Una pequeña Tregua....

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A la mañana siguiente....

- Eso es imposible!.

La Mariscal miró con mirada dura a las dos jóvenes sucias, maltrechas y encadenadas a la pared de la mazmorra en los sótanos de Stier Castle que hacía las veces de prisión temporal cuando era necesario. Desde muy temprano por la mañana, la heredera del Imperio había acudido sola para interrogar a las prisioneras de Austin encarceló.

Tan solo unos segundos atrás, con una sonrisa cínica pese a las condiciones en que se encontraba, Kristal Florian había asestado a Lauren una estocada que ésta no esperaba.

-Puede decir lo que guste... "Majestad"...eso no cambia el hecho de que el traidor que busca está en su propia casa y no fuera donde lo está buscando. Krestrel no ha traicionado a Dinsmark, insistió la joven con sonrisa inmutable; Antonella su hermana, se mantenía en silencio, simplemente observando a la heredera Belka

-El ataque que ustedes planearon desde luego contó con ayuda Belka... aseguró la heredera.

No!, gritó Kristel mirando con furia a la heredera, para gritarle lo siguiente...

-No fue "ayuda" Belka...Lo que estoy diciendo es que el ataque, en su totalidad, fue planeado desde aquí. Ni los Florian, ni ninguna familia noble de Kestrel están involucrados... y no creernos, le va a costar más caro de lo que se imagina... Mariscal Jauregui.

La heredera tomó en consideración lo que la joven decía pero aún no podía hacerse a la idea de que esa fuera realmente una posibilidad.

-¿Quién?, preguntó por fin un poco ambiguamente.

-Si lo supiera, créame que no estaría encadenada en esta pocilga, respondió la aludida con amargura.

La heredera se mantuvo en silencio, mirando a la joven que le sostenía la mirada sin titubear pese a estar encadenada y arrodillada en el piso mugriento y helado. Lauren había conocido brevemente a su familia tras la anexión de Kestrel al imperio. Gracias a los métodos de mano dura extrema de Austin, ellas eran ya las únicas sobrevivientes de la casa Florian. Sin embargo, él tenía pruebas; ellas solo tenían palabras y más incógnitas.

-Necesito algo que más que solo tus sospechas, Kristel Florian, dijo la heredera su mirada era terminante.

-En dos días tú y tu hermana serán trasladadas a la Torre de Dinsmark y no será yo quien las interrogue ahí. Si realmente tienes alguna prueba, tienes que proporcionalármela, ahora.

Tras esa última mirada, la heredera Belka se dio vuelta para dejar el calabozo y darles tiempo para pensar. A la simple mención de la Torre, incluso la mirada cínica de Kristel se oscureció.

La princesa Taylor ya la esperaba impaciente a la salida de las mazmorras, aún ahí con el frescor de la mañana el sol todavía no alcanzaba a entibiar lo suficiente y ella sabía perfectamente lo fríos que eran esos sótanos. No eran un lugar que deseara visitar.

-¿Y bien?, inquirió no bien hubo salido su hermana después de verificar que no había nadie a su alrededor.

Su hermana solo meneó la cabeza negativamente.

Ahora y para SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora