El turno de Harper había sido largo y agotador, pero no podía dejar de lado su hábito. En su breve receso, decidió salir del hospital y cruzar la calle hacia la tienda de conveniencia para comprar unos cigarrillos. Aunque sabía que fumar no era lo mejor para su salud, era una de esas pequeñas cosas que lo ayudaban a lidiar con la tensión del día a día.
Mientras regresaba al hospital, vio a tres hombres rodeando a una chica en un callejón cercano. La joven, claramente aterrorizada, intentaba alejarse, pero los tipos se reían y seguían acercándose, con una intención más que evidente. La sangre le hirvió.
Harper (para sí mismo): "No puedo dejar que esto pase..."
Sin pensarlo dos veces, corrió hacia el grupo.
Harper: (gritando) "¡Oigan, déjenla en paz!"
Los hombres lo miraron con desprecio, pero Harper no se acobardó. Se lanzó hacia ellos, decidido a apartarlos de la chica. Lo que no había previsto era lo violentos que serían. En medio de la pelea, uno de ellos sacó un cuchillo y lo apuñaló en el abdomen. El dolor fue instantáneo, pero Harper siguió peleando. Golpes, patadas, costillas rotas… finalmente, los hombres huyeron, dejando a Harper desplomado en el suelo, sangrando y jadeando por aire.
La chica se fue corriendo, sin decir ni una palabra. Harper, tambaleándose, logró levantarse y se arrastró de regreso al hospital. Apenas logró llegar a la entrada antes de desplomarse nuevamente.
Cuando Kayla, Emily y el Dr. Collins lo vieron entrar con sangre empapando su ropa, casi colapsaron de la impresión.
Kayla: (corriendo hacia él) "¡Harper! ¡¿Qué demonios te pasó?!"
Harper: (con una débil sonrisa) "Chicos malos... malas decisiones... ya sabes, lo de siempre."
Kayla y Emily lo ayudaron a entrar rápidamente a la sala de emergencias, mientras el Dr. Collins pedía un equipo quirúrgico de inmediato. Harper seguía sangrando y su respiración se volvía cada vez más dificultosa.
Emily: (revisando las heridas) "Tiene una apuñalada en el abdomen y… parece que también tiene algunas costillas rotas. ¡Idiota! ¿En qué estabas pensando?"
Harper: (intentando bromear) "¿Qué puedo decir? No soy un gran peleador..."
Kayla: (frunciendo el ceño mientras lo regaña) "¡No solo hiciste una estupidez al meterte en una pelea, sino que además perdiste! ¿Te das cuenta de lo fácil que podrías haber muerto? ¡¿Quién va a reemplazarte si mueres, Harper?!"
Harper: (con una risa dolorida) "Yo también me pregunto eso..."
Dr. Collins: (cruzando los brazos, claramente enojado) "¿Eres un médico o un superhéroe de bajo presupuesto? Harper, la próxima vez que te metas en una pelea callejera, al menos gana. Y no vuelvas a salir sin pensar."
Kayla: (agarrando su brazo con preocupación) "Es en serio, Harper. ¿Qué habríamos hecho si no hubieras regresado a tiempo? Ya no estamos para perder amigos por cosas tan estúpidas."
Harper cerró los ojos, medio inconsciente, mientras el equipo lo preparaba para cirugía. Las bromas y los regaños se sentían distantes, pero las voces de sus amigos lo reconfortaban.
Harper: (en un susurro) "Lo siento... chicos..."
Kayla, Emily y Collins lo miraron, sus rostros llenos de preocupación.
Emily: (con un tono más suave) "Solo no vuelvas a hacer algo así, Harper. No podemos perderte también."
Horas más tarde, Harper estaba en recuperación. La cirugía había sido exitosa, aunque sus heridas tardarían en sanar. Su equipo estaba aliviado de que hubiera sobrevivido, pero las heridas emocionales de su temeridad quedaban en el aire.
Kayla, sentada junto a su cama, observaba a su amigo dormido.
Kayla: (en voz baja) "No sé qué haríamos sin ti, Harper. Pero por favor... deja de intentar ser un héroe. Nos necesitas tanto como nosotros a ti."
La sala de recuperación estaba en silencio, y Kayla, cansada y preocupada, se quedó sentada, decidida a vigilar a Harper durante toda la noche.
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Between life and death
Short StoryUna médica cirujana de 23 años se embarca en el hospital mas famaso y conocido de toda américa siendo la más joven.