Capitulo 40

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Jack se encontraba sentado arriba del vehículo, observaba el pasar de las nubes mientras aspiraba el humo de un cigarrillo, no pensaba en nada, solo disfrutaba de su vicio, con una sonrisa en el rostro por un recuerdo fugaz que le paso por la mente, cuando de repente escucha por el auricular.

— ¿Y bien, como les fue?

— ¿Ahora que quieres Saikano?—contesto Jack mientras exhalaba el humo del cigarrillo.

—Nada, solo saber su estado actual, ¿es malo que pregunte?

—Pues…—Jack volvió a inhalar y exhalar lentamente humo de su cigarrillo—no tanto así, es en parte gracias a ti que estemos aquí, a salvo.

—Vamos—se escucharon unas risas débiles—No seas descortés con una chica y deja de fumar al hablar.

— ¡¿Qué?! ¡¿A que chica te refieres?!

Hubo unos sonidos de golpeteos en el micrófono, y no más de un minuto, una sensual y hermosa voz femenina contesto por el auricular.

—Un gusto ayudarlos.

Hay se encontraba ella, con una altura casi de dos metros, una piel tersa, hermosa y pálida, ojos de un majestuoso color verde esmeralda que miraban hacia el cielo con una sonrisa en su bello rostro, con su cabello castaño claro con ondulaciones que bailaban con el viento.

Parada en algún lugar de una autopista donde había un enorme valle y unas montañas a lo lejos, recargada en una moto de pista pseudo-futurista debido a su peculiar modelo, con una combinación de colores de gris, blanco y negro y una paleta sabor cereza en la boca, mientras hablaba por el auricular a Jack.

—Bueno, me alegra que estén a salvo—decía la mujer.

—Este… por lo de ante… pues, como decirlo…—Jack estaba mudo.

La mujer que por sobrenombre se sabia que era Saikano rio con tono tierno.

— ¿Qué pasa? ¿El campo de batalla endureció tus emociones?

Jack estaba avergonzado, no se esperaba hablar con una mujer que por el tono de voz singularizaba ser muy hermosa, si no que era una mujer la responsable de haberle salvado la vida en varias ocasiones.

—Solo quería agradecerte por ayudarme antes a encontrarlos—agradecía Jack tratando de recuperar su tono serio.

Saikano rio con más fuerzas, pero de manera que no fuese grosera.

—Fue un placer.

— ¿Entonces… se supone que es aquí donde tengo que decir “Cuelga tu”?

La mujer reacciona con risa y buen humor ante tal oración.

—Claro que no, solo me informaba, tenia un pendiente—Saikano hizo una pequeña pausa—Seria una lastima que-.

La transmisión fue cortada de golpe.

Así que al fin y al cabo, si me están observando…—Pensó Saikano mientras suspiraba y miraba aquel cielo rojizo del horizonte ocasionado por el crepúsculo, mientras bajaba lentamente su auricular de su oído.

Él se quedo unos instantes escuchando el silencio del comunicador, hasta que alguien volvió a hablar.

—Parece ser que… le tomaste afecto—dijo Steven a Jack unos minutos después de finalizada la conversación con Saikano.

—No digas tonterías, simplemente le estoy agradecido por habernos ayudado cuando más lo necesitábamos—Jack llevo su cigarrillo hacia su boca, y tomo una larga aspiración de humo.

Susurros del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora