Camino a Dinsmark...

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- Estás segura Lauren? Podríamos salir dentro de un día y llegaríamos dentro del tiempo estipulado por tu madre.

Normani y Austin caminaban flanqueando a Lauren con otros seis hombres detrás de ellos.

-Claro que está segura Capitán, la comida en este agujero es pésima, el calor asfixiante y el polvo...bueno. Mientras menos tiempo pasemos en esta ratonera, mejor.

Austin había regresado apenas después de su exilio temporal con las tropas del general Graham, todavía con la amenaza de Lauren dependiendo sobre su cabeza. Ambas guerreras lo miraron severamente a lo que él respondió levantando las manos en señal de paz.

-Sí, estoy seguro Normani...aunque no por las razones que Austin indica. Ella... la Mariscal hizo una pausa tratando de encontrar las palabras más apropiadas. -Yo ya dije que partiríamos mañana y nos iremos mañana.

Austin agitado, -Hasta que decide ponerle límites a esa...

-Austin!, lo interrumpió la mariscal...

-Ni un comentario. Ella será mi esposa, le pese a quien le pese y no toleraré ni un solo comentario ofensivo hacia ella. ¿Quedó claro?

-Como el cristal Mariscal...solo deberías pasarle el aviso a ella que se refiere a ti en los términos más ofensivos posibles. Dijo molestó.

Lauren presionó los puños y camino con mayor rapidez hacia la habitación de la princesa Camila.

Su amigo tenía razón.

Durante las negociaciones, el regente Cabello había pedido hablar en privado con ella. Solo ellos dos. Los consejeros de la Mariscal dudaron pero ella ayudó. Al final ella se dio cuenta que quien había hecho la solicitud no era el regente de Nihon sino el padre de la mujer que sería su esposa. Lo único que él le pidió fue que protegiera a su hija.

Se lo pidió de tal forma que Lauren no tuvo más remedio que aceptar. Su conciencia le decía que no solo tenía que aceptar sino que tenía que prometerle a ese hombre que lo haría.

Ella podía tratar de cumplir su promesa hacia Alejandro pero no podría hacer nada si su hija se empeñaba en insultarla. Ninguna Belka toleraría escuchar insultos de un extranjero hacia la heredera, la Hegemon o el imperio. Ninguna.

Muy a su pesar, tendría que hablar con esa chica y tratar de hacerla entrar en razón.

Cuando la comitiva llegó a su destino, la puerta de la habitación ya estaba abierta y la princesa junto con Allyson y Dinah ya los esperaban.

Acomodados frente a ellos, estaban 6 baúles pequeños y uno grande con inscripciones especiales.

La consejera hizo una reverencia a saludó a los recién llegados, indicándoles que su equipaje estaba listo. Los hombres que los acompañaban entraron y movieron el más grande con un poco más de rudeza de la necesaria.

-Con cuidado...,- empezó a Dinah pero Austin la interrumpió altanero, barriéndola con la mirada.

-¿Te atreves a darnos órdenes mujer?, el hombre se aproximó hacia la rubia poniendo un pie con fuerza sobre el baúl que Dinaj había señalado.

Ahora y para SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora