Capitulo 16

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08/12/2012

12:30 pm

Los chicos todavía seguían en aquel lugar tan tranquilo.

—     Parece que todavía tardare un rato más— articulo Antoni.

—     Y eso que eres el que sabe de estas cosas— comento Richard a la vez que golpeaba ligeramente el neumático del vehículo con puntapiés.

—     No digas nada— con ligero enfado— ya casi termino, por cierto, ¿Dónde esta Jhosep?

Entonces al escuchar este comentario, se acercó Akemi y contesto.

—     Fue a platicar con Erika sobre a donde iremos ahora.

—     Esta bien, cuando regrese le dices que venga por favor— termino Antoni.

David y Rose seguían sentados en silencio esperando a que la camioneta estuviera lista, Rose miraba preocupada a su compañero, pues lo notaba algo raro, cortante y distanciado.

—     Andas muy callado, ¿que te pasa?— pregunto Rose.

—     Nada… es solo que… no quiero ir con ellos.

—     ¿Qué quieres decir? ¿A dónde iremos si no es con ellos?— cuestiono con extrañeza Rose.

—     No me interesa… no iré con él— David se refería a Jhosep— diciéndonos que hacer todo el tiempo, como si se creyera el líder… prefiero quedarme aquí.

—     Pero él nos ha mantenido vivos hasta ahora con la ayuda de todos…—articulo Rose mientras se llevaba un dedo a los labios.

—     ¿¡Estas de parte de él!?— David lo dijo con un tono de irritación.

—     No… es solo que…

—     ¡Nada! Mejor me voy haber que necesita Antoni— alejándose de ella.

Mientras tanto Edward estaba vagando por el bosque.

—     Que extraño… antes me costaba moverla y ahora, se siente tan ligera… tal vez me haya acostumbrado a su peso— Pensaba Edward mientras miraba con extrañeza el arma blanca que tenia levantada solamente con la mano derecha.

La sentía tan diferente, como si se tratase de algo tan ligero, y decidió probar con el tronco del árbol que tenia enfrente. Edward levanto su katana y al abanicarla con suavidad frente aquel grueso tronco de árbol, se sorprendió al ver que había partido por la mitad aquel tronco tan grueso sin inconveniente alguno.

—     Wow, ¿desde cuando soy tan fuerte? Eh partido este grueso tronco— se decía a si mismo mirando asombrado al árbol que yacía en el suelo.

—     ¡Hey! ¡Edward!— Richard se agacho y tomo una piedra, seguido de lanzársela a Edward.

—     Dime…— volteo y alcanzo a atrapar en un parpadeo la piedra que le lanzo Richard— Genial, mis reflejos han aumentado, soy más ágil que antes— pensaba mientras observaba la piedra en su mano— ¿Qué pasa Richard?

—     Ayúdanos a Antoni y a mí a mover la camioneta.

Al acercarse los chicos a la camioneta, Antoni les instruye para que cuando finalice su cuenta atrás, ellos empujen la camioneta para poder darle marcha al motor y que logre arrancar.

Una vez Edward y Richard estuvieron posicionados y listos, Antoni dio la señal y para sorpresa de todos movieron la camioneta fácilmente, nadie sabio que era gracias a Edward que se pudo lograr tan sencillamente. Akemi se acercó y le pregunto a Antoni.

—     ¿Te falta mucho por hacer Antoni?

—     Casi nada— contesto el.

—     Oye Akemi, ¿Dónde esta Erika?— pregunto Edward.

—     Esta con Jhosep.

—     Esos 2 han tardado mucho… ¿no será que están debajo de un árbol… desnudos, amándose intensamente los dos por que el final de sus vidas llegara pronto?— comento Richard quien se estaba imaginando todo eso y se le hacia una mueca de sonrisa en el rostro.

—     ¡Buena esa Richard!— decía divertidamente Edward a la vez que trataba de controlar su risa— esos dos no harían eso, es más, no creo que se gusten siquiera.

Akemi se quedo pensando “si supieras” y mirando a Edward pensó “te estas tardando”, Edward se percato a que venia su mirada y se quedo callado.

Erika seguía rodeando con su brazos el cuello de Jhosep, ella continuaba con el beso, lo disfrutaba,  su respiración estaba acelerada, Jhosep la tomo suavemente por la cintura, se dejo llevar por el momento, el tiempo se detuvo para ellos, lo demás no importaba, las preocupaciones desaparecieron, el miedo a morir se esfumo, simplemente disfrutaban de ese momento mágico… no sabían cuándo podrían repetirlo… pasaron los segundos llegando a minutos y separaron sus rostros lentamente, abriendo los ojos para encontrarse el uno al otro. Ella baja sus brazos de su cuello para abrazarlo y apoyarse en el pecho de Jhosep.

—     Fue mágico— exclamo el.

—     Fue increíble.

—     Gracias…— expreso Jhosep mientras levantaba lenta y cuidadosamente el rostro de Erika para besarla nuevamente.

—     Estarás conmigo… ¿verdad?— mientras lo veía a los ojos.

—     Por supuesto, me has dado una razón para sobrevivir.

Ella sonrió ante esa oración.

—     Sin embargo, creo que me eh vuelto adicto a tus labios— mientras se acercaba nuevamente.

—     Lo siento…— lo detuvo con sus dedos y con una sonrisa siguió— fue mucho por hoy.

—     ¿Eh? ¿Por qué?

—     Has sobrepasado el límite que tienes conmigo, si quieres más tendrás que proponerme algo…

—     ¿Qué te gustaría?

—     No lo se… ¿Por qué no usas tu habilidad?

—     Todavía no se como funciona, pero puedo darme una idea del tipo de propuesta.

—     ¿En serio?— ella sonríe— te escucho.

—     Erika… ¿te gustaría estar conmigo, en este mundo apocalíptico, a pesar de las cosas buenas y malas?

—     Si no me estoy casando— decía en broma a la vez que se llevaba su mano a la boca para contener la alegría— aceptare siempre y cuando estés conmigo y…—poniendo énfasis— quiero que nuestros amigos sobrevivan, Akemi y Edward, esa es mi petición, ¿aceptas?

—     Cumpliré, veras que todos saldremos vivos de esta— mientras la abrazaba y después de unos instantes el deja de hacerlo— por el momento debemos movernos, presiento peligro.

—     ¿Peligro? De que tipo, ¿los no-vivos?

—     No, es algo más grande.

Susurros del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora