Ahora y para Siempre

Duelo Inaugural.

Había frío pero no tanto como los días anteriores y no había bruma. Tal y como la heredera había comprobado desde su ventana, el cielo estaba clarísimo y las estrellas brillaban salvajemente proporcionando una claridad fantasmal a la noche nevada. Lo que ella temia se estaba haciendo realidad.

Tres sombras se deslizaron subrepticiamente, con cuidado de no salir de las zonas de sombra y ser vistos por ojos indiscretos. Sombras entre las sombras se encontraron finalmente bajo uno de los arcos que conducía a una de las zonas pobres de la ciudad para comentar entre susurros que se perdían con el viento.

-Tres más y estarán completamente solas.

-Matias Jeremiah era el más peligroso de todos. Los demás no serán problema.

-¿No es maravilloso que la vieja bruja en persona haya decapitado al aliado más fuerte con que contaba?.

-Maravilloso en verdad...

-No nos confiemos innecesariamente. La arpía es predecible...pero ella...no podemos subestimarla... Ella todavía sospecha.

-Que sospeche todo lo que quiera. Cuando se dé cuenta...será demasiado tarde.-

En la habitación- estudio.

Camila gimió ligeramente en esa duermevela que precede al estado completamente despierto.

Lentamente se dio cuenta que ya era de mañana y que estaba todavía, en brazos de Lauren. Aunque no exactamente como se habían quedado la noche anterior.

Durante la noche, ambas se habían movido, pero no se habían separado. En ese momento, estaba de espaldas a su esposa, los brazos de ésta manteniéndola pegada a su pecho y a su pelvis, mientras que una de sus manos estaba casi lánguidamente extendida sobre su vientre, tal vez demasiado abajo sobre su vientre para la tranquilidad mental de la castaña que poco a poco iba estando consiente de esos detalles. Detalles como que la otra mano de su esposa estaba flagrantemente extendida sobre uno de sus senos moviéndose lentamente.

El rostro de Lauren estaba hundido en su nuca, entre su cabello. Su respiración profunda y los ligeros movimientos de su cuerpo tras ella y de su manos, le decían a Camila que podría estar soñando algo que la pondría en aprietos muy pronto, si no se levantaba...ya.

Tan lenta y suavemente como pudo, se deshizo del agarre de su esposa, que protestó gruñendo en sueños ligeramente sin despertarse completamente y silenciosamente, se vistió.

La ventana de la habitación se había quedado ligeramente entreabierta, así que antes de salir la cerró completamente para que ella pudiera dormir un poco más. Camila echo una última ojeada a la bandeja de la cena decidiendo no llevársela e irguiéndose con su expresión más digna, salió de la habitación.

Los guardias todavía eran los mismos de la noche anterior. Si habían dormido o no, la princesa no lo sabía pero se veían los dos perfectamente alerta y ligeramente sorprendidos al verla salir a esas horas. No se necesitaba ser un genio para adivinar lo que estaban pensando y está se esforzó por no ruborizarse.

Tampoco es como si pudiera decir abiertamente que "nada" había pasado porque para ella, esa había sido la noche más significativa que había pasado al lado de Lauren.