Capítulo 28

67 12 3
                                    

El lunes llega con una mezcla de nervios y expectativa que no me deja tranquilo. Apenas dormí la noche anterior, dándole vueltas a la cabeza sobre cómo me iba a tratar Sunny hoy. Después de lo que pasó el sábado, lo de tener que rescatarlo en medio de la borrachera, y luego pasar el domingo con él en casa de mi padre, no tengo ni la menor idea de qué esperar. Es como si hubiera dos versiones de Sunny en mi mente, y no sé cuál de ellas voy a encontrar en la oficina esta mañana. ¿Va a comportarse de manera fría y distante como lo hacía antes? ¿O será más cercano, como lo fue ayer?

Llego a la oficina y me siento al borde del asiento. Trato de concentrarme en los documentos que tengo frente a mí, pero mis pensamientos siguen regresando a Sunny. Me pregunto si él estará pensando en lo mismo, si también está nervioso o si simplemente lo que pasó el fin de semana fue un error del que se quiere olvidar. Esa incertidumbre me carcome por dentro.

Estoy tan perdido en mis pensamientos que ni siquiera me doy cuenta cuando el director del bufete se me acerca. Da una palmada en mi escritorio, lo que me hace dar un pequeño salto.

- ¡Tae-ho! - dice con una gran sonrisa en el rostro. - Quería felicitarte por el trabajo que hicieron tú y Yong-sun con el caso la semana pasada. El cliente quedó encantado con el resultado.

Intento recomponerme rápidamente, forzando una sonrisa educada.

- Gracias. - respondo. - Fue un caso interesante.

- Más que eso. - continúa él, sin dejar de sonreír. - Ustedes hicieron un trabajo fantástico juntos. Tanto que he decidido asignarles otro caso importante. Algo que requiere la misma dedicación y trabajo en equipo que demostraron. Estoy seguro de que pueden con esto.

Mi cerebro tarda un segundo en procesar lo que acaba de decir. ¿Otro caso, con Sunny? No puedo evitar que mi mente vaya inmediatamente al sábado por la noche, a la imagen de Sunny borracho, apoyado en mi hombro, y a lo que dijo antes de quedarse dormido. Una parte de mí se siente aliviada por la posibilidad de trabajar con él de nuevo, pero otra parte, la más racional, me preocupa. ¿Cómo va a reaccionar él ahora?

- ¿Yong-sun está de acuerdo con esto? - pregunto, tratando de no sonar demasiado ansioso.

El director asiente con entusiasmo.

- Fue idea suya, de hecho. Dijo que hacían un gran equipo. - Hace una pausa, mirándome con aprobación. - Me alegra ver que están funcionando tan bien. Sigue así, Tae-ho. Tienes un futuro brillante aquí. - Con un gesto de despedida, se aleja, dejándome atónito.

¿Idea de Sunny? No puedo evitar sentir una punzada de sorpresa. ¿Sunny pidió trabajar conmigo de nuevo? Esto es lo último que esperaba. Tal vez las cosas no están tan mal como pensé.

Con un nudo en el estómago, camino hacia la sala de reuniones, donde se supone que me encontraré con Sunny. Cada paso que doy me siento más inquieto, con más preguntas girando en mi mente. ¿Qué voy a encontrar cuando entre? ¿Me va a recibir con indiferencia? ¿O...?

Abro la puerta con cuidado, y ahí está él, sentado ya con una pila de documentos frente a él. Lo que más me sorprende no es verlo concentrado en el trabajo, sino la pequeña sonrisa que me lanza cuando me ve entrar.

- Te traje café. - dice, señalando dos vasos que tiene sobre la mesa. - Supuse que lo necesitarías.

La calidez de su gesto me desarma por completo. Me siento frente a él, agarrando el vaso de café con ambas manos, intentando no parecer tan nervioso como me siento.

- Gracias. - murmuro. - No era necesario.

- Quise hacerlo. - responde con naturalidad, encogiéndose de hombros.

Si (no) te hubiera conocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora