El Viaje a Glatisán...

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Tras un larguísimo día de actividad frenética y de preparativos, en el que además tuvo que darse tiempo para ir a ver a Sieglinde y explicarle lo que estaba pasando, la heredera solamente pudo ver a su esposa en el breve tiempo que se reunieron con su hermana para explicarle lo que estaba pasando.

Lauren todavía dudaba sobre cuanto decirle a Camila y a sus consejeras pero al ver la firme determinación en los ojos de su esposa, casi como en un acto de fe, decidió lanzarse al vacío y contarle todo.

Todavía recordaba la mirada de asombro de la princesa al revelarle que el poderosísimo imperio Belka estaba enfrentando una seria amenaza a su estabilidad. Y más aún al enterarse que una de las posibles involucradas en la conspiración era una persona tan cercana a ella como Sieglinde Jeremiah.

Para sorpresa de la heredera, su esposa no hizo ningún comentario sumario sobre la culpabilidad o no de Sieglinde, e inclusive, cuando se entero que la joven estaba detenida en la fatídica Torre de Dinsmark se ofreció a verificar que todo estuviera bien con ella hasta que la heredera regresara y supieran la verdad sobre lo que realmente estaba pasando.

Está sabía que parte del interés de la princesa, también se debía a las hermanas Florián de Kestrel, sobre quienes Camila seguía manteniendo una cercana vigilancia para asegurarse que nadie abusara de ellas mientras estaban detenidas.

Esa noche, a solas en su habitación ultimando los detalles de su partida, Lauren ponderó todas las facetas de Camila que había podido ver en tan poco tiempo y entendió un poco mejor, porque el sistema imperial Belka le parecía tan oneroso y humillante a su esposa.

Donde la princesa Consorte hablaba de libertad y respeto, los Belka hablaban de conquista y sometimiento; donde la princesa Consorte hablaba de igualdad y derechos, los Belka hablaban fuerza y superioridad...donde la princesa Consorte hablaba de escuchar, los Belka hablaban de autoridad, una autoridad única e incuestionable: La sagrada voluntad de la Hegemon.

Se habían criado y habían crecido en dos mundos tan diferentes, que Lauren apenas estaba empezando a vislumbrar la magnitud del abismo de que las separaba.

Sin embargo, pese a todo, el día de su duelo con Austin, el día que su muerte hubiera significado su libertad; Camila le había pedido que no muriera.

Sacudiendo la cabeza, la heredera se dijo que ese no era el momento para pensar en eso.

Aunque la princesa estuviera siempre en sus pensamientos, había mucho...demasiado que estaba en juego en esos momentos. Los rebeldes serían cercados y serían como un animal acorralado, aterrorizado y violento. Habría mucho peligro para todos. Lauren tenía que estar concentrada y alerta, tenía que estar enfocada en la batalla y en la seguridad de sus hombres.

Durante el medio día había despedido a Zayns y a Ariana quienes habían partido raudos a encontrar a Graham y a Normani respectivamente, y también enviado halcones con mensajes en avanzada para que ya estuvieran listos y esperándolos. Por primera vez desde el incidente con Austin Huckebein, Camila estaría sola sin una guardia al pendiente de ella en todo momento. La heredera había dejado instrucciones a la guardia imperial para que una escolta estuviera siempre con ella pero no se sentía tan tranquila como cuando eran Zayns y Ariana quienes se quedaban con ella.

Pese a sus reservas, lo único que podía hacer era ir a cumplir su misión y regresar tan pronto como fuera posible con su esposa.

Ahora y para SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora