Capítulo 53

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Mónica Griego:

Estamos en la casa de mi suegra comiendo tacos de birria, César y yo queríamos dar la noticia el día de hoy, así que sólo estábamos esperando que todos terminen de comer para poder darles la sorpresa.
Mi sobrino corría por el patio con arion, todos le dábamos una miradita ya que la piscina está cerca.
Vanessa esta muy embarazada, faltaban un par de días para su cesárea y todos estaban muy contentos y en especial Cristhian, Paola estaba acariciando su pancita y ya todos estaban terminado de comer, César se levantó de la mesa y salió a traer la cajita de sorpresa que teníamos para Ramón y Paola, en lo que César regresaba ella seguía acariciando la pancita de Vane.
Paola: ay que dicha tenemos con nuestros nietecitos, solo me faltan los de la Luna y el César.
Ramón: la Luna hasta que cumpla 40, mejor solo quedémonos con los de los plebes.
Luna: papi yo si me quiero casar.
Ramón: no a la chingada.
Paola: Ramooooon.
Ramón: mejor lo dejamos con que solo faltan los del César, apúrense plebes -dijo en voz alta, César ya estaba regresando a donde estábamos todos.
César: ya ya, mejor miren lo que les trajimos la Mónica y yo - Ramón y Paola estaban sentados una a la par del otro y César puse la cajita sobre la mesa enfrente de ellos.
Paola: a ver qué es pues -dijo abriendo la caja y leyendo en voz alta "hola abuelitos aún no nos conocemos pero ya sé que los amo, nos vemos pronto" - Dios mío! La Mónica esta embarazada mijo?
Ramón: tendremos otro nieto plebes, de verdad? -dijo levantándose de su silla.
Mónica: sorpresa serán abuelos por cuarta vez -dije con una sonrisa mientras César me abrazaba por la espalda.
César: Mónica tiene 5 semanas de embarazo plebes.
Todos se levantaron de la mesa y nos felicitaron muy alegres, estaban bien piñados porque la familia Parra estaba creciendo, sobre todos los abuelos porque estaban felices por sus 4 nietos.

César Parra:

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César Parra:

Había pasado un mes desde que le dimos la noticia a mi familia, Mónica ya le había contando a su tía y primas y todos estaban muy felices.
Hoy nos tocaba el primer control médico de nuestro bebé, así que nos estábamos alistando para ir con la Dra. Smith, Mónica está en el baño terminando de arreglarse.
Mónica: ya estoy lista flaco -dijo saliendo de baño.

César: te ves hermosa mi amor -dije acercándome a darle un beso

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César: te ves hermosa mi amor -dije acercándome a darle un beso.
Mónica: gracias mi amor, te amamos -su mirada estaba llena de amor y ternura.
César: también los amo nena, son todo para mí -mi chula y yo estábamos demasiado felices con la llegada de nuestro bebé, lo único que me preocupaba es que la pancita de Mónica seguía intacta, su abdomen era plano.
Salimos de la casa, directo al consultorio de la Dra. Smith, cuando llegamos ahí la secretaria nos hizo pasar de inmediato.
Dra. Smith: buenos días papis, como están?
César: buen día doctora, estamos muy felices por la noticia.
Mónica: si estamos felices doctora, queremos conocer ya a este pequeño o pequeña.
Dra. Smith: okay, realizaremos una ecografía y unos estudios de sangre, te recomendaré unas vitaminas y una dieta para el crecimiento de este lindo bebé.
Mónica se recostó sobre la camilla y descubrió su vientre, la doctora pasó el aparato por todo su vientre como buscando algo.
Dra. Smith: acá estás bebé -dijo enfocando la imagen de mi pequeñín.
Mónica: qué lindo está muy pequeño -dijo con sus ojos llenos de lágrimas y apretando mi mano.
Dra. Smith: quieren escuchar su corazón?
César: claro que sí.
Un pequeño golpeteo se escuchó, era una sensación hermosa y gratificante.
Dra. Smith: su corazón es fuerte, pero su peso y tamaño es muy poco para estas 9 semanas, necesito que te alimentes bien Mónica, ya que este pequeño es muy frágil.
La preocupación corrió por mis venas.
César: pero él o ella estará bien doctora?
Dra. Smith: con los cuidados necesarios será un embarazo comprometido pero estarán bien -dijo pasándole una toallita a mi mujer para que limpie su vientre, el cual ayude a limpiar.
La cara de mi chula estaba llena de preocupación y tenía lágrimas en sus ojos, se puso de pie y nos sentamos frente al escritorio de Dra. Smith a esperar que nos diera la receta.

Salimos del consultorio y le abrí la puerta del carro a Mónica.
César: qué pasa nena? Porque estás tan callada?
Mónica: me preocupa mi bebé -dijo poniendo su mano sobre su vientre- no quiero que le pase nada César.
César: no le pasará nada chula, yo los voy a cuidar.

Han pasado un par de semanas, Mónica y yo nos encontramos en el súper mercado comprando lo necesario para la dieta de mi chula, ya íbamos a ir a pagar, cuando mi prima Andrea se nos acerca.
Andrea: hola plebes como están? -dice saludándonos con un beso en la mejilla a ambos.
Mónica: Andy que bueno verte, te perdiste.
César: si wey no mames, ya nada que nos visitas.
Andrea: es que he estado muy ocupada, pero ustedes deben estará súper felices, ya me entré de que serán papás, muchas felicidades plebes.
Andrea nos abrazo y felicito, cuando voltee a ver detrás de Andrea venía la gorda con una canasta llena de artículos del supermercado, les soy sincero plebes me puse muy nervioso ya que no le comenté a Mónica lo que había sucedido con la gorda, ella venía caminando hacia nosotros y se acercó a saludar.
Gorda: hola plebes, qué bueno verte César -Andrea le pegó con el codo y Mónica solo forzó una sonrisa.
César: hola gorda -dije moviendo mi mano, sé que últimamente mi chula no se siente de la mejor manera, pero hubiera preferido que no dijera nada, no es porque quiere ponerme del lado de la gorda, sino porque Mónica no sabía que había dormido en su departamento.
Mónica: porque no nos felicitas Elizabeth? -dijo con un tono de superioridad.
Gorda: y porque tendría que hacerlo?
Mónica: que no sabes? César y yo seremos padres - dijo poniendo mis manos sobre su vientre.
Elizabeth forzó una sonrisa y su rostro se desencajó por la notica.
Gorda: wow felicidades -dijo de una manera forzada.
Mónica: muchas gracias, quizás así puedas entender que César nunca se fijaría en ti de nuevo -dijo dando la vuelta para empezar a caminar.
Gorda: ah si?? Yo no estaría tan segura Mónica -mierda pensé, voltee a ver a la gorda suplicando con mi mirada que no le dijera nada a Mónica- porque no le preguntas a César con quien durmió el día que pelearon?
César: gorda por favor -dije con desesperación.
Mónica: a qué te refieres? -Elizabeth sacó su teléfono y le mostró una foto a Mónica, mía sin camisa y la gorda recostada en mi pecho.
Gorda: puedes ver la fecha aquí para que veas que no te miento -dijo señalando los detalles de la foto donde aparecía la fecha.
Mónica: César que es esto? -me miró y yo estaba paralizado no sabía cómo responder.
Gorda: puede que tu hijo tenga un hermanito pronto Mónica -esta vez fue la gorda quien se dio la vuelta y se alejó de nosotros, Andrea solo me miró con lástima y fue tras su amiga, Mónica ya tenía los ojos llenos de lágrimas.
Mónica: te acostaste con ella César? Me engañaste el día que peleamos?
César: nena todo tiene una explicación, por favor hablemos.
Mónica: no tenemos nada que hablar César, cómo pudiste? Vamos a tener un bebé -dijo ya con lágrimas en sus mejillas.
César: no es lo que parece chula -dije, Mónica se dio la vuelta y salió del supermercado a toda prisa, ella no estaba creyendo en mí y yo estaba odiándome por llamar a Elizabeth ese día, pero también estaba furioso con ella ya que ella estaba mintiendo, el miedo se instalaba en mi pecho, no quería perder a Mónica y a mi bebé, no sabía qué hacer.

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