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El ambiente festivo del aniversario aún resonaba en el hospital. Las risas y las notas de la música todavía parecían flotar en los pasillos, pero la mañana siguiente trajo consigo un aire de incertidumbre y tensión. El hospital, como siempre, no dormía, y las noticias urgentes nunca tardaban en llegar.
Kayla estaba revisando unos expedientes en su oficina cuando recibió una llamada en el teléfono de la sala. Era Clarissa, la obstetra, con una voz que sonaba más tensa de lo habitual.
Clarissa: "Kayla, necesito que vengas a la sala de reuniones de inmediato. Ha llegado un comunicado del consejo directivo, y creo que va a cambiar las cosas."
El tono de Clarissa no admitía preguntas, y Kayla dejó los expedientes a un lado rápidamente, el corazón latiéndole un poco más rápido de lo normal. Caminó por el pasillo, esquivando a residentes y enfermeras que iban y venían con prisa. La sala de reuniones estaba llena. Emily, Harper, el Dr. Collins y otros médicos de diferentes departamentos se encontraban reunidos, algunos murmurando entre ellos mientras esperaban.
El director del hospital entró poco después, con expresión grave y un sobre en la mano. Se aclaró la garganta y miró a todos, sus ojos reflejando una mezcla de preocupación y determinación.
Director: "Gracias a todos por venir tan rápido. Lamento interrumpir sus labores, pero esta es una situación que no podía esperar. Hemos recibido la notificación de un traslado inesperado. Uno de nuestros mejores médicos ha sido solicitado para un proyecto especial en el extranjero, que podría traer grandes beneficios a nuestro hospital y al campo de la medicina."
El silencio se hizo palpable. Kayla sintió que el aire se tensaba a su alrededor mientras cada uno de los presentes trataba de adivinar quién podría ser el elegido. La respuesta no tardó en llegar.
Director: "El Dr. Collins ha sido solicitado para encabezar una misión médica en colaboración con un centro de investigación en Suiza. Se trata de un proyecto de cardiología avanzada que podría revolucionar los tratamientos actuales."
Los ojos de Kayla se abrieron con sorpresa, y su estómago se revolvió. Miró al Dr. Collins, quien mantenía una expresión imperturbable, aunque una sombra de emoción cruzó sus ojos. Era evidente que él ya lo sabía, y que lo había estado guardando en silencio.
Harper: (murmurando) "¿El Dr. Collins? No puede ser…"
Emily: "Esto es... increíble y terrible al mismo tiempo."
Kayla: (sintiéndose abrumada) "¿Cuándo... cuándo se va?"
El director tomó una respiración profunda antes de responder.
Director: "El traslado es inmediato. El Dr. Collins partirá en menos de una semana."
La noticia cayó como una losa. Para Kayla, Collins era más que un mentor; era una figura paterna en el hospital, alguien que siempre había estado allí para ella y el resto del equipo. La idea de su partida la dejó con una sensación de vacío y desamparo.
Dr. Collins: (con una leve sonrisa) "Sé que esto es sorpresivo, pero quiero que sepan que esto no es un adiós definitivo. Esta oportunidad es algo que no podía rechazar, pero seguiré en contacto y regresaré cuando el proyecto lo permita."
El murmullo de las voces llenó la sala mientras los médicos y el personal digerían la noticia. Kayla miró a Collins, sintiendo una mezcla de orgullo y tristeza. Sabía que esto era lo mejor para él, pero no podía evitar sentirse traicionada por la forma abrupta en que todo estaba sucediendo.
Cuando la reunión terminó, Kayla salió al pasillo con la cabeza llena de pensamientos. Harper y Emily la siguieron de cerca, sus expresiones reflejando la misma confusión y tristeza.
Harper: (tratando de sonreír) "Esto es... bueno, ¿verdad? Es un gran paso para él."
Kayla: (suspirando) "Sí, es increíble para él. Pero... ¿y nosotros? ¿Cómo manejaremos todo esto sin él?"
Emily: "Lo haremos como siempre lo hemos hecho, Kayla. Un paso a la vez."
El resto del día transcurrió en una especie de neblina. Todos en el hospital hablaban del inminente traslado del Dr. Collins, y el ambiente, que antes era de celebración, se volvió melancólico.