Capítulo 10

54 11 3
                                    

Los días pasan y la rutina me envuelve como una neblina densa de la que no puedo escapar. El trabajo en el bufete es constante, los casos se apilan y las horas pasan volando en el despacho. Sin embargo, todo lo demás parece detenido, estancado en una especie de limbo. El conflicto entre Sunny y Ji-Hoo sigue flotando en el aire, como una herida que no ha terminado de cicatrizar. Cada vez que estamos en la misma habitación, siento una tensión incómoda que no me deja respirar con tranquilidad. Y Sunny... su indiferencia me está matando.

No es que sea frío directamente. Es solo que parece mantenerme a una distancia insalvable. Cuando estamos en la oficina, rara vez cruzamos palabras, y cuando lo hacemos, son cortas, formales. Él es educado, pero distante, y cada uno de sus gestos me hace sentir más lejos de él, como si fuera un extraño más entre sus compañeros de trabajo. La coraza que lo rodea es impenetrable, y me duele ver cómo ese mismo hombre que un día no podía soltarme la mano ahora apenas me mira.

"¿Cómo llegamos a esto?", me pregunto una y otra vez mientras reviso documentos o durante los momentos de silencio en mi oficina. No puedo dejar de pensar en lo que he perdido y en cómo este Sunny, que no tiene ni idea de lo que significó para mí, sigue siendo tan inalcanzable como lo era cuando apenas nos conocimos en la otra realidad. Me encuentro repasando los recuerdos en mi mente, como si con ello pudiera encontrar alguna respuesta.

No puedo seguir esperando que el destino lo haga todo por mí. No funcionó así en nuestra primera vida juntos, y no funcionará ahora. Necesito un plan. Y lo tengo.

Mi padre. Nunca me gustó la idea de depender de su nombre para lograr algo, siempre quise hacerme un nombre por mí mismo. Pero esta vez... esta vez, voy a utilizar cada recurso a mi disposición. Hablé con él y le pedí que contactara a un viejo amigo suyo, quien además es el fotógrafo que Sunny tanto admiraba. Y juntos organizaron una muestra de arte y fotografía.

Es la oportunidad perfecta para que Sunny aparezca. Él no podrá resistirse. Lo conozco. A pesar de que esta versión de él no me conoce, su amor por la fotografía sigue siendo el mismo. Su admiración por este fotógrafo es algo que compartía conmigo, algo que no puede haberse desvanecido en esta realidad. Si puedo hacer que Sunny asista a la exposición, tal vez, solo tal vez, pueda tener un encuentro casual, algo que lo acerque a mí.

Así que durante la pausa en la oficina, aprovecho el momento. Me acerco a la sala común, donde algunos de mis compañeros están reunidos tomando café y revisando correos.

- Chicos. - digo, un poco nervioso, pero tratando de sonar casual mientras les extiendo algunos folletos. - Quiero invitarlos a una muestra de arte y fotografía que está organizando mi padre con un amigo suyo. Será la próxima semana, y la entrada es gratuita.

Uno de mis compañeros, Seok-Jin, que siempre parece estar más interesado en el arte que en los casos legales, toma uno de los folletos con curiosidad.

- ¿Tu padre? - pregunta, frunciendo el ceño mientras lee el nombre del evento. Entonces, de repente, sus ojos se agrandan como platos. - Espera... ¿Este es tu padre?

Puedo ver cómo los otros empiezan a interesarse. Mi compañero Min-Soo, que estaba revisando su teléfono, levanta la cabeza de golpe.

- ¿Tu papá es el famoso Kim Sang-Ho? - pregunta, claramente sorprendido.

Asiento, tratando de mantener una sonrisa, aunque la incomodidad comienza a instalarse en mí. No me gusta alardear sobre mi padre. No quiero que me vean como el hijo del artista, pero supongo que en esta situación no me queda otra opción.

- Sí, ese es mi padre. - digo, rascándome la nuca con cierta incomodidad. - Él y un amigo suyo, un fotógrafo que también es bastante conocido, están organizando esta muestra. Es una gran oportunidad para ver algunas de sus obras más recientes. Y pensé que sería divertido que fuéramos todos juntos.

Si (no) te hubiera conocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora