Susurros del Destino

Capitulo 28

Jhosep que recién iba llegando a donde estaban ellos solo podía decirse a si mismo "debí haberlo previsto... maldito traidor..."mientras se mordía el labio inferior del coraje.

—     Vamos, no tenemos tiempo, tú—Jack señalaba a Antoni— conduce, ustedes niñas— refiriéndose a Akemi, Erika y Rose— súbanse adentro de la cabina, ustedes chavos— refiriéndose a Edward, Jhosep y Richard— conmigo en la cajuela.

—     Espera— dijo Akemi antes de subirse— Ten Edward... tal vez te sirva de algo— dándole la M9 y un cargador— Yo tengo mi rifle.

—     G-Gracias— le contesto Edward con una sonrisa en gesto de gratitud.

—     Bien, ¡Vámonos!— grito Jack.

La camioneta empezó a dar marcha, y los helicópteros empezaron a despegar, no cabe duda que los iban a perseguir. A Antoni se le dificultaba manejar por las calles de aquella ciudad en ruinas, pues el pavimento estaba levantado, había otros coches estropeados obstruyendo el camino y uno que otro cuerpo o poste tirado en el.

—     ¡Chicos!— grito Akemi totalmente aterrada— ¡Tenemos problemas!

—     ¡¿Qué pasa?!— pregunto Jhosep.

—     ¡Es David! ¡Está en la torreta del helicóptero negro!

Al escuchar todos voltearon rápidamente hacia el helicóptero, y efectivamente, estaba David en la torreta y el comandante alado de él, con la mano en su hombro.

Se quedaron estupefactos, hasta que Jack empezó a abrir fuego.

—     ¡No se queden pasmados como estúpidos!, el ya no es su amigo— quito el cargador vacío de su arma y le coloco otro— Si se descuidan, ¡los atraparan o los mataran!

El helicóptero es blindado por lo que las balas no le hacían gran efecto.

—     Veamos...— Edward trataba de apuntar mientras se decía a si mismo— según los videojuegos, la punta debe estar alineada con los dos punteritos de aquí, así que...— tratando de apuntar a un soldado efectuó varios disparos continuos, sin embargo ninguno estuvo siquiera cerca de darle.

—     ¡Eres malo para eso!— dijo Jhosep mientras se reía.

—     Quisiera que lo intentaras, apuntar en movimiento es más difícil de lo que creí— respondió Edward con cierta irritación.

Jhosep le pidió el arma a Edward y este se la entrego, notó enseguida que estaba más pesada de lo que aparentaba y buscando con la mirada David y al encontrarlo solo pudo decir mentalmente "Nunca te lo perdonare bastardo" y jalando el gatillo la bala impacto en el hombro a David, quien cayo para atrás debido al impacto de la bala.

—     Tú, militar, ¿no tienes un lanzacohetes o algo por el estilo?— pregunto Edward a Jack.

—     ¿Me ves cara de armería ambulante?— respondió Jack con cierta molestia.

—     Y-Yo tengo esto— irrumpió Akemi a trabes de la ventanilla que daba de la cabina a la cajuela, mostrando las 2 granadas que recogió antes.

—     Genial, esto será suficiente— exclamo Jack.

Rose solo podía estar aferrada a sus rodillas, mientras cerraba fuertemente los ojos, deseando que todo esto acabase de una buena vez, al mismo tiempo que Antoni se preocupaba por evitar zanjas o cadáveres en el camino.

Los helicópteros se acercaban bastante rápido, ya habían alcanzado una altitud de 20 metros aproximadamente, y el helicóptero plateado se ladeo para que la torreta pudiera apuntar bien, el artillero empezó a hacer girar la torreta...

—     ¡Joder!— Jack mordió y quito el seguro de la granada— tráguense esto, ¡hijos de perra!

Jack lanzo la granada hacia el helicóptero que logro disparar como 8 disparos, de los cuales 3 impactaron la camioneta y una roso muy levemente en la mejilla de Edward haciéndolo caer en la cajuela, la granada cayo justo debajo de los pies del artillero, haciendo una explosión demasiado cercana de ellos y derribando el helicóptero, el impacto al caer fue estremecedor, tanto que hizo caer de la camioneta a Richard.

—     ¡Richard!, Antoni, ¡detente, Richard se cayo!— gritaba Edward.

—     Si se detiene, podrían alcanzarnos y rematarnos— inquirió Jack.

—     ¡Maldita sea! Antoni, ¡Baja la velocidad!— grito Jhosep.

Antoni bajo la velocidad, Richard logro reincorporarse y reaccionar, corrió atrás de la camioneta.

—     ¡Toma mi mano!— gritaba desesperado Edward quien estaba estirándole su brazo lo más que podía— ¡Tómala!

Richard venia corriendo a todo lo que sus pies podían, y cuando su mano roso los dedos de Edward se escucho un ruido tan estremecedor que resonó en toda la ciudad. El tercer helicóptero apareció de entre la capa de humo del helicóptero caído, con un francotirador en él y su barret cal .50 atravesándole de un disparo el dorso a Richard, que solo sonrió cuando toco los dedos de Edward, iba cayendo en el piso.

"Esto es— mirando al vacío— increíble, son... ¿ellos?, así que ellos van a— vomitando sangre—  esta es mi habi... lidad... ya no podre estar con ellos, hubiera sido divertido— risa débile y agonizante—  al menos los veré partir... cuídense chicos... los veré desde más arriba... — fijando su mirada en Rose— No llores...mi amiga".

Se hizo escuchar Edward al gritar el nombre de Richard, que se estremecía por toda la ciudad al igual que un trueno en una tormenta. Mientras Richard se arrodillaba lentamente y veía a sus amigos partir, él se despidió con una sonrisa, una sonrisa que transmitía armonía y tranquilidad.