Tendrás mi cuerpo pero no mi ❤...

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Después de su confrontación matutina la heredera Belka y su reunión con su hermana Taylor no fue todo lo agradable que pudo haber sido, si ella no hubiera llegado. Aun así, Taylor hizo todo lo posible por aligerar el peso de carga de su cuñada y para su sorpresa, le ofreció su apoyo incondicional una vez que su hermana salió hecha una furia de su habitación.


Por ese ofrecimiento, la consejera estaba exultante de entusiasmo ya que pese a que todavía era demasiado prematuro para saber cuáles eran sus motivaciones, al parecer había tenido razón y Taylor Jauregui podía ser una aliada.

Pero la princesa no tuvo mucho tiempo para pensar en su cuñada, su esposa o mucho más después del desayuno ya que durante toda la mañana, tanto ella como Allyson y Dinah corrieron de un lado para otro con las indicaciones de Alex y Taylor. La mentada ceremonia de presentación implicaba un recorrido por las principales calles de Dinsmark, abarrotadas por los ciudadanos Belka que querían ver a su princesa heredera como si regresara victoriosa de una importante batalla. Después del recorrido, un saludo de la pareja desde el balcón principal de Stier Castle marcaría el inicio de las celebraciones que todos esperaban con ansias y después tendrían una recepción exclusiva en el Gran Salón del Trono en el palacio.

Simplemente demasiado protocolo para la princesa Camila.

Durante el recorrido, casi dando gracias por un poco de paz y sentada al lado de la heredera Belka en un suntuoso carruaje abierto, Camila vio como los Belka realmente adoraban a su esposa a su paso.

De pronto, sintió cómo su esposa tomó su brazo con fuerza y ​​se inclinó hacia su oído.

-Sonríe, le ordenó  con voz seria y apenas un atisbo sonrisa fría que no llegaba hasta sus ojos.

La presión de la mano que aferraba su brazo y la intensidad en los ojos esmeraldas que la miraban le indicaron que el requerimiento era una orden que más le valía acatar.

Pese a ello, ella le devolvió la mirada desafiante; y leal a su espíritu combativo, estaba a punto de argumentar con ella cuando una voz animada llamó su atención. Un hombre, trotando al lado del carruaje levantaba a una niña pequeña que le extendía una flor blanca para ella.

Los guardias se acercaron para alejarlo pero la princesa los detuvo con firmeza. Los hombres miraron a su Mariscal con expresión interrogante.

La pequeña niña era rubia y miraba a ambas mujeres alternativamente con una amplia sonrisa. Lauren les indicó a los guardias que esperaran y Camila aprovechó el momento de tomar la flor para preguntar su nombre a la niña.

-Mirre, respondió la pequeña, quién a todas luces se veía que provenía de una familia modesta. Nada como esas niñatas insoportables del palacio Belka.

La princesa le agradeció efusivamente por la flor y ambas se despidieron agitando la mano. Después, sin volver a mirar a su esposa, se mantuvo sonriendo discretamente simplemente mirando a la gente. Salvo por las evidentes diferencias físicas entre sus pueblos, las personas eran muy similares a sus coterráneos de Nihon. Personas sencillas que trabajaban, vivían y morían ajenos a lo que pasaba con la realeza y los juegos de poder.

Ella no tuvo tanta suerte.

Durante toda la recepción en el gran salón del trono, la heredera y ella se mantuvieron juntas con Taylor y Allyson respectivamente al lado de cada una de ellas. La Hegemon desde su posición de honor simplemente vigilaba como una tigresa al acecho sus dominios y mantenía un ojo crítico tanto sobre sus hijas y como en sus acompañantes.

Ahora y para SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora