Capítulo 30

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Mónica Griego:

Eran las 7:03 de la mañana, desperté con César a mi lado, se veía guapísimo dormido. Lo moví levemente ya que quería ir al gimnasio, y pensé en preguntarle si deseaba acompañarme.

Mónica: buenos días amor -dije moviéndolo levemente- quieres acompañarme al gimnasio?
César: claro que si preciosa -dijo sonriendo y restregando sus ojos.
Nos cambiamos y salimos del departamento para dirigirnos hacia el gimnasio.

Nos vestimos así

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Nos vestimos así. Estuvimos calentando un poco, luego de esto hicimos un rutina de pierna y 20 minutos después una caminata en la caminadora.
Mónica: a las 10:30 tengo que estar en la boutique, me acompañas flaco?
César: obviamente mi amor -espero que Juan Pablo no sea un problema pensé.

Llegamos a mi departamento, preparé el desayuno mientras César tomaba una ducha, luego de comer él se ofreció a lavar la loza mientras yo decidí ir a bañarme, salí y me cambié, elegí este outfit.

Camine hacia la sala donde César ya me estaba esperando

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Camine hacia la sala donde César ya me estaba esperando.
Mónica: nos vamos? -pregunté tomando mi bolsa que estaba en la mesa de centro, César me observaba de pies a cabeza - disfrutas la vista?
César: claro -dijo tomando mi mano haciéndome dar una vuelta- me encantan tus nalgas -automáticamente sentí mi cara ponerse roja, él soltó una pequeña risa burlona - no te me pongas nerviosa mi reina.
Mónica: es que tú, las cosas que dices -puse mis manos sobre sus hombros y el puso una mano en mi cintura y con la otra apretó mi nalga derecha- César!! -exclamé.
César: estas nalgona mija, déjame disfrutar - César tomó mis labios con los suyos y empezamos a besarnos intensamente, bajo su otra mano hacia mis glúteos y los apretó, todo estaba subiendo de tono y más porque nuestras lenguas chocaban entre sí.
Mónica: ya es tarde amor -dije cuando sentí que una de sus manos llegaba hacia mi pecho - Juanpa no tarda en llegar.
César: no menciones a ese cabron cuando tengo ganas de hacerte el amor - se quejó ya con la mandíbula apretada.
Mónica: lo siento pero tenemos que irnos bebé
César: está bien -bufo- pero todo esto es mío -dijo apretando nuevamente mis nalgas por lo cual yo sonreí asintiendo.

Nos subimos al carro de mi novio y él condujo hacia la plaza donde se encuentra la boutique, ya estaba la camioneta de Juan Pablo estacionada ahí. Subimos hacia la boutique y Verónica estaba en la parte de afuera limpiando la vitrina y me indicó que Juan Pablo ya estaba dentro.
Mónica: buenos días -dije entrando a la boutique, César me tenía rodeada con sus brazo de la cintura y me apegaba a su cuerpo. Juan Pablo estaba de espaldas hacia nosotros, nunca esperé ver lo que estaba por suceder, cuando Juanpa se dio la vuelta sonriendo vi que en sus manos llevaba un pequeño ramo de rosas, cuando vio a César automáticamente su sonrisa se borró, sentí a mi novio tensarse y apretarme más hacia él cuando diviso el ramo. Definitivamente habrían problemas hoy.
César: qué pasó plebe se te borró la sonrisa -dijo en tono molesto, ya estaba rojo y con la mandíbula tensa.
Juanpa: buenos días Mónica, te traje un pequeño detalle por cliente frecuente - dijo ignorando a César por completo y ofreciéndome el ramo.
César: mi novia no necesita que cualquier cabron le de flores para eso me tiene a mi -dijo arrebatándole el ramo a Juanpa de las manos.
Juanpa: que pedo plebe? Solo es un detalle, ya llevamos dos años trabajando juntos y es una de mis mejores clientas, porque tan inseguro? -que estupidez dijo pensé.
César: yo estoy seguro de lo que tengo, simplemente mi mujer no necesita que alguien más la esté cortejando -dio un par de pasos hacia delante y si yo no intervenía esto pararía en golpes.
Mónica: bueno bueno, ya empecemos Juanpa hay mucho por hacer -dije para que empezáramos a trabajar y no seguir con este momento incómodo.
Transcurrió la mañana y poco de la tarde, gracias al cielo Juan Pablo no intentó más cosas conmigo, pero a pesar de esto César no la estaba pasando nada bien, estaba celoso y no podía dejar de observar cada movimiento de Juan Pablo, su cara estaba enrojecida y se sentía la tensión, gracias a Verónica que nos ayudó a terminar más rápido.
Como 45 min después Juan Pablo se retiró, lo único que quería es que César cambiara su actitud así que decidí que tuviéramos una cita exprés, quiero a mi novio feliz y también quiero consentirlo.
Mónica: oye flaquito, quieres ir a comer a las hamburguesas que están acá cerca? - César volteó a verme ya que sabía que le encantaba ese lugar - y luego podemos ir al acuario -agregué.
César: claro que quiero ir princesa -dijo tomándome por la cintura, automáticamente puse mis manos en su cuello.
Mónica: discúlpame por lo que pasó con Juan Pablo, no me lo esperaba.
César: está bien nena, no es tu culpa, pero no me gusta que esté wey tenga otras intenciones contigo preciosa.
Mónica: pero no te preocupes amor, es un trato meramente laboral.
César se acercó a mí para besarme, amo besarlo sus labios me encantan. Salimos de la boutique y fuimos por unas hamburguesas que estaban deliciosas, luego subimos al carro de César y llegamos al acuario, cuando llegamos ahí una muchacha que trabaja acá le pidió una foto a mi novio, estuvimos caminando entre risas y besos y nos tomamos fotos.
César: te amo preciosa -dijo para luego darme un tierno beso en la frente.
Mónica: te amo César.
César: mañana tengo una tocada acá en Phoenix, me acompañas?
Mónica: claro que si guapo -dije sonriendo y tomando su mano mientras salimos del acuario.

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( imaginen que es César y Mónica)

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( imaginen que es César y Mónica)

Luego de eso cenamos unos tacos y César me llevó hacia mi departamento ya que mañana tenía una tocada en el centro de Phoenix. Hice mi skin care, me puse la pijama, me acosté y le mandé un mensaje de buenas noches a mi novio luego de esto me quedé profundamente dormida.

My soulmate 🤍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora