O N C E

3 2 0
                                    

30 de agosto del 2020

💚✨Un pedacito de mí✨💚

Mi trasero hormigueaba por la hora que llevaba sentada en la orilla de la cama de mis padres. La película que veía papá, de un momento a otro se volvió muy buena, porque no le he quitado la mirada a la tele desde que me fui a sentar a su lado. Él pasó desapercibida mi presencia, no pude creer que no me sintiera rara. Una hora, una hora llena de nervios e incertidumbre fue el costo de un permiso.

—Y bueno... Yo quería... Sí, yo... —. La mirada de papá, tan seria y sin expresión, me hizo retractarme por un momento de mis palabras, pero seguí—: Quería saber si Pablo puede venir a la casa. Nos quedaremos afuera, en el quicio. Solo un rato...

—¿Cuánto tiempo? —su pregunta con tono árido me hace responderle de golpe.

—Una hora.

—¿Solo una hora?

—Sí.

—¿Y para qué lo quieres ver?

—Porque... —. No podía decirle la verdadera razón, porque para él, nos habíamos hecho novios en enero. Así que, aplicando mis técnicas de mentira, me excusé—: no estuve en su cumpleaños, y me gustaría entregarle su regalo.

—Está bien —. Se levantó de donde estaba acostado—. Una hora, Lena. Una hora.

—¡Gracias! —. Lo abracé, soltando el aire retenido en mis pulmones.

—¡Una hora!

—¡Qué sí! —. Le di una sonrisa, y cuando salí de la habitación, encontré a mi mamá con Dani, casi rezando. Con el pulgar arriba y un movimiento de cabeza, les hice saber que papá había aceptado.

(...)

Este regalo es muy distinto a los demás. No supe qué darle después de tantos meses en que perdimos la costumbre de nuestros detalles, pues solo hicimos videolllamadas para celebrarlo. Ahora, me encuentro con una caja verde, mediana, que lleva por nombre "La caja de recuerdos", que contiene eso, recuerdos. Metí tantos pude, pero el más especial, es el libro de "El tigre que le tenía miedo a las gallinas" pues fue el libro que tomé prestado de la biblioteca de la secundaria hace un año, y que nunca devolví. Quise regalárselo porque ese mismo día nos hicimos novios.

Hace un año. Hace un año estaba tan llena de dudas, de ilusiones y de promesas, que creí que lo nuestro solo duraría una semana. Tantos problemas con Lyla, con mi inseguridad, con su frialdad repentina, me hicieron creer que esto solo duraría unos cuantos meses. Y ahora, teniendo un año conviviendo con él, me doy cuenta que es la persona con la que quiero compartir el resto de mi vida.

La cita es a las cuatro y media. Y desde la mañana estuve pendiente del celular por si le surgía algún contratiempo, pero afortunadamente, nada había pasado en esas largas siete horas. Él ya sabe dónde es mi hogar, y cuando el reloj marca la hora que pusimos, no hay fuerza humana que me quite de la ventana. Vestida con algo casual, sin flequillo y con el cabello lacio, estoy que me tiro a la calle para poder asomarme mejor.

En cuanto veo uno de sus pies pisar la esquina de mi casa, me escondo. No puedo con los nervios que se acumulan en mi estómago, y no hago más que cubrirme la boca para ocultar mi emoción. Asomo apenas el ojo derecho para saber sí ha llegado, y enfrente de mi, veo a Pablo con la camisa de cuadros rojos con la que lo conocí, y un ramo de rosas para mi mamá.

Está frente a la casa vecina, solo que un poco más alejado de ella, en un rincón característico. Asomado, no deja de sonreírme, esperando a que baje para poder abrazarlo. Su imagen con las rosas y su sonrisa, se queda grabada en mi mente como una de las más hermosas que he visto.

¿Quién iba a decir, que ese sería su lugar común para esperarme?

(...)

—¡Feliz aniversario, my love! —. Lo abrazo una vez estoy en el quicio donde es nuestro punto de encuentro—. Cuánto anhelaba abrazarte.

—Yo moría por verte —. Un beso rápido y discreto va a mi mejilla, pues le advertí que no quería besarme fuera de mi casa por respeto—. No sabes lo feliz que he sido en todo este año.

—Tú me has hecho el doble de feliz, creéme.

—¿A poco sí?

—Sí —le confirmo, dándole mi caja con el regalo—. Espero te guste.

—Me encantará, Le —. Nos sentamos, y hasta esa acción tan simple entre nosotros hace unos meses, se nos hace tierna y tímida—. Pero a alguien le encantará más todo lo que he preparado para ella.

—¿Los plumones?

—Interesada —. Se quita la mochila que trae consigo, dejando las rosas a un lado. Yo me río ante su mirada despectiva, muriéndome de la emoción—. Aquí están las rosas que acordamos para tu mami. Estos son los chocolates para tu papá y para tu tía, y esto es para Dani —. Me entrega un paquete de crayolas y un dibujo para colorear.

—Clean...

—Y la mejor parte... Tambores, por favor —. Se burla de mi cuerpo impaciente para ver la sorpresa, y una vez fuera de la mochila, ahogo mi grito.

Los paquetes que me enseñó la otra noche en la llamada están sobre sus piernas, y después de haberlos visto en publicaciones de Instagram o videos de YouTube, parecen tan irreales. Estoy alucinando con cada uno de ellos, pero dejo de prestarles atención cuando de su mochila mágica siguen apareciendo más cosas.

—Te compré este de treinta y seis. No sé qué tan buenos sean, pero no quería dejarlos pasar. También, te compré estos resaltadores de zanahoria —. Ruedo los ojos del éxtasis que estoy sintiendo ante tantos regalos—. Unas crayolas pastel, otros marcatextos pasteles, unas cintas decorativas y... Esta pluma que te compré en la ciudad de mis padres —. De su bolsa, saca una pluma con brillos de unicornio—. ¿Te gustó?

—No —le digo con desdén. Él levanta las cejas, ofendido. Quito mi cara de mujer exigente y le suelto una sonrisa junto con un abrazo, tan fuerte que por poco se cae—. ¡Es el mejor regalo que me han dado en la vida!

—Te prometo que cada que vea papelería bonita, te compraré algo. O si no tengo dinero, estoy seguro que me acordaré de ti.

—Te amo, te amo, ¡te amo! —. Y una lluvia de besos, es la respuesta ante gran declaración de amor.

(...)

Pablo, ¿te sigues acordando de mí cada que vez papelería bonita? Porque yo te recuerdo en cada plumón que llevo conmigo todos los días. Porque en mi vida, siempre hay un pedazo tuyo.

💜💚Datos curiosos💜💚

1- La caja de recuerdos no tiene foto, así que no podré mostrarla en la multimedia.

2- Les dije que guardaran en su mente el título de ese libro tan peculiar.

3- Lo último lo escribí hace unos meses y leerlo ahora me dio un golpe bajo.

MoonCat IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora