V E I N T I U N O

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21 de mayo del 2021

💚✨Era mucho lo que sentía✨💚

Lena actual:

Durante veintiún días quise cumplir mi palabra. Decidí ser mejor persona para Pablo, y esa "mejor versión de mí" debía de ser perfecta.
Estuve bailando cada mañana, y no quise dejar el baile nunca más. Estuve eliminando mis hábitos de atracones y mala relación con la comida, también estuve muy enfocada en la escuela y en mis historias. Estuve pensando en mis errores, en lo mal que me había visto al llamarlo "materialista" cuando la única que fue materialista fui yo, exigiendo regalos monetarios. Decidí estudiar a detalle cada pelea que tuvimos en el transcurso de un año y nueve meses, decidí pensar el por qué de tantas riñas, y quise perdonar cada falta de su parte que me había dolido.

Admiré cada regalo que me dio, incluso ese dibujo de Bruno que tanto odié en su momento. Estuve apreciando todos los detalles que había tenido conmigo siendo mi novio, y no dejé de escribirle en mi diario, que al final terminó por convertirse en la bitácora de Clean.

Puede sonar como una maravillosa historia de motivación, a la que podríamos titular: "Cómo mejorar tu relación en veintiún días".

Pero no se puede hacer eso. Las heridas no se cierran en tan pocos días. Los atracones y los malos hábitos no van a desaparecer en veinte días. El amor por el baile también tuvo fecha de caducidad.
Sin embargo, en ese momento de mi vida, creí que ya estaba mejor, y que, siendo una buena persona y una mejor versión de mí, Pablo me amaría más.

Al día veintiuno de nuestra separación, ya me era imposible pasar un solo minuto sin él. Recordando la fecha, siendo la misma del mensaje de "Me gustas" y su respuesta con un emoji, decidí mandarle:

Lena
7:59 pm
Tengo que decirte algo.
Te extraño, ya no puedo estar sin ti.
Es todo.

Podrán imaginar lo que pasó.
Una reconciliación preciosa, de esas, a las que una se aferra cuando dicen que hay que terminar una relación, pero no, nos hacemos a la idea de que justo esas charlas para arreglar las cosas es lo mejor de las peleas.
Estuvimos charlando durante toda la noche por mensaje, como hacía años no pasaba, pues nuestros desvelos casi siempre eran por voz. Me sentía enamorada de Pablo hasta los huesos, cada uno de sus mensajes expresando su añoranza hacía mí como yo la tuve hacía él, me hizo sentir que esos veintiún días de rehabilitación nos habían sentado bien.

"Era mucho lo que sentía" y no quería dejarlo, nunca más. Desde ese momento, a las tres de la mañana, me prometí que no iba a dejarlo, que no me iba a importar el costo de su amor, que yo podría pagarlo. Me juré, y le juré a Dios, que esto sería para siempre, y que lo iba a cuidar. Pablo se veía igual de dispuesto, así que no dudé ni un poco en firmar con tinta de sangre el contrato de serle incondicional hasta el último de mis alientos.

Pero no contaba que con veintiún días no se repara un corazón roto. No contaba que en esos veintiún días, mientras yo decidí mejorar para una mejor relación, él se dio cuenta que estando solo se sentía mejor.

Y si de algo estoy arrepentida, y si de un error  estoy consiente, es haber pedido ese maldito tiempo. Porque al parecer, eso fue lo que más me alejó de Pablo. En veintiún días, él se convirtió en alguien que desconocí desde esa primera pelea.

Esa primera pelee que fue el inicio de su arduo trabajo en hacerme infeliz. Ese primer "enojo" que fue el primer ladrillo para construirme una barrera.

Una barrera que nunca pude derribar.

💜💚Datos curiosos💜💚

1- ¿Les gustan los capítulos narrados por la Lena actual? Decidí que así fuera, pues como es parte de su terapia, creo que es bueno que asimile actualmente lo que sucedió en esos tiempos. Es como una voz en off de la películas mientras muestran escenas de los protagonistas llorando. Solo imagínense la voz de una chica melancólica cuando lean a la Lena actual. Así con suspiros y todo.

2- ¿Ya se dieron cuenta de la hora del mensaje?

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