Dios la deseo....

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Durante todo el resto de la noche, la princesa Consorte se encontró a si misma dirigiendo la mirada hacia donde se encontraba la atractiva guerrera extranjera... y prácticamente en todas las ocasiones, se encontró con los hermosos ojos verdes azulados mirándola de vuelta.

Como si Salber también estaría buscándola a ella con la mirada aún mientras hablaba con alguien más.

-Parece que has causado una muy buena primera impresión en alguien, le dijo una inquisitiva Allyson en un momento determinado con un tono un tanto críptico y Camila, ruborizándose un poco, no tuvo argumentos para desmentirla. Su amiga no hizo más comentarios y ella no quiso profundizar en cuanto había notado a su consejera de interés de su parte.

Conforme la noche avanzaba, los invitados se fueron retirando, y la Guardia Real se encargó de 'invitar' a los más reacciones a seguir su velada en otro lado tan pronto la Hegemon se excusó retirandose seguida muy discretamente por Megan.

Desde su sitio con la consejera y doctora, la princesa Consorte vio como su esposa y la guerrera Normani se acercaron a Salber.

-¿No se ve maravillosa?, fue el comentario de Dinah mirando lánguidamente hacia donde se encontraban las tres guerreras. Normani, por su estatura sobresalía entre las otras dos, Lauren casi igualaba a su capitana, pero Salber distaba casi veinte centímetros de su marca aunque no por eso se veía menos imponente.

-¿A cuál de las tres te refieres?, preguntó Allyson con sarcasmo.

Su hermana la miró fastidiada, -A Normani desde luego.

-Hay que reconocer que esas Belkas tienen algo en su porte que las hace…resaltar, ¿no te parece princesa Consorte?, preguntó la consejera.

Está la miró fastidiada.

Después de lo que pareció un intercambio breve de palabras, las mujeres se enfilaron hacia las puertas principales del Gran Salón donde antes de salir siguiendo a Normani, Salber todavía volteó ligeramente para mirarla por última vez.

Y quizás porque Camila también estaba mirando hacia ella, no notó a Lauren de pie a su lado hasta que su esposa le habló.

-¿Nosotros vamos?..

Camila se volvió para encontrarse con unos ojos esmeralda más fríos y duros que de costumbre mirándola.

-Puedo llegar a mi habitación perfectamente sola, contestó como respuesta a la pregunta y sin esperar otro comentario de la heredera , se fue donde sus amigas que se unieran a ella, caminó hacia la puerta lateral que daba al pasillo desde donde podía llegar a sus habitaciones.

Esperaba que la heredera Belka la detuviera en cualquier momento pero ese pensamiento no la hizo aminorar la marcha, ni voltear hacia atrás; caminó erguida con determinación y seguridad, con paso firme y rápido pero no apresurado hasta llegar a la puerta de su habitación donde Ariana la esperaba de guardia. Sin moverse un ápice de su postura de guardia, la guerrera Belka apenas levantó una ceja para saludarla. La princesa Consorte prefería eso a que se dirigiera a ella con tanta formalidad como lo había estado haciendo desde esa mañana.

Apenas habían pasado cuarenta y ocho horas desde el incidente con Austin, pero Lauren había insistido en que ambos Ariana y Zayns estuvieran mucho más vigilantes y alertas hasta que la determinación del castigo de Austin se concretara. Carol, la más visceral e impulsiva de los Huckebein después de su hermano, estaba en los calabozos de Stir Castle y la heredera dudaba que el resto de los Huckebein hiciera alguna estupidez pero de varias fuentes le había llegado información de que no estaban para nada contentos con la situación de sus familiares y no quería correr ningún riesgo.

Ahora y para SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora