Capítulo 43

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César Parra:

Ya había pasado un mes desde el aniversario de mi chula y yo, ya en una semana es su cumpleaños y quiero sorprenderla con un viaje a Los Cabos, yo sé que a ella le fascina ese lugar, así que me encontraba en la agencia de viajes comprando los boletos de avión para poder viajar un día antes de su cumpleaños y estar ahí un día más. La quería sorprender así que al salir de la agencia, pasé comprando una bolsa de regalo y puse los boletos al fondo de la bolsa y sobre de ellos algunas golosinas que a mi novia le gustan. Ella se encontraba en casa después de una cita de maquillaje que tuvo por la mañana, pasé comprando suchi para que pudiéramos comer y así entregarle su regalo.

Mónica y yo nos encontramos de lo mejor, todo marcha a la perfección, nuestra relación está siendo construida a base de amor, confianza, respeto y empatía. Ella es una mujer extraordinaria, la amo tanto y solo quiero compartir mi vida con ella, sé que 7 meses de relación es muy pronto para comprometernos, sin embargo, estoy seguro de lo que quiero con Mónica.
Iba manejando para la casa, entré a la privada y me estacioné frente a la casa, me bajo y abrí con mis llaves. Cuando entré a la casa me percaté que Mónica estaba profundamente dormida en sillón de la sala, me acerqué levemente a ella y bese su nariz, ella al sentir mi tacto abrió sus hermosos ojos.
César: hola hermosa, no quería despertarte -dije para volver a besar su nariz.
Mónica: no hay nada mejor que despertar y verte flaco, en donde andabas?
César: fui a comprar un par de cosas para ti -ella se incorporó del sillón y me pidió que mostrara lo que había comprado, primero le enseñé el suchi, a ella le pedí unos rollos empanizados con camarón sus favoritos y para mí un mar y tierra.
Mónica: que deli mi amor, muchas gracias.
César: falta lo más importante -dije para entregarle la bolsa donde venían los boletos- es tu regalo de cumpleaños adelantado chula.
Mónica: a ver qué es -empezó a sacar los dulces y cada que sacaba uno nuevo decía que era su favorito- que es esto? -preguntó con curiosidad a ver los boletos.
César: léelos preciosa.
Mónica: por dios César!!!! -chilló- omggggg! Iremos a los cabos amor?
César: feliz cumpleaños chula -Mónica empezó a repartir besos por todo mi rostro
Mónica: te amo tanto César, gracias por esto es el mejor regalo mi amor, muchas gracias.
César: para ti lo mejor y lo sabes nena -dije para después besarla y empezar a comer.

Mónica Griego:

Hoy era el día que nos íbamos a los cabos, no podía creerlo, César cada vez me consiente más, cuánto lo amo, estaba pensando en decirle que venga a vivir a la casa, aunque quizás es mi muy pronto pero poco a poco iremos construyendo nuestro futuro.
Nos encontrábamos subiendo al avión, nuestros lugares estaban en primera clase y por supuesto César me dejó sentarme en el lado de la ventanilla.

(Imaginen que son César y Mónica plis)

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(Imaginen que son César y Mónica plis)

Me sentía tan feliz, ya que mañana era mi cumpleaños y lo iba a pasar con el hombre que amo.
Aproximadamente 3 horas después aterrizamos en el aeropuerto, pedimos un Uber que nos llevaría al hotel. Cuando llegamos ahí ya teníamos una reservación, nos dieron nuestra llave y subieron nuestras maletas al entrar la habitación estaba adornada así. 

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