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Kayla, Emily y Harper se movían por los pasillos del hospital con una mezcla de prisa y nerviosismo. Los días desde que se anunció el traslado de Collins habían sido una mezcla de despedidas emotivas y preparación para lo que vendría. Todos en el equipo sabían que el hospital no podía quedarse sin un jefe de cirugía cardíaca, y los rumores sobre su reemplazo corrían como fuego.
Esa mañana, Kayla se dirigía al quirófano cuando vio a un hombre alto y delgado en el pasillo. Su cabello pelirrojo y perfectamente peinado, su bata blanca inmaculada y una expresión que irradiaba confianza hicieron que se detuviera en seco. Él estaba de pie, revisando un expediente con concentración, y un ligero fruncimiento en su ceño revelaba que estaba absorbiendo cada detalle.
Emily, que venía detrás de Kayla, casi choca con ella.
Emily: "¿Qué pasa? ¿Por qué te detienes de esa manera?"
Kayla asintió con la cabeza en dirección al hombre.
Kayla: "¿Ese es... el doctor que vino a reemplazar al Dr. Collins?"
El hombre levantó la vista al escuchar la conversación y clavó sus ojos en ellas. Tenía una mirada intensa, del tipo que podría hacerte sentir desnudo bajo un análisis clínico. Caminó hacia ellas con una sonrisa leve y segura.
Médico: "¿Doctor Collins? No, no lo estoy reemplazando, solo lo estoy... supliendo temporalmente. Soy el Dr. Alexander Roth. Vengo del hospital Mount Sinai en Nueva York."
Harper: (acercándose con una sonrisa burlona) "Bueno, Dr. Roth, espero que esté listo para más de un par de sustos en este lugar. Aquí no hay día tranquilo."
El Dr. Roth soltó una risa seca y asintió.
Dr. Roth: "Eso espero, Dr. Harper. Me encantan los retos."
Kayla sintió un leve escalofrío en la nuca. Había algo en la presencia del Dr. Roth que la inquietaba. Parecía tan diferente a Collins, quien siempre fue cálido y cercano con su equipo. Roth, en cambio, proyectaba una energía calculadora y precisa, como si fuera imposible que se dejara llevar por la emoción.
Kayla: (tratando de romper la tensión) "Bienvenido al equipo, Dr. Roth. Será... interesante trabajar con usted."
Dr. Roth: "Lo será, Dra. King. Lo será."
Los tres médicos lo observaron mientras se alejaba por el pasillo, su andar decidido y sin prisa. Emily dejó escapar un suspiro dramático.
Emily: "Bueno, esto va a ser diferente."
Kayla asintió, aún procesando la presencia del nuevo médico. Y mientras el día avanzaba, una cosa se hacía clara para todos: el hospital estaba a punto de experimentar un cambio drástico, y nadie sabía si eso era algo bueno o malo.
