15 de agosto del 2021
💚✨Heridas invisibles✨💚
Una figura femenina, tan delgada como una modelo, es lo que veo ahora en mi celular. Su vestido entallado la hace lucir unas hermosas curvas, su cabello corto y su maquillaje muy bien hecho, me hacen apagar la pantalla.
Cada mujer que me aparece ya sea en la televisión, en redes, o afuera de mi hogar, y esta es delgada, asumo que no tiene los mismos problemas que ahora tengo. Me comparo hasta con la modelo que aparece en el shampoo, y me gustaría decir que estoy bromeando, pero no. Este problema se ha agrandado tanto, que no pienso en otra cosa que en ser delgada.
La pandemia no me ha venido nada bien, el peso que tenía en la secundaria a aumentado, al menos, diez kilos. En aquellas épocas doradas, mi abdomen se marcaba, era feliz, era preciosa, no tenía problemas. Ahora me siento tan gorda, tan flácida, tal y como me llamaban en esos tiempos por mera envidia. Lamentablemente, ahora eso se ha hecho realidad.
No puedo dejar de comer. Cada que me propongo regular mis porciones, termino por atascarme de comida hasta dejar de sentir los dientes de tanto masticar. Pero no la vomito después. Solo me quedo quieta, analizando lo que he hecho. Trago, trago, y trago, y cuando quiero dejar de hacerlo, hay una voz diabólica que me incita a seguir metiéndome cantidades de comida exageradas a la boca.
Una vez termino de comer, me acuesto horas a ver Tik Toks, mismos donde muestran a mujeres y chicas de mi edad preciosas, sin un grano en la cara, con los dientes rectos, con un cuerpo de infarto, con ropa bonita y seguridad en ellas. Bajo el dedo tanto sea el aburrimiento posible, y mientras más bajo, mas de esas chicas me encuentro.
Harta de la situación, me voy a mi cuarto a "hacer ejercicio" pero no paso de la primera rutina. En lapsos del día, no hago más que ejercicios ridículos, me muerdo las uñas, tomo agua natural a litros y después, me dan náuseas. Tengo que aguantar las ganas de quitarme el estómago en un arranque, porque no quiero que nadie sepa por lo que estoy atravesando.
La ropa ya no me sienta bien. Solo quiero sudaderas holgadas, tan holgadas que solo resalte mi cabeza. He dejado de bailar porque me es imposible verme al espejo sin criticarme.
Y esto, esto es todos los malditos días desde que inició el año.
No dejo de golpearme en la cabeza. No dejo de arañar mi vientre, de enterrarme las uñas, de querer quitarme la piel de un jalón. Me arranco los cabellos y me digo que me odio, porque es la verdad. Me encantaría ser cualquier otra persona, menos yo. Odio mi cuerpo, y no sé en qué momento me convertí en este monstruo. La niña de catorce se ha perdido, y ahora está este mostodonte de dieciseis, que anhela desaparecer en un chasquido de dedos.
Nadie sabe de esto. Nadie puede ver las heridas de los rasguños de mi vientre, nadie sabe que mis cabellos ya se quedaron en la almohada de tanto que me los tiro. Nadie sabe de los pellizcos que tienen mis brazos, nadie se ha dado cuenta que, después de comer de esa forma, me quedo callada con una sonrisa, tratando de esconder el infierno mental que me causa comer. Acepto tanta comida me ofrezcan, y no puedo parar.
La piel me queda chica. Me quiero hacer pequeña, quiero enfermar. Quiero enfermarme de algo realmente peligroso para bajar de peso más rápido. Estoy viendo qué enfermedad es más letal para este tipo de cosas, porque estoy dispuesta a provocarla. Lo que sea, solo algo que me haga bajar de peso lo más rápido posible.
Mi límite llegó esta tarde, donde ya no puedo dejar de pellizcarme en áreas visibles. Estoy al borde de una crisis. Y al único al que puedo confiarle mi sentir, es a Pablo.
—Entonces, amor... Ya no puedo con esto, es más fuerte que yo. No quiero dejar de comer, no quiero ser anoréxica, no quiero recurrir a la bulimia... Solo, solo quiero ser feliz con lo que soy —termino mi confesión, ocultando detalles fuertes que conté en un inicio.
Estoy mirando al techo con la voz entrecortada, acariciando mi vientre, sintiendo las heridas que le he provocado. Cuando Pablo no me responde en diez segundos, pienso que le ha impactado mi historia. Pero cuando volteo, está dormido.
—¿Pablo? ¿Pablo, te dormiste? —lo llamo, indignada. Él se despierta de un brinco.
—Oh, Lena, todo estará bien. Vente, duerme conmigo. No pienses cosas feas —. Se acurruca en la almohada—. Ya, todo estará bien.
—¿Escuchaste lo que te dije?
—Sí —contesta, masticando algo invisible, para después, volver a cerrar los ojos.
—¿Qué dije?
—Que extrañas bailar. Deberías de bailar más seguido, Le.
Ahí me doy cuenta que se quedó dormido apenas comencé a hablar. Y no ha sido la primera vez que pasa.
—Claro, bailar más seguido —digo con indignación, agarrando aire—. Bailaría si no me sintiera un cerdo con patas.
—¿Un qué?
—¡Un cerdo con patas, idiota!
—¡Oye! —. Al fin termina por despertar, enojado por mi insulto—. ¿Por qué me hablas así?
—¡Porque te conté algo muy importante para mi y te quedaste dormido! —le reclamo con susurro bastante fuertes—. Me quiero matar, Pablo. Ya no quiero, ya no puedo. Arráncame la puta boca para dejar de comer. Ayúdame, Dios, escúchame por lo menos. No sabes lo difícil que esto es para mí, no quiero decirle a nadie más, no quiero angustiarlos. Me quiero matar, Pablo.
—Le...
—No puedo creer que te hayas quedado dormido. Esta vez, no, no lo puedo creer —. Comienzo a llorar, llevando mis manos a la cara. Mi llanto se prolonga por minutos, siendo vista por un Pablo lleno de culpa—. Duermete. Mañana hablamos —logro decir entre sollozos.
—Lena... Mi amor...
—Puedo sola. Y yo siempre podré sola —musito, quitándome las manos de la cara—. No te preocupes, lo arreglaré.
—Lena...
—Yo siempre lo arreglo. No te preocupes.
💜💚Datos curiosos💜💚
1- La manera en cómo se expresa Lena es muy fuerte, y repito, no quiero hacer sentir mal a nadie.
2- Lena no le decía a su familia ya que no quería angustiarlos.
3- Este capítulo fue un resumen de todos los pensamientos autodestructivos y las autolesiones durante los seis últimos meses de Lena.
4- ¿Realmente las redes sociales son un problema más grande de lo que creemos?
ESTÁS LEYENDO
MoonCat II
Roman pour Adolescents💚💜SEGUNDA PARTE DE MOONCAT💚💜 Las dos semanas de vacaciones más extensas de la historia. El año en el que todo se detuvo, el año en el que el desastre comenzó: 2020 Después de que Lena y Pablo afrontaran los diversos retos para poder estar juntos...
