrenta a esas cosas que se arrastran rápidamente con palos y herramientas de campo.

— ¿Cómo sabes eso, chico?—preguntaba Jack con expectación.

—Porque esa noche que estaba buscando comida, escuchaba gritos de gente, pero más de que fueran por susto o miedo era más como si lo disfrutaran, entonces me acerqué un poco para observar y pude ver como parecía un lugar medio grande con sillas o bancos alrededor en forma circular, en el centro había arena, sangre y varias partes de cuerpos de personas, todo eso estaba cubierto por una especie de jaula de varillas o valla de metal que cubría el centro y parte del techo, las cosas esas se movían rápidamente entre la valla dejando sin oportunidad a quien se le pusiera enfrente—el chico explicaba con la mirada un poco perdida como si quisiera olvidar esos recuerdos perturbadores.

Los chicos y Jack se quedaron petrificados ante las palabras de aquel pequeño niño, relatando una muy cruda, aterradora y bizarra realidad.

—No ha pasado mucho tiempo y las personas se han vuelto locas tan rápido—expreso Antoni ante la idea de morir despedazado.

—Lo más raro es que saquearan las cosas rápidamente—comento Erika llevando su mano a su barbilla para analizar un poco la situación.

—De cualquier forma, necesitamos recuperar el vehículo y esta noche será perfecta dado que podremos destruir ese lugar de mala muerte que han creado—agrego Jhosep rápidamente, después se llevo una mano al oído—oye Steven, ¿me oyes?, necesito algo de ti.

—Muy bien, mientras… necesitamos un lugar a donde ir y prepararnos con algo—enfatizo Jack para terminar soltando al chico.

— ¿De qué hablas? tenemos todo lo necesario—dijo Edward sin vacilar.

—Todo lo que teníamos estaba en el vehículo, junto con las municiones—explicó Akemi dándole a entender que preparar una emboscada sería difícil si no tenían material adecuado o suficiente.

—Necesitamos movernos ahora, no podemos gastar municiones por lo que huir será necesario en esta ocasión—explico Jack levantándose y sacando un cigarrillo para después encenderlo—si…esto era lo que me faltaba.

—Morirás mas rápido con eso—habló Edward sonriendo.

—Escucha chico, llegaras a una edad en lo que morir ya no importa si no tienes nada que perder.

—Por suerte no he llegado a esa edad—Edward entrelazó sus dedos atrás de su nuca, y empezó a caminar.

Jhosep había estado hablando con Steve, después de unos instantes el corto la transmisión con él y se dirigió a su grupo.

—Bien, según Steven, hay un pequeño palenque por así decirlo en una parte de la ciudad, no está muy lejos de aquí por lo que descansar y preparar lo que vamos hacer es necesario—dijo Jhosep—la cuestión es… ¿A donde ir?

—Nosotros podemos guiarlos con el resto de nosotros, somos como veinte personas qué nos hemos estado escondiendo de ellos—explico el chico—éramos más pero varios decidieron ir con ellos por comida y no han regresado, por lo que pensamos que están muertos.

—Entonces vamos, guíenos por favor—dijo Rose—está empezando a hacer calor.

Los niños empezaron a andar por la plaza, y los chicos empezaron a caminar lentamente atrás de ellos.

—Lo bueno es que no hemos visto a ningún muerto caminar después del entrenamiento ni esas cosas arrastrarse—dijo alegremente Edward mientras seguía a los niños—sería complicado lidiar con ellos sin tener municiones.

—Edward, es de mala suerte hablar de esas cosas—habló Antoni con tono preocupado.

— ¿A qué te refieres?—preguntó Edward.

—Suena chistoso pero, ¿no recuerdas que en caricaturas o películas, cuando la situación es difícil y alguien cuestiona si podría ser peor, realmente se complican las cosas?

—Si, lo recuerdo.

—Bueno, tú acabas de hacer lo mismo y espero que no pase nada—argumento con un ligero titubeo.

—Basta de tanta charla—interrumpió Jack mirando a ambos—bien niños, ¿hacia dónde?

—Es de la plaza hacia el contrario de donde los hombres malos están.

Los chicos seguían caminando y Rose se detiene un momento y pone sus manos en sus oídos como intentando escuchar a lo lejos, Erika que notó esto se detuvo, acción que repitieron los otros al notar a Erika detenerse.

— ¿Qué sucede Rose?—Cuestiono Erika— ¿Oyes algo?

—No estoy segura, se oye como si fueran ratas corriendo pero no se…

—Esa no es buena señal—dijo Jhosep— ¿Jack recuerdas algo similar?

—Podrían ser esas cosas, carroñeros, pero no podríamos saberlo ¿y tú no sientes algún peligro?

—Ahora que lo mencionas, la sensación de inquietud no se me ha quitado, pensé que era porque los sujetos no estaban del todo lejos.

—Esto no es bueno, no tenemos mucho con que defendernos—dijo Akemi—las municiones que tenemos están un poco a medias debido a las prácticas que tuvimos.

Los niños que seguían caminando notaron que los chicos de detuvieron a platicar entonces  gritaron.

— ¡¿Qué esperan?! ¡Corran! ¡Esas cosas vendrán y son muchas!

—Esta vez nos toca, correr de si o si—dijo Jack en forma divertida—justo cuando había prendido mi cigarrillo.

Susurros del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora