Capítulo 9

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Elizabeth Ibarra:

Cuando escuché que el concierto terminó, aproveché para escabullirme en camerino de César, gracias a Dios hoy los plebes tenían camerinos individuales, quiero que me aclare porque no me ha pedido ser su novia y porque se estaba besando con la insípida esa.

Escuché como César iba entrando así que me paré frente a él.
César: gorda que haces aquí? Donde está la Andrea? 
Gorda: hola mi amor -me acerqué a darle un beso pero volteó la cara- César que pasa?
César: no pasa nada gorda, solo que pues que haces aquí?
Gorda: pues te vi en el pasillo con Mónica, siempre me dijiste que solo era tu mejor amiga, y la estabas besando César que pedo?
César: que pedo con que gorda, yo puedo besar a quien yo quiera! Además con Mónica las cosas son diferentes.
Gorda: diferentes en qué sentido César? O sea que lo mío solo fue un juego? Solo te estabas acostando conmigo por diversión!? - dijo con los ojos húmedos, César se rascó la nunca y suspiró-
César: mira gorda en verdad no quiero lastimarte, pero yo no te amo y no estoy enamorado de ti, eres una buena muchacha y mereces alguien que te valore mija, no un tipo como yo.
Gorda: no mames wey, a la hora que me vienes a decir eso, yo si me enamoré de ti, porque no lo intentamos?
César: no gorda, yo no te quiero lastimar y no creo poder enamorarme de ti, yo quiero estar con alguien más- dijo un poco apenado por lastimar a la gorda-
Gorda: al menos déjame despedirme no? -dijo de una manera coqueta-

César Parra:

A veces en la vida tomamos decisiones completamente estúpidas. No me puedo justificar pero en verdad había tomado demasiado esto no me ayudo en nada.
La gorda es una mujer guapa, tiene lo suyo aparte en la cama es excelente, yo estaba un poco pasado de copas y ella empezó a desabrochar su vestido. No lo pensé y la tomé por las piernas, la puse en un sofá que estaba dentro del camerino y me puse arriba de ella, bajé la parte superior de su vestido y empecé a jugar con sus pechos, me quité el saco, ella gemía mi nombre y de repente la cara de Mónica estaba frente a mí. Lamentablemente seguí, sin saber lo que se aproximaba.

Mónica Griego:

Mónica: entonces iremos por tacos niñas.
Vanessa: si, me duele la cabeza, tengo hambre.
Lilian: bueno pues entonces apurémonos en alcanzar a los plebes.

-empezaron a caminar las tres juntas hacia los camerinos, se encontraron con Andrea en el pasillo y venía sola-
Lilian:Andy y la gorda?
Andrea: no sé wey, me dijo que iría al baño pero ya no la vi, la iré a buscar ahí, ya las alcanzo.
-los plebes estaban cada uno en sus camerinos ya que debían apresurarse a recoger sus cosas-
Vanessa: los plebes ya andan algo tomados, creen que si quieran comer tacos?
Mónica: pues yo digo, sino vemos que pedo en el camino.
Lilian: okay pues entremos a los camerinos y vemos.
-cuando vieron Carlos y Cristhian iban saliendo con algunas cosas en las manos para empezarlas a subir al Parra Móvil-
Cristhian: que pedo morras y el César?
Vanessa: no se supone que anda llevando cosas a la van?
Carlos: pues como ya no nos fue a hablar pensamos que estaba con la Mónica, pero a de estar bien dormido en el camerino, ese es el que anda más pedo de los 3 jajaja.
Cristhian: pues vamos a ver wey, que a pesar sé que estoy pedo tengo hambre.

-todos caminaron por el pasillo hasta el camerino de César-

Carlos iba enfrente, luego iba Mónica, Lilian, Vanessa y Cristhian. Iban platicando cuando se acercaron a la puerta y sin tocar Carlos abrió de repente.

Al ver lo que estaba pasando los 5 plebes se quedaron en shock, sobre todo Mónica, era César encima de la gorda la cual ya estaba completamente desnuda, César solo tenía los pantalones puestos, los cuales ya no tardarían en desaparecer.
Carlos: Netto que pedooooo! -dijo exaltado-
César volteó a ver y cuando entendió lo que había pasado se puso completamente pálido, todos estaban callados ninguno podía decir nada, ya que no sabían si por estar borrachos se los estaban imaginando o era real lo que estaba sucediendo enfrente de ellos. La única que entendía perfectamente lo que estaba sucediendo era Mónica.
La gorda la notar la presencia de 5 personas más dentro del camerino tomó el saco verde de César y lo puso sobre su desnudez, con la poca dignidad que le quedaba se adentró al baño que estaba dentro del camerino.

Mónica: no mames wey -dijo con los ojos un poco húmedos-
César: nena espérame déjame explicarte -se acercó a ella queriendo abrazarla-
Mónica: no César no te acerques tanto por favor, no tienes nada que explicar, discúlpame yo fui la ilusa que pensó que podíamos tener algo, qué lástima que las cosas hayan pasado de esta manera en verdad no quería perder tu amistad César -una lágrima rodó por su mejilla-
César: no muñeca no llores, discúlpame no sé qué pasó, estoy muy tomado.
Mónica: eso no te justifica César, en verdad no hay nada que explicar, solo somos amigos, con permiso -Mónica salió de la habitación con el corazón en un hilo, ella sabía que César no podía ser hombre de una sola mujer y que fue una ilusa al creer que ellos podrían formalizar una relación-

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