My soulmate 🤍

Capítulo 12

Mónica Griego:

Llegamos al baby shower y todo estaba adornado muy lindo, era algo familiar con algunos amigos nada más, saludamos a todos los invitados y nos sentamos en una mesa.

Carlos: amaaa ya vio que hicieron pozole, que rico me voy a repetir muchas veces.
Paola: ya plebe vas a dejar sin comer a los demás tu.
Lilian: no Paola usted mejor le hubiera echo una olla nomás al Carlos
-todos ríen y Carlos hace su bailecito de siempre-

Iba transcurriendo la noche y todos empezaron a bailar en parejas. Yo me quedé sentada porque obviamente no tenía con quien bailar. Estaba disfrutando de una cerveza cuando escucho la voz de César.

César Parra:

Cuando vi las chicas saliendo del cuarto de mi ama lo único que pude hacer es ver lo linda que estaba Mónica, estuve pensando en cómo solucionar las cosas, necesito hablar con ella y lo haré hoy mismo solo tengo que buscar el momento adecuado.

Llegamos al baby shower, estuvimos comiendo, bebiendo un poco y cantando, más al rato habían ya muchas personas bailando, entre esos Lilian y Carlos, Vanessa y Cristhian y mis papás.
La Luna estaba con mis primas platicando en una mesa y ahí es cuando me percaté que Mónica estaba sola sentada tomando una cerveza y viendo como todos bailaban -es el momento pensé- me acerqué a ella y le dije.

César: nena podemos hablar?
Mónica: claro, que ocupas? -dijo indiferente-
César: yo sé que lo que viste me deja en mal pero quiero explicarte cómo sucedieron las cosas.
Mónica: no te preocupes no hay problema tú y yo solamente somos amigos César, siempre será así.
César: -un poco desesperado- nena yo no quiero ser solamente un amigo para ti, quiero estar contigo por favor dame una oportunidad.
Mónica: mira César es mejor que solo mantengamos una amistad, lo que pasó con la gorda me dolió un poco ya que yo me había ilusionado contigo, pero sobre todo está el cariño que siento por ti como amigo, hemos pasado tanto juntos y siempre estamos el uno para el otro es mejor así -dijo agachando la mirada-
César: nena escúchame bien por favor -dijo agarrándola por la barbilla y conectando sus miradas- el día que tú veniste de méxico y Lilian y Carlos te llevaron hacia el departamento de mi cuñada mi corazón se acelero, me sudaban las manos, me quedé perdió en tus ojos, no podía dejar de verte estabas hermosa, no podía dejar de pensar en ti fue la primera vez que me pasaba eso con una morra, te confieso que al principio quería solamente acostarme contigo pero al pasar del tiempo entre más nos conocimos te volviste demasiado importante para mí. Tuve la necesidad de estar junto a ti y de tenerte en mi vida, le agradezco a Dios que nos volvimos mejores amigos pero ese sentimiento sigue acá -dijo señalando su pecho- estoy enamorado de ti chula, solo déjame conquistarte por favor.
Mónica: ay por favor César, tú no puedes dejar de ser un don Juan y yo no quiero tener una relación donde no me respeten. Además nuestra amistad se iría al carajo si te doy una oportunidad y tú me defraudas.
César: nena yo sé que he estado con varias morras, pero quiero formalizar una relación contigo, ellas ya no son importantes para mí, nunca lo fueron -dijo mirándola a los ojos-
Mónica: y la gorda que?
César: me dejas explicarte porque estuve con ella?
Mónica: pues por algo te estoy preguntando, no crees?
César: está bien chula, la verdad es que todo empezó la vez que hicimos aquella peda en la casa, el día que jugamos a la botella pues.
-Mónica lo veía fijamente- cuando estábamos jugando yo quería besarte chula, pero por cosas del destino tú y kike se dieron un beso.
Mónica: César no fue un beso nada exagerado -dijo rondando los ojos-
César: yo sé, pero en serio me puse muy celoso nena. Además estaba muy tomado.
Mónica: porque crees que eso te justifica?
César: no es eso sino que aparte de que me sentí muy celoso estaba la frustración de pensar que jamás estarías conmigo y el miedo de que pudieras estar con alguien más. Ese mismo día la gorda me confesó lo que sentía por mí diciéndome que estaba enamorada de mí y que quería intentar algo conmigo, yo me negué ya que yo no busco compromisos con otras morras que no seas tú -dijo viéndola, ella lo miraba con atención- lo cual le caló a la gorda y pues me ofreció tener una aventura, ella estaba segura que con eso yo me enamoraría de ella pero no lo logró. Entonces acepté y fuimos hacia su departamento, para mí no fue más que sexo, estuvimos viéndonos aproximadamente dos meses y medio, hasta el viernes -dijo avergonzado-
Mónica: ya ves, ese día me dijiste que querías intentarlo conmigo y mira lo que pasó César, que me asegura a mí que no vas a volver a hacer algo así? O que no vas a traicionarme?
César: sé que mi palabra no vale mucho en estos momentos, pero déjame demostrártelo con hechos, dame la oportunidad de conquistarte y sino funciona yo mismo aceptaré solamente tu amistad.
Mónica: no sé César, no quiero que al final dejemos de hablarnos o alejarnos por esto.
César: dame 30 días nena, solamente 30 días en los que te voy a demostrar lo enamorado que estoy de ti y que solamente quiero estar contigo, dame 30 días para conquistarte -dijo mirándola con esperanza de que su respuesta sea un "SI"-