Capítulo 18

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Mónica Griego:
Día 4/30 ayer César me trajo al departamento y le pregunté si tenía algo planeado para hoy porque que hoy yo quería organizar la cita, al principio se opuso un poco pero logré convencerlo, igual no es algo tan extravagante porque nos íbamos a quedar viendo películas en el departamento.

Eran las 9:07 a.m. me estaba terminando de arreglar ya que había quedado con las chicas en ir a desayunar a un restaurante, Lilian Vanessa y yo.

Este fue mi outfit, salimos del depa junto con Lilian y nos subimos a su carro, teníamos que pasar por Vannesa, quería contarle a las niñas mi cita de ayer con César y como marchaba todo

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Este fue mi outfit, salimos del depa junto con Lilian y nos subimos a su carro, teníamos que pasar por Vannesa, quería contarle a las niñas mi cita de ayer con César y como marchaba todo.

Llegamos a un restaurante llamado el Patio San Bernardo, era un lugar al aire libre muy hermoso, nos otorgaron una mesa para tres personas y empezamos a hablar sobre todo un poco, ordenamos nuestro desayuno y llegó el tema del cual tanto quería hablar.
Mónica: quiero enseñarles unas fotos niñas -dije tomando mi bolsa y sacando de ahí las tres fotos donde salíamos César y yo montados en los caballos.
Lilian: omg, en esta se están besando -grito con emoción.
Vanessa: Moni que bien se ven, César te trata super lindo verdad?
Mónica: ay niñas en verdad estoy enamorada de él, solo no quiero que todo esto nos afect...
Lilian: no Mónica no permitas que tus miedos afecten lo que estás construyendo con César -me interrumpió rápidamente.
Mónica: muchas gracias chicas, de verdad sino fuera por ustedes y los plebes quizás César y yo nunca nos hubiéramos atrevido a intentarlo.
Vane y Lili: recuerda que pase lo que pase siempre estaremos para ti.
Me sentí tan agradecida por tenerlas en mi vida, son mis mejores amigas y ellas se alegran por todo lo bueno que me pase, cuánto las quiero.

Transcurrió la mañana y le pedí a Lilian que a las 3:00 de la tarde me llevara a la casa de una clienta,ya que tenía una cita para maquillaje, la conocía ya de hace varios años, le tenía mucho cariño era una señora de mi total confianza ya que había sido mi suegra. Si ya se es algo incómodo para algunas personas el llevarse bien con su ex suegra, pero este no era mi caso ya que Cornelio y yo habíamos quedado en buenos términos.
Alma: hola mija, cómo has estado preciosa? hace cuanto no nos vemos? -dijo abrazándome y apretándome fuerte.
Mónica: me alegro tanto de verla doña alma -dije devolviéndole el abrazo.
Alma: ya te dije que solo me llames Alma mijita.
Mónica: está bien Alma, podemos empezar ya? - pregunté sacando mis brochas, ella asintió con una sonrisa. En lo que yo la maquilla ella me contaba muchas cosas que han pasado en estos últimos años, me preguntó que cómo estaba y que si ya tenía galán, me platicó que Cornelio no había tenido más novias después de mí y que se veía muy decaído desde que nos separamos. Exactamente a la mitad del maquillaje recibí una llamada por parte de Lilian.

LLAMADA 📞
Lilian: prima discúlpame pero no voy a poder pasar por ti al rato. El Carlos quiere que lo acompañe a comprar un nuevo control para su X-Box.
Mónica: está bien prima no te apures, yo pido un Uber.
Lilian: no es necesario prima ya le dije al César que vaya por ti, él sabe dónde. Te dejo, disculpa y gracias por entender- me dijo colgando la llamada.
A decir verdad me quedé pensado en la reacción de César al saber que estoy en la casa de Cove, el sabe que me costó mucho trabajo superar esta relación, aunque ni siquiera conocía a César cuando estuve con Cornelio, tan solo tenía 19 años y nos separamos un año después ya que Cornelio no tenía tiempo para una relación después de eso tomamos distancia y yo me vine a vivir a Phoenix.
Al terminar el maquillaje de la señora Alma inmediatamente le escribí a César para que viniera por mi, ya que no quería toparme con Cornelio, lo que me sorprendió fue la respuesta de César diciéndome que estaba afuera hace 15 min. Me despedí de Alma y estaba saliendo cuando vi que afuera se estacionó una camioneta blanca, quien se iba bajando de la misma era Cornelio. Nos quedamos viendo fijamente hasta que él habló.
Cornelio: Mónica? -dijo sorprendido- chaparra que haces acá?
Mónica: hola Cove, vine a maquillar a doña Alma.
Cornelio: oh ya veo -dijo y pude notar un poco de desilusión en el.
Nos pusimos a platicar, Cornelio me tenía abrazada por los hombros, tocaba mi cabello y mi mano de vez en cuando, lo que él no sabía que César nos estaba viendo desde su carro, la verdad no me esperaba que un momento tan incómodo sucediera pero me imagino que César actúo por celos.'
César: hey mi amor, ya nos vamos? -dijo acercándose a nosotros y tomándome por la cintura. Cornelio volteó a ver sorprendido ya que era evidente que no esperaba encontrarse a César ahí.
Cornelio: ustedes son novios? -preguntó impresionado.
César: cómo estás compa? Hace rato no te veía, acaso no sabías que mi chula y yo estamos juntos? -yo solo pude observar la situación no dije nada ya que no quería poner las cosas más tensas de lo que ya estaban.
Cornelio: no no sabía, pero felicidades compa, qué bueno verlos, con permiso -dijo retirándose y entrando a su casa.

Súbete al carro Mónica -César me habló con voz roncas- hice lo que me pidió y en el tablero del carro estaba mi ramo de flores, como todos los días.

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