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ʏᴏᴜ ᴋɴᴏᴡ ɪ'ᴍ ɴᴏ ɢᴏᴏᴅ


No estaba pensando en él.

No lo estaba haciendo y debería haberlo estado haciendo. Más que nada porque lo tenía delante. Debería haberle prestado toda mi atención, escucharle de verdad y querer contarle algo como que el día anterior casi vomité por atiborrarme de chocolate con menta mientras veía una película, o quizás que mi hermana y yo nos llevábamos mejor últimamente. No sé. Cualquier cosa. Pero no, no estaba pensando en él.

Dexter me estaba hablando de algo referido a su familia mientras nos estábamos tomando un café que probablemente costase veinte dólares o más. Por ese precio como mínimo esperaba que me diera las buenas tardes, pero seguía siendo un simple café que, estaba muy bueno, pero nada más allá.

—Por eso mi tío tiene una parte de las acciones de la empresa. —Terminó de decir, posando los ojos sobre los míos a la espera de una conclusión final por mi parte que ni siquiera existía, porque lo cierto era que gran parte de la explicación la pasé asintiendo sin sentido mientras tenía la mente en otro lugar.

—Entiendo. —Eso fue todo lo que dije.

—Pero no es algo que nos suponga un gran problema a futuro, al final quien la va a heredar soy yo, así que...

Apreté los labios como respuesta. Sabía de sobra que no era un tema que le hiciese ilusión alguna independientemente de si hubiese escuchado algo de la historia o no.

—¿Cómo vas con las obras teatrales? Me dijiste que trabajabas en una.

—Bien, sí, estoy con algo ahora. Aunque sigo pensando en ella para que todo cuadre, lo cierto es que me está gustando escribirla.

—Qué bien, es buena señal cuando lo que haces te gusta.

El móvil me vibró, lo tenía sobre las pantorrillas, de manera que solo tenía que desviar la vista hacia abajo para comprobar el mensaje que me acababa de entrar.


Kilian:

Esa ya la he visto.

No estaba mal, pero no como para verla dos veces.


Me había respondido al mensaje anterior que le había enviado hacía unos cinco minutos más o menos. Y sí, esa era la razón por la que no estaba prestándole demasiada atención a Dexter esa tarde. Eso y puede que también el hecho de que había vuelto a soñar cosas poco decentes con el chico tatuado. No sabía de donde provenían esos sueños ni la razón de ellos, solo sucedían.

Esa vez era en el sofá, estábamos sentados viendo algo en la tele cuando de pronto comenzó a besarme y a tocarme. Todo me parecía tan real... Cuando desperté me lamenté por haberlo interrumpido y volví a darme placer pensando en el sueño. Todo eso me tenía inquieta y no tenía muy claro qué me ocurría. La escena se me venía en los momentos menos pensados y mis instintos sexuales se activaban. Volví a tocarme varias veces más las noches siguientes y debo admitir que me avergonzaba por ello. Estaba usando la imagen de Kilian para darme placer y en cierto modo no me parecía bien, pero mi cuerpo lo necesitaba.

¿Por qué no me pasaba eso con Dexter?

Estaba entusiasmada porque me había vuelto a invitar a tomar un café, en un lugar chulísimo del centro —y caro—, pero la conversación que Kilian y yo manteníamos de antes tenía mi atención por encima del semidios. Intenté centrarme, pero mi mente, sin intención alguna, se desviaba a la posible película que podríamos ver la tarde siguiente y que tantas ganas tenía de que llegase.

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