T R E I N T A Y D O S

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24 de enero del 2022

💚✨Pablo tiene celos de los árboles✨💚

Mi primer día con diecisiete sí que sería emocionante: me vacunarían contra esa enfermedad tan horrible por segunda vez, y lo mejor de todo, es que podría ver a Pablo en la aplicación de la misma, lo que significaba estar a su lado por mucho tiempo.

Tan temprano, el sol matutino nos da en la cara mientras esperamos nuestro turno fuera del centro en el que nos habían citado. El aire es algo helado, y yo, con el cabello rojo y mi atuendo café, no dejo de ver al rededor: las hojas de los árboles moviéndose con el viento, el sol dorado alumbrando las banquetas, las personas charlando, mi mamá sonriéndome del otro lado de la fila, el cielo azul intenso de un día soleado; el mundo es realmente bello, y lo es más cuando Pablo me habla de lo que le gusta...

—¿A quién estas viendo? —su pregunta, algo violenta, me despierta de lo que apreciaba y de su voz, confundiéndome.

—¿Cómo que a quién veo? —le pregunto con las cejas abajo, regresando mi vista a sus ojos—. Estoy escuchándote, solo veía a...

—¿A tu amigo? ¿Al tal "Juan Ca"?

—¿Juan Ca está aquí? —vuelvo a cuestionar con sorpresa, buscándolo.

—No te hagas, Lena, lo estabas viendo —su tono de vuelve algo agresivo pero muy moderado en el tono, y yo no estoy entendiendo nada.

—Dios, ni siquiera está aquí, Pablo. No hay nadie —. Y su mirada enojada me deja con miedo, nunca lo había visto así.

—¿Entonces estás viendo a los tipos que están enfrente?

—¿Qué?

—No te hagas, que te estaba viendo —murmulla, avanzando en la fila. Su postura tan seria me da tanto miedo, un miedo que no conocía.

—Pablo, estaba viendo los árboles, pero te estaba escuchando.

—Uy, sí, los árboles.

—¿Estás celoso?

—¿Debería? —. Se cruza de brazos, aplicándome la ley del hielo.

Le hablo, le hago bromas, le hago muecas, pero no suelta ni una sonrisa, ni siquiera por compromiso. No me siento halagada como sería lo normal ante unos celos evidentes, sino que me siento totalmente extrañada ante estos celos tan agresivos. Yo no miraba a nadie, incluso se inventó qué veía a un amigo de la secundaria que ni siquiera estaba ahí ¿qué rayos le pasaba a Pablo?

—¿Ya me vas a hablar o vas a seguir con tu cara de chango enojado? —le pregunto dándome la vuelta de la silla en donde nos han sentado. Él, detrás de mí, rueda los ojos.

—Sí, ya qué, Lena —. Intenta sonreír, aunque no le sale.

—Te juro que no estaba viendo a nadie ¿de dónde sacaste...?

—Ya, no hablemos de eso. Mejor dime ¿te gustan las inyecciones?

—Para nada, pero...

—Pues prepárate, que la aguja esta enfrente de ti.

Y así, la enfermera ataca a mi brazo sin piedad, enterrándome una aguja bastante filosa con un líquido que quema al pasar mi pobre piel. Pero incluso ese piquetote, no me dejó en shock tanto como esa reacción de Clean.

Una reacción bastante extraña.

Pero tan común.

💜💚Datos curiosos💜💚

1- Lena recuerda que ese día Pablo le dibujó un perro en el brazo. Él no le hablaba, pero solo la tocó para dibujar sobre ella.

2- En serio, para Lena fue espantoso lo que estoy por narrar, pero yo estoy muy emocionada. Agárrense, que ya se viene lo dramático.

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