Capítulo 7

60 10 1
                                    

Luego de una larga jornada de trabajo, la noche ha caído sobre Seúl.

Cuando ya me estoy preparando para salir del bufete, Ji-Hoo se me acerca con una sonrisa amigable.

- Tae-ho, ¿te animas a salir a comer con nosotros? Vamos a un sitio cercano, a relajar un poco.

Aunque estoy agotado, la idea de compartir con mis nuevos compañeros parece una buena oportunidad para integrarme. Acepto con una ligera inclinación de cabeza y en poco tiempo estamos caminando por las calles de Seúl. El grupo avanza animado mientras conversan entre sí. El bullicio de la ciudad se mezcla con las risas y charlas de los transeúntes a nuestro alrededor, y aunque intento seguir el ritmo, mi mente sigue en otro lado.

Llegamos a un pequeño restaurante, con un letrero luminoso y una fachada acogedora. El lugar es cálido, lleno de mesas ocupadas por gente que comparte platos típicos coreanos, carne a la parrilla y botellas de soju. Nos llevan a una mesa en la esquina, más apartada, lo que nos da cierta privacidad.

Nos sentamos alrededor de la mesa, y como es costumbre, los más experimentados en el lugar toman el control del pedido. El bulgogi comienza a chisporrotear en las parrillas y el kimchi, junto a los demás banchan, llenan la mesa. La comida no tarda en crear una atmósfera más relajada.

- ¿Y cómo te estás adaptando, Tae-ho? - pregunta Min-Jae mientras toma un sorbo de soju. - El primer día siempre es el más complicado.

- Bien, bien. - respondo mientras intento disimular mi nerviosismo. Mis ojos recorren a mis compañeros, tratando de encontrar una manera de preguntar lo que realmente quiero saber. Finalmente, de forma casual, suelto la pregunta que me quema por dentro. - Hoy no vi a... ¿cómo era que se llamaba el abogado que se graduó en Harvard también?

Ji-Hoo levanta la vista y parece captar la indirecta, pero guarda silencio mientras So-Young me responde.

- Ah, te refieres a Yong-sun. - dice mientras sirve más carne en la parrilla. - No es muy sociable, la verdad. No suele salir con nosotros después del trabajo. - Se encoge de hombros. - Prefiere irse a casa o quedarse trabajando. No le gustan mucho las reuniones fuera de la oficina.

- Sí, no es el tipo de persona que se mezcla fácilmente. - añade otro compañero mientras prepara su propio banchan. - Siempre parece distante. Nunca he visto que se quede a tomar algo con nadie del bufete.

Escuchar esas palabras me cala más de lo que esperaba. No me sorprende del todo, pero sigue siendo doloroso pensar en él así. En otro tiempo, Sunny era el alma de las reuniones, el primero en proponer una salida, el que siempre arrancaba una sonrisa. Es difícil imaginarlo como alguien distante, alejado de los demás, como si fuera un extraño.

- Eso es raro. - comento en voz baja, tratando de sonar despreocupado. - Me lo había imaginado de otra manera.

Min-Jae sonríe con ironía y añade:

- Todos lo imaginamos diferente al principio, pero no tardas en darte cuenta. El tipo se cree demasiado importante para mezclarse con el resto.

Intento reírme junto con ellos, aunque por dentro solo siento una mezcla de desconcierto y tristeza. No es el Sunny que yo conocía. Este hombre, este Sunny que ellos describen, no tiene nada que ver con la persona que fue mi esposo.

Intento reírme junto con ellos, aunque por dentro solo siento una mezcla de desconcierto y tristeza.

- Entonces, ¿es siempre así de distante? - pregunto con un tono despreocupado, tratando de seguir la conversación sin que se note mi inquietud real.

So-Young asiente mientras toma un sorbo de soju.

- Es como si siempre estuviera en su propio mundo. Rara vez se involucra con nadie en la oficina más allá de lo estrictamente necesario. Hace su trabajo, y lo hace bien, pero no lo ves socializando.

Si (no) te hubiera conocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora