Arresten a las extranjeras

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Cuando las espadas de Normani y Salber se cruzaron por primera vez, la heredera lentamente llevo su mano a la delgada línea en su mandíbula que todavía estaba cicatrizando. Tal vez Salber dejaría a su capitana con una cicatriz igual para rememorar ese encuentro.

Desde ese día, la Mariscal casi no había visto a Salber. Sabía, por su esposa, que seguía entrenando por las mañanas con ella y que se reunía a ratos con su madre, pero en general, la guerrera de Albión solo se preparaba para su partida tan pronto como terminaran los festejos del solsticio.

La Hegemon había dicho que su misión estaba terminada.

Y pese a su recién descubierta intimidad con Camila, la Mariscal no podía estar más de acuerdo con su partida.

Aunque Justin Pendragón había sido un buen amigo de su padre, Lauren dudaba que ella y Salber, pudieran llegar a ser amigas alguna vez.

Abajo en la arena, su capitana estaba siendo mucho más cauta de lo que ella había sido y el encuentro estaba bastante balanceado entre ataque y defensa por ambas partes.

La multitud se dividía entre apoyar a la capitana más querida de la guardia imperial y la famosa guerrera.

Desde el palco imperial, Dinah se desgañitaba apoyando a su Normani, mientras que Taylor, Camila y Allyson apoyaban ruidosamente a Salber. Taylor en particular, gritaba tanto a favor de Salber que Lauren se sintió ofendida que su propia hermana apoyara a la mujer que la había derrotado.

Con una sonrisa, la Mariscal se sentó a esperar el resultado del duelo mientras que su hermana estaba de pie, gritando y levantando el brazo cada vez que Salber hacía uno de sus maravillosos lances.

La Mariscal estaba tan divertida mirando a su hermana y a su esposa que no se percato que su hermana, repentinamente se quedo inmóvil, hasta que está se desplomó a sus pies con una flecha enorme clavada en su pecho.

En el palco imperial Lauren se quedo paralizada y lo primero que hizo fue correr y tirar a su esposa en el suelo, para después dar la alarma a los guardias imperiales que custodiaban la entrada al palco.

-¡Camila!... ¡Cúbranse todas ahora mismo!.

Un par de los guardias corrieron para cubrir con sus escudos a las ocupantes del palco mientras los demás guardias daban la voz de alerta.

Normani y Salber en la arena notaron que algo estaba pasando y se detuvieron mirando hacia el palco imperial.

Y el caos se desató.

Megan se inclinó sobre su sobrina Taylor, llamándola.

La Mariscal sostuvo a su esposa en el piso, indicándole que no se moviera pese a las protestas de la princesa Consorte.

Allyson, cubriéndose lo mejor que pudo con los guardias que las protegían, arrastró a su hermana con ella para ver a la segunda heredera, que estaba tendida en el suelo y una mancha de sangre se extendía por su vestido.

-Esta viva… dijo la sanadora tras revisarla rápidamente.

-Pero la herida es muy grave, debemos atenderla de inmediato.

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