Si (no) te hubiera conocido

Capítulo 19

Es domingo por la mañana, y el sol se filtra por las cortinas del departamento. Me gusta cómo la luz cae suavemente sobre las paredes blancas y cómo el silencio de la ciudad aún adormilada nos envuelve. Es uno de esos momentos en los que no hay planes, no hay urgencias ni compromisos. Solo estamos Sunny y yo, en pijamas, desparramados en el sillón del living, compartiendo una calma que parece hecha solo para nosotros.

Él está sentado a mi lado, su cabeza recostada en mi hombro, mientras hojea una revista de fotografía. Cada tanto me enseña algo, alguna imagen que le llama la atención, y me habla con entusiasmo sobre las técnicas que quiere probar. Siempre me maravilla verlo hablar así, con tanta pasión y brillo en los ojos. Me hace sentir orgulloso, y al mismo tiempo, agradecido por tenerlo a mi lado.

- Mira esto, Tae. - me dice, apuntando a una foto en blanco y negro de una calle vacía al amanecer. - Quiero intentar algo así, con luz natural, sin ninguna interferencia. Hay algo en la simpleza de la imagen que me resulta... profundo.

- Seguro lo vas a lograr. - respondo, acariciando su cabello suavemente. - Eres increíble con la cámara.

Él sonríe, pero no dice nada. Simplemente se acurruca un poco más cerca, como si mi aprobación fuera todo lo que necesitara. Es en esos pequeños gestos, en esos momentos silenciosos, que siento el amor de Sunny. No siempre tiene que decirlo en palabras; a veces, lo demuestra en la forma en que se apoya en mí, en cómo me busca con esos gestos tan naturales.

Estamos así durante un rato, hasta que suelta un suspiro largo, uno de esos que me indica que está pensando en algo más profundo. Lo conozco lo suficiente para saber que cuando suspira de esa manera, algo importante ronda en su mente.

- Tae... - me dice de repente, su voz un poco más seria. - ¿Alguna vez pensaste en cómo sería tener hijos?

La pregunta me toma por sorpresa. Levanto la cabeza y lo miro, intentando descifrar si está bromeando, pero su expresión es sincera, suave. Nunca habíamos hablado sobre eso antes. No porque no lo hubiéramos pensado, sino porque siempre pareció un tema lejano, algo que podríamos discutir más adelante, cuando la vida estuviera un poco más ordenada. Pero ahora, sentado aquí, en un domingo cualquiera, me doy cuenta de que quizás ese "más adelante" ya está tocando la puerta.

- ¿Hijos? - repito, más para ganar tiempo qué porque no haya entendido.

Sunny asiente, sus dedos jugando distraídamente con el borde de su revista.

- Sí, hijos. Adoptar, específicamente. No lo sé... He estado pensando en ello últimamente. Quizás porque veo a muchos amigos de la universidad que están formando familias, y me pregunto cómo sería para nosotros. Cómo sería ser padres.

Me quedo en silencio por un momento, asimilando la idea. Imaginarme a nosotros dos con un niño, una pequeña vida de la que seríamos responsables... Es algo grande, mucho más grande de lo que jamás había imaginado para nosotros, pero la imagen no me resulta del todo extraña. De hecho, pensar en Sunny como padre me saca una sonrisa sin darme cuenta.

- No lo había pensado seriamente. - admito, aunque ahora que lo menciona, me doy cuenta de que la idea no me desagrada en absoluto. - Pero... ¿crees que estamos listos para algo así? Digo, nuestras vidas ya son bastante complicadas con el trabajo y todo lo demás.

Sunny se ríe suavemente, y su risa me relaja un poco. Es esa risa que me dice que, aunque el tema es serio, no tenemos que resolverlo todo en este instante.

- No estoy diciendo que lo hagamos mañana. - dice, apartando la revista y mirándome a los ojos. - Solo que, últimamente, he estado pensando en el futuro. Y en lo que significa formar una familia contigo. Sé que estamos bien como estamos, pero... ¿no sería lindo tener a alguien más a quien amar? A alguien a quien podamos cuidar juntos.