My soulmate 🤍

Capítulo 58

Mónica Griego:

Ya habían pasado dos largos meses, el día que llegué a Los Ángeles, me sentía destrozada, todos mis amigos y seres queridos estarían lejos de mí por un tiempo, los primeros días fueron difíciles, pero mi tía Marisol me recomendó una psicóloga y pues voy una vez por semana a mis sesiones.

Todo ha mejorado poco a poco, sobre todo el duelo de la muerte de mi hijo. No me había comunicado con nadie que no sea Verónica, ella me contó cómo César me buscó desesperadamente, que casi todos los días iba a la boutique, sus esperanzas seguían ahí, no pude evitar sentirme mal por lo que ella me estaba diciendo, pero sabia que tenía que terminar con esto.

Estos últimos días me he sentido pésimo de salud, tengo un poco de gripe, dolor de cabeza, náusea y he vomitado un par de veces, mi tía me había inusitado que fuera al médico, pero la verdad es que no tenía ganas de ir. Había venido a comprar unas pastillas para la náusea y estaba entrando a la casa, cuando sentí un olor a comida, me acerqué a la cocina y ahí se encontraba Marisol cocinando un caldo de pollo.
Mónica: que haces tía? -pregunté acercándome a ella, mi tía Marisol era como un ángel caído del cielo para mi, ella vive sola, así que ambas nos hacíamos compañía, su esposo trabaja fuera del país.
Marisol: te estoy haciendo un caldito de pollo mijita, para que asientes la panza, quieres que te sirva? -preguntó de manera cariñosa - hice tortillas.
Mónica: huele delicioso tía muchas gracias.
Marisol tomó unos platos para sopa y nos sirvió a ambas, puso las tortillas sobre la mesa y me dio una lata de coca cola, me acerqué a oler la comida y cuando ya estaba bastante cerca, sentí unas inmensas ganas de devolver el estómago, me paré corriendo de mi silla y apenas si llegué al baño.
Marisol: ay mija ya ves, por eso te digo que vayamos con el médico -tomó mi cabello mientras yo vomitaba en el escusado.
Mónica: creo que si iré tía, quizás algo que comí en la calle me hizo mal.
Marisol: mija, discúlpame por lo que te voy a preguntar pero, ya te ha bajado tu periodo? -me quedé helada, en estos meses no había llegado mi regla.
Mónica: no me ha bajado desde que vine de Phoenix -el miedo invadió mi cuerpo, no puedo estar embarazada y no quería estarlo, pero al recordarlo bien, César y yo habíamos estado juntos una ultima vez.
Marisol: ay mijita, todo puede ser posible, sabes que comamos y luego te voy a llevar con mi ginecólogo, solo para salir de dudas si? -yo asentí con la cabeza, me limpié la boca y me senté en la mesa a comer.

Después de terminar de comer me ofrecí a lavar la loza, mientas Marisol pedía una cita con urgencia a su médico ginecólogo, subí a cambiarme y cuando estuve lista bajé.

Nos subimos al carro y nos dirigimos hacia el hospital, llegamos y la verdad me sentía muy nerviosa, no sentamos en la sala de espera unos cuantos minutos, hasta que llamaron mi nombre, entramos al consultorio del doctor Iturbide.
Dr.Iturbide: hola Marisol que gusto que estés por acá, cuéntame en qué te puedo apoyar.
Marisol: gracias doctor, pero esta vez no soy yo quien viene a la consulta sino mi sobrina Mónica, yo solo la estoy acompañando.
Dr.Iturbide: mucho gusto Mónica cuéntame qué te trae por acá.
Mónica: últimamente me he sentido un poco indispuesta y me percaté de que mi periodo no ha bajado desde hace aproximadamente dos meses y coincide con la última vez que estuve con mi ex pareja. Lo que me asusta es que dos meses antes de que estuviéramos juntos, yo tuve un aborto de un bebé de 11 semanas porque me atropellaron, siendo sincera tengo mucho miedo de estar embarazada nuevamente, el bebé que no se logró era muy pequeño para su edad, además no estoy segura de que esto sea lo mejor.
Dr.Iturbide: lamento mucho tu pérdida, pero de 10 mujeres que han tenido un aborto al 1% puede que no sea difícil concebir en poco tiempo, este podría ser tu caso Mónica, así si gustas podemos hacerte una ecografía.

Me dirigí hacia la camilla y descubrí mi vientre, mi tía estaba a mi lado tomando mi mano y solo podíamos ver cómo el doctor buscaba por mi vientre alguna señal de vida.
Dr.Iturbide: mira Mónica, ahí está tu bebé -dijo señalando el monitor.
Mónica: no lo puedo creer -dije tapando mi boca, tengo tanto miedo, no quiero perder a mi bebé nuevamente.
Dr.Iturbide: tienes 7 semanas de embarazo Mónica, felicidades, además el bebé se fuerte y sano.
Mónica: doctor siendo sincera tengo mucho miedo de que mi bebé no resista.
Dr.Iturbide: entiendo tu miedo Mónica, mira pasando el primer trimestre es más seguro para tu bebé, por el antecedente que tienes lo que podemos hacer es que te puedo mandar a reposo absoluto por las 5 semanas restantes para este primer semestre, así cuidamos de este pequeño.
Mónica: muchas gracias doctor, me parece bien.
Dr.Iturbide: también te voy a recetar prenatales y vitaminas, una dieta saludable y reposo por al menos estas 5 semanas, no te asustes Mónica, tu bebé se mira sano y fuerte.

Esas palabras había reconfortado mi corazón y solo le rogaba a Dios que mi bebé resistiera esto. Tenía que pensar que iba a hacer, si llamar a César o a Lilian, para contarles la noticia, no sabía que hacer, pero lo que sí sabía es que estas 5 semanas no haré nada por comunicarme con ellos aún, necesito proteger y cuidar de mi bebé, hasta que él esté lo suficientemente fuerte para poder viajar a Phoenix, pues contactaré a César, él tiene derecho de saber qué será papá.

Marisol estaba muy emocionada, por la llegada de mi pequeño bebé, me abrazo y felicito, me dijo que me iba a consentir y que ese bebé sería como su nieto.

Siendo sincera el miedo me carcome, pero no puedo hacer nada más que agradecer por la oportunidad que Dios me está dando, seré mamá y sé que esta vez lo lograré, solo te pido a ti mi ángel en el cielo, mándame mucha salud a mí y a tu hermanito o hermanita. Gracias por enviarme este regalo mi bello ángel.