sick obsession

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Las tardes en el hospital nunca eran predecibles

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Las tardes en el hospital nunca eran predecibles. Había días de calma donde las horas parecían arrastrarse y otros donde el caos parecía brotar de cada rincón. Aquella tarde, una llamada de emergencia había desbordado el área de emergencias. Una joven pareja había sido ingresada tras lo que, inicialmente, parecía un accidente doméstico. Pero pronto, las grietas en su historia comenzaron a mostrarse.

caminaba rápidamente por los pasillos, con los informes en mano.

Kayla: (pensando) "Adolescentes y relaciones. Siempre una combinación complicada, y peor cuando las cosas se salen de control."

Cuando llegó a la sala, encontró a dos adolescentes en camillas separadas. La chica, Emily Grant, de 17 años, tenía el rostro lleno de lágrimas y un brazo enyesado, mientras que el chico, Liam Harris, de 18, estaba sedado después de haber perdido el control por completo.

Kayla: (pensando) "Esto no será sencillo."

Comencé mi evaluación con Emily. Su mirada estaba perdida, y aunque intentaba mantenerse calmada, sus manos temblaban visiblemente.

Kayla: "Emily, soy la doctora Kayla King. ¿Puedes decirme qué ocurrió?"

Emily tragó saliva y evitó mi mirada.

Emily: "Fue... un accidente. Liam no quería hacerme daño. Estaba molesto, eso es todo."

Su respuesta fue un claro intento de justificar lo que había pasado. Decidí no presionarla de inmediato, pero necesitaba llegar al fondo de la situación.

Kayla: "Emily, las contusiones en tu rostro y el yeso en tu brazo no parecen ser resultado de un simple accidente. ¿Hay algo que quieras decirme? Todo lo que me cuentes queda entre nosotros."

Emily finalmente levantó la mirada, y vi el miedo en sus ojos.

Emily: "Liam... Liam estaba convencido de que yo lo estaba engañando. Encontró un mensaje en mi teléfono de un amigo de la escuela, y... perdió el control."

Mi estómago se contrajo al escuchar eso. Relaciones jóvenes, inseguridades, celos descontrolados... era una combinación peligrosa.

Mientras Emily hablaba, los gritos desde el pasillo me hicieron salir corriendo. Liam había despertado de la sedación y estaba furioso, intentando quitarse los cables que lo mantenían monitorizado.

Liam: "¡Emily! ¿Dónde está Emily? ¡Quiero verla! ¡Tengo que hablar con ella!"

Intenté acercarme con calma, pero su mirada era pura ira.

Kayla: "Liam, necesito que te calmes. Emily está bien, pero necesitas quedarte aquí mientras revisamos tus signos vitales."

Liam: "¡No me importa lo que digas! Ella me traicionó. Yo la amo, y ella me traicionó."

Había algo escalofriante en su tono. Era un amor obsesivo, uno que había cruzado la línea de lo saludable.

Volví con Emily después de que Liam fuera nuevamente sedado. Decidí ser directa con ella.

Kayla: "Emily, lo que estás viviendo no es amor. Nadie que te ame debería lastimarte, ni física ni emocionalmente."

Emily comenzó a llorar, y en medio de sus sollozos, soltó una confesión que me dejó helada.

Emily: "Yo no lo engañé, pero... dejé que pensara que sí. Estaba cansada de que siempre me controlara, de que revisara mis cosas, de que me llamara cada cinco minutos. Quería que entendiera lo que se sentía."

Kayla: (pensando) "Esto es más profundo de lo que imaginé. Ambos están atrapados en una dinámica destructiva que puede terminar mucho peor."

Las horas pasaron, y mientras revisaba los informes de ambos, no podía dejar de pensar en cómo la obsesión había llevado a esta pareja a un punto tan crítico. Liam había desarrollado una dependencia emocional peligrosa, mientras que Emily, en su desesperación por recuperar el control, había optado por una estrategia que solo alimentó los celos de Liam.

Decidí que ambos necesitaban una conversación, pero no juntos. Fui primero a ver a Liam, que estaba más tranquilo después de la segunda sedación.

Kayla: "Liam, ¿sabes que lo que hiciste estuvo mal, verdad?"

Él evitó mi mirada, su rostro lleno de vergüenza.

Liam: "No quería hacerle daño. Pero cuando vi ese mensaje... me sentí traicionado. Ella es todo para mí."

Kayla: "Liam, amar a alguien no significa controlarla. Si realmente amas a Emily, necesitas aprender a confiar en ella y darle su espacio. ¿Estás dispuesto a buscar ayuda para manejar tus emociones?"

Él asintió lentamente, aunque no estaba segura de cuánto entendía realmente.

Luego fui con Emily y le hice la misma pregunta.

Kayla: "Emily, ¿estás dispuesta a buscar ayuda para entender por qué sigues en esta relación y cómo puedes protegerte?"

Ella también asintió, pero el miedo seguía reflejado en sus ojos.

Mientras caminaba por los pasillos, no podía evitar sentir un nudo en el estómago. Las relaciones adolescentes eran complicadas, pero esta en particular me preocupaba. Era una mezcla peligrosa de obsesión, inseguridad y manipulación emocional que, si no se abordaba, podía tener consecuencias devastadoras.

Pensé en mi propia vida y en cómo lidiar con los sentimientos complicados era difícil incluso para los adultos. Pero para dos jóvenes como ellos, sin la madurez emocional necesaria, el amor podía convertirse fácilmente en algo tóxico y destructivo.

Kayla: (pensando) "Tengo que hacer todo lo posible por ayudarlos, pero al final del día, dependerá de ellos cambiar."

Kayla: (pensando) "El amor puede ser hermoso, pero también puede destruir. Espero que encuentren la manera de amar de una forma que no los consuma."

Between life and deathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora