Mientras tanto, a Akemi no le iba mejor que a los chicos y Jack, era la enésima vez que volvía a dar la explicación y tanto Edward como Rose no lograban entenderlo bien.
—Bueno, eso es lo que deben saber sobre las armas básicas—terminaba Akemi exhalando.
—No lo entiendo del todo, tendremos que aprender disparando—comento Rose mientras se pasaba una mano por su cabello rubio y miraba el arma que tenia en la otra mano.
—Esto será fácil, pondré a prueba mis cinco años jugando juegos de guerra—decía Edward entusiasmado.
—Pero aquí no hay vidas infinitas ni puntos de restauración—inquirió Jack, quien acababa de acercarse hacia ellos—y por supuesto, aquí no se guarda la partida.
— ¿Cómo es que un militar como tu sabe de juegos?—preguntaba Edward confundido.
—Alguna vez también fui un adolescente, ¿sabes?—Jack terminó de fumar y tirando su cigarrillo lo apago con su bota, después continuó—como sea, a los demás les puse como blancos matar a seis cosas de esas que están por allá, a ustedes menos a Akemi les pondré también un objetivo, ¿ven esos muertos parados como si nada?
Todos voltearon la vista hacia el lugar donde Jack señalaba. Todos asintieron al saber a cuales se refería, solo eran tres.
—Quiero que igual los eliminen.
— ¿Y porque a ellos les tocó eliminar a seis, y tu nos pones tres? Eso es discriminación—decía Edward moviendo las manos.
Jack lo miro y le levanto una ceja.
—Simple, ninguno de ustedes a disparado antes, ¿o si?
—No pero…—Edward fue interrumpido.
—La diferencie entr un jugo y la vida real es brutal, aquí en la realidad la adrenalina se te sube y te tiemblan las manos, debes aprender eso—Jack termino de decir eso mientras se acomodaba en una pequeña sombra de un árbol que se mantenía en pie, después articuló—Si no hay más que decir, vayan.
Edward y Rose se fueron a cumplir su entrenamiento, tratando de poner en practica toda la charla que Akemi les había dado antes. Jack jugueteaba con un cigarro sin encender en su boca, a la sombra del árbol, recostado en él.
—Akemi, mantente atenta con ellos, tal vez Edward sea capaz de disparar, pero Rose…—Jack, que tenia los ojos cerrados, los abrió—no sé si sea capaz.
—Está bien.
—Recuerda también que posiblemente haya sobrevivientes, pero no exactamente personas comunes, si no guerrilleros.
—Entiendo—contesto Akemi agachando la mirada.
Al cabo de dos horas Jack ya les había puesto varios objetivos por realizar, como disparar con precisión, recargar de una manera más eficiente, alternando manos para realizar disparos e intercalar un objetivo a otro, e, inclusive, utilizar dos pistolas a la vez, entre muchas otras cosas.
—Bien chicos, no ha estado mal para unos principiantes, ya han aprendido lo básico en horas y es momento de que aprendan que la mejor forma de aprender esto es obteniendo experiencia sobre la marcha y claro, una habilidad especial que cada uno tiene y que cuando la descubran serán capaces de todo—decía Jack a los chicos enfrente de él.
— ¿Un poder secreto?—preguntaba Edward quien se encontraba tirado en el suelo, por el cansancio— ¿Cómo cual?
—Lo sabrás en su momento, cada uno de ustedes se dará cuenta cuando la situación así lo requiera.
— Muy bien, aunque ya hemos hecho algo de “limpieza” hay algo no me cuadra—hablo Jhosep—desde que llegamos aquí, no hemos logrado ver ninguna persona, bueno sobreviviente, y eso que apenas son las dos de la tarde—mencionó mientras observaba a los alrededores.
Jhosep se detuvo un momento para observar a lo lejos lo que parecía ser una especie de barricada muy mal hecha.
—Es verdad, por las barricadas y los casquillos de bala debería haber alguien por aquí, al menos como guardia—enfatizo Erika para avanzar un poco y ver las barricadas—a parte de eso, había solo unos pocos de “ellos” caminando, y a pesar del ruido no llegaron más por lo que alguien los ha estado matando o…—Jhosep la interrumpió.
—Los carroñeros que vimos anteriormente, Steven los mencionó.
— Esta bien, echemos un vistazo—Jack dio un par de pasos—recuerden, no gasten balas si no es necesario por que debemos mantener un perfil bajo para evitar la atención, no sabemos qué o quienes más estén aquí—dijo Jack al sacar su arma usp-45.
Estuvieron por cinco minutos recorriendo la plaza en la que estaban, los edificios a su alrededor estaban en gran parte destruidos, daban la sensación de que nadie los habitaba, solo el sonido del viento y el pisar de los chicos y Jack se hacía presente.
Entraron en algunas tiendas para ver que podían encontrar pero todas estaban vacías, o mejor dicho saqueadas, por lo que la posibilidad de que este lugar estuviera abandonada ya no era posible.
Jhosep le dijo a Rose que estuviera alerta por si escuchaba algo o alguien, siguieron avanzando un poco más pero no encontraban nada, ni comida, ni agua o ropa, por lo que se mantuvieron en la plaza esperando que algo pasara.
—Esto no me convence, ¿qué pasa con este lugar?—pregunto Edward un poco desesperado al no encontrar nada—esto asusta, solo escucho el viento, ¿dónde rayos están los sobrevivientes?
Pasaron alrededor de veinte minutos y seguían esperando, el calor empezaba a intensificarse y empezaron a decidir que hacer, tomando la decisión de subir al carro y dirigirse hacia otro lugar.
Al momento de levantarse todos para ir al vehículo, Rose alcanza a escuchar algo, se detuvo y trato de poner atención e intenta con la mirada ubicar de donde provenía la fuente del sonido.
— ¿Qué pasa?—cuestiono Jack un poco curioso.
Rose hizo un gesto con su mano de que guardaran silencio y en voz muy baja dice.
—Eh escuchado a alguien caminar pero no sé de donde provenga.
Todos se escondieron y esperaron para saber quien venía, Rose que se mantenía alerta creyó escuchar la voz de una niña por lo que decidió salir cautelosamente, todos los demás la observaban atentos, después de unos momentos apareció precisamente una niña que parecía tener la edad de uno cinco o seis años de edad, tenía un vestido algo rasgado de color verde, cabello largo, cargando consigo un borrego de peluche maltratado y sucio, por su apariencia no mostraba signos de que hubiera sido mordida o estuviera herida.
Rose camino lentamente hacia ella, y la niña, que caminaba despreocupada, no se había dado cuenta de la presencia de la chica que lentamente se acercaba por su espalda.
— ¿Qué carajos hace una niña sola en este lugar?—dijo Edward algo exaltado.
—Baja la voz, aunque tu pregunta es válida, no hagas ruido—expreso Jhosep observando la niña.
Rose se acercaba más y más a la niña evitando hacer ruido pero se detuvo un momento al escuchar otro ruido proveniente de otro lugar, por lo que decidió hablar.
—Hola pequeña, ¿estás perdida?—Rose procuró que su voz fuera suave y tranquila.
La niña se estremeció un poco y dejo caer su borrego.
—No tengas miedo, no te hare nada.
En el rostro de la pequeña solo se reflejaba el miedo, los intentos de Rose para que la niña hablara fueron en vanos, cuando decidió dar un paso para acercarse la niña, esta retrocedía, pero desistió cuando escucho un grito.
ESTÁS LEYENDO
Susurros del Destino
Science Fiction"El mundo esta en sus labores diarias, con un sin fin de fatídicas y monótonas rutinas que a día a día se emplean, hasta que una estrategia para mejorar ese mundo se lleva a cabo, todo marcharía bien si no fuera por un catastrófico accidente natural...