Al mismo tiempo en otro lugar de la base militar Antoni, Erika y Jhosep buscaban armas y municiones. Ellos también se encontraban caminando por pasillos largos y angostos, con muchas puertas a los lados.
— Esto es aburrido hemos estado buscando por un rato y lo que hemos encontrado son solo dormitorios, ¿donde jodidos pudieron haber guardado las armas?— se quejaba Antoni.
— Deben de estar por aquí— contesto Erika mientras tocaba una puerta.
En ese momento Erika vio como si todo se recreara, como si las cosas regresaran a un punto especifico, pero nota que solo ve el pasar de las personas, esta inmóvil, tiene una vista de 90° de arriba abajo y 90° de derecha a izquierda, oye el platicar de las personas, siente como alguien se acerca y todo se mueve entonces se da cuenta de que ve lo que vio la puerta.
Erika se espantó y se apartó de la puerta, todos vieron con angustia a Erika y le preguntaban si se encontraba bien a lo que ella respondió que acababa de ver algo, una especie de visión al tocar la puerta y pudo ver lo que la puerta vio.
— Eso no puede ser— decía incrédulo Antoni— las puertas son inanimadas, no tienen vida, mucho menos recuerdos.
— No se, tal vez si tengan vida o algo parecido — siguió Jhosep.
— ¿De que hablas?— pregunto Antoni confundido.
— ¿No has oído las típicas frases “y las paredes fueron testigos de tal evento”, “las piedras serán los únicos testigos de todo lo que suceda” ó “las paredes oyen”?— Jhosep volteo a ver a Erika— cosas como esas pueden ser supersticiones, pues no creemos que las cosas una vez transformadas pierden vida pero Einstein dijo “La materia no se crea ni se destruye, solo se transforma” entonces un árbol que tenia vida se transformo en una puerta, tal vez no tenga la misma vida pero puede que tenga la esencia y pueda mantener recuerdos hasta cierto punto, pues como se ha dicho “Todo es energía, lo que vemos y tocamos es energía condensada”.
Antoni empezó a armar una mueca en su rostro.
— Es de locos lo que dices…
— Las personas muertas se levantan, esto me parece más normal
Erika miraba con asombro sus manos.
— ¡Fue increíble!, eran recuerdos de lo que vio la puerta— comento su compañera.
Jhosep se quedo pensativo un instante, y después de ese momento se exalto diciendo.
— ¡Eso es! Debemos buscar y encontrar un arma de cualquier soldado— Jhosep notó que sus compañeros no lograban comprender su idea así que les explico— Si la habilidad de Erika es ver el pasado de las cosas, todas las armas deben pasar por mantenimiento y almacenarlas en algún lugar… puede que vea donde esta el deposito de armas.
Jhosep y los demás seguían buscando de cuarto en cuarto, travesando pasillo tras pasillo, hasta que en una de las habitaciones finalmente encontraron una pistola M1911. Jhosep la tomo y se la ofreció a Erika diciendo.
— Tómala y dinos si logras ver algo.
Erika, dudosa, dijo que no sabia como lo había hecho por que había sido algo espontaneo, su compañero le contesto que no se preocupara y le pidió que simplemente se relajara y se concentrara. Ella estuvo de acuerdo y tomando el arma respiro profundamente a la vez que cerraba sus ojos.
Pasó alrededor de treinta segundos y Erika empezó a sentir que se movía y al instante se percato que estaba avanzando, se encontraba en la funda posicionada en la pierna de un capitán, pasando pasillo tras pasillo casi sin personal, giro en una esquina hacia una puerta que pareciera ser electrónica, pudo escuchar como tecleaban algo seguido del sonido peculiar al abrir una puerta eléctrica.
El capitán a medida que entraba a la habitación las luces se iban prendiendo, dejando totalmente iluminado aquel lugar, “Es el cuarto de armas” decía Erika con los ojos cerrados.
— Es como dijiste, hay que buscar una puerta electrónica y dentro de esa puerta están las armas— siguió diciendo Erika.
— Bien, empecemos a buscar otra vez— ordeno Jhosep.
Dieron media vuelta entusiasmados y corrieron otra vez por los mismos pasillos que ya habían cruzado antes, pero de un instante a otro Antoni se paro y se quedo pensativo, acto seguido sus compañeros se dieron cuenta y también pararon para dirigirse con su compañero para saber que le ocurría.
— Hace rato que pasábamos por varios pasillos pero no pasamos por uno, pues al final solo había una puerta, ¿lo recuerdan?— dijo Antoni.
— Puede que sea esa— respondió Jhosep— tenemos que ir a averiguar.
Jhosep, Antoni y Erika fueron rápidamente hacia donde estaba aquella puerta que su compañero había mencionado. Al llegar enfrente de la puerta notan que esta se abre a través de un panel con números y Antoni le pregunta a Erika si esa era la puerta que había visto.
— Tiene un gran parecido— respondió ella.
— Entonces tiene que ser esta— comento Jhosep— ¿cual será el código?
Se quedaron callados un momento tratando de solucionar ese dilema cuando escuchan que Akemi habla por el auricular.
— “¡Oigan! hemos encontrado comida y un soldado muerto con un papel con ciertos números, estos son por si alguien los necesita, cero-seis-cero-cinco-dos-tres-seis.”
Jhosep le contesto a Akemi que lo usarían en la puerta que acababan de encontrar y después le avisaría.
— Antoni teclea estos números— dijo Jhosep seguido de proporcionarle los números que Akemi les había dado.
Antoni tecleo los números y enseguida escucho un sonido.

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Susurros del Destino
Science Fiction"El mundo esta en sus labores diarias, con un sin fin de fatídicas y monótonas rutinas que a día a día se emplean, hasta que una estrategia para mejorar ese mundo se lleva a cabo, todo marcharía bien si no fuera por un catastrófico accidente natural...