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El caos en la habitación de Harper era evidente. Las risas de Kayla y Emily resonaban por los pasillos mientras jugaban con las almohadas y bromeaban con Harper, pero ese ambiente relajado y despreocupado no pasó desapercibido por el Dr. Collins. Él, siempre con un semblante serio, había oído el ruido y, como jefe del equipo, decidió que era hora de poner un poco de orden.
La puerta se abrió de golpe, y ahí estaba el Dr. Collins, con los brazos cruzados y una mirada que podría cortar el aire.
Dr. Collins: (con voz firme) "¿Qué diablos está pasando aquí?"
Kayla y Emily se detuvieron en seco, mientras Harper, siempre el bromista, intentaba no soltar una carcajada. Collins les lanzó una mirada tan severa que incluso Harper supo que no era el momento para comentarios.
Kayla: (rápidamente, tratando de sonar profesional) "Solo estábamos... asegurándonos de que Harper se mantuviera entretenido mientras se recupera."
Dr. Collins: (arqueando una ceja) "¿Entretenido? ¿Y este desastre es parte del tratamiento?"
Emily, que solía ser más sarcástica que Kayla, decidió que lo mejor era quedarse callada por una vez. Pero el Dr. Collins no iba a dejar que se salieran con la suya tan fácilmente.
Dr. Collins: (señalando a Harper, que estaba rodeado de almohadas como si fuera un rey en su trono) "Harper está aquí porque tomó una decisión increíblemente estúpida al meterse en esa pelea. Y ustedes dos, como médicos, deberían saber mejor que fomentar este tipo de comportamiento infantil."
Harper: (tratando de defenderse, aunque claramente disfrutando del caos) "Vamos, Doc, solo me estaba... relajando un poco."
Dr. Collins: (interrumpiendo a Harper) "Relajarte no significa convertir esta habitación en un circo."
Emily: (intentando suavizar la situación) "Dr. Collins, sabemos que fue una tontería lo de Harper, pero él ha estado mejorando, solo queríamos asegurarnos de que se sintiera cómodo."
Dr. Collins: (mirando fijamente a Emily) "¿Cómodo? Lo que Harper necesita es disciplina, no almohadas extra."
Kayla: (tratando de cambiar el enfoque) "Sabemos que lo que hizo fue irresponsable, pero también es nuestro amigo. Queremos que se recupere bien, y parte de eso es apoyarlo."
El Dr. Collins suspiró profundamente, claramente debatiéndose entre el deber profesional y el hecho de que entendía la camaradería entre ellos.
Dr. Collins: (con tono más suave, pero aún firme) "Entiendo que quieran ayudar a Harper, pero deben recordar que este es un hospital, no un parque de diversiones. Si alguno de ustedes hubiera actuado de esta manera con otro paciente, no estaría siendo tan indulgente."
Kayla y Emily asintieron, sabiendo que tenían razón, pero aún sin arrepentirse completamente de haber intentado animar a Harper.
Dr. Collins: (mirando a Harper con severidad) "Y tú, Harper, la próxima vez que decidas hacerte el héroe, asegúrate de que no termines siendo el paciente."
Harper: (con una sonrisa) "Lo intentaré, Doc. Lo intentaré."
El Dr. Collins negó con la cabeza, claramente sabiendo que Harper era un caso perdido en cuanto a disciplina, pero también sintiendo un poco de respeto por el lazo que mantenía al equipo unido.
Dr. Collins: (antes de salir de la habitación) "Y chicas... la próxima vez que lo visiten, mantengan la habitación en orden. La recuperación también implica que Harper siga las reglas."
Kayla: (sonriendo mientras se da vuelta hacia Emily) "¿Sabes qué? Creo que Collins solo quería venir a regañarnos para tener algo que hacer."
Emily: (bromeando) "Probablemente. Aunque fue bastante indulgente considerando que estábamos a punto de hacer una guerra de almohadas."
Las dos se rieron mientras Harper se echaba hacia atrás en la cama, sabiendo que, aunque le habían regañado, había disfrutado cada segundo del caos. Y aunque Dr. Collins había sido estricto, todos sabían que, en el fondo, también se preocupaba por ellos.
Kayla: (mirando a Harper con una sonrisa) "Bien, señor desastre, mejor sigue las órdenes, o Collins nos matará a las tres."
Harper: (sonriendo de vuelta) "Lo prometo... por lo menos hasta que se vaya de guardia."
Y así, con el regaño aún fresco en sus mentes, pero con el espíritu inquebrantable de la amistad entre ellos, el equipo volvió a enfocarse en lo más importante: su trabajo, su recuperación y, por supuesto, seguir cuidando de los suyos, en cualquier circunstancia.