8 de junio del 2022 (Parte I)
💚✨El desayuno de la confesión✨💚
A pesar de que ayer tuve un pésimo día gracias a la ruptura con Pablo, hoy, ocho de junio, no podía verse nublado con las malas rachas de la relación.
El ocho de junio, desde hace unos años, es mi día favorito; casi siempre me pasa algo interesante, y el simple nombre de este día, suena especial.
Por ser el último ocho de junio de mi adolescencia, tengo altas expectativas de lo que me depara. He visto el clima, y estará lleno de nubes y con poca probabilidad de lluvias, aunque no bajas. Si llueve este ocho de junio, terminaría por ser perfecto.Ayer, Ellie me pidió la tarea de Historia. Yo, a cambio de pasársela, le pedí que desayunarnos juntas esta mañana, pues me siento muy sola desde que la otra mitad del grupo llegara. Ella aceptó, y siendo las ocho con cuarenta minutos, estoy esperándola como una novia a su prometido en el altar.
—¿Le, vamos a desayunar? —Pablo me sorprende por la espalda. Me doy la media vuelta para encararlo, pues estoy en la entrada del edificio B.
—No, Clean, perdón. Quedé en desayunar con Ellie —. Él suelta una incrédula sonrisa, levantando las cejas con felicidad.
—¿Ya te animaste a hablarle?
—Ayer, sí... —. Tenerlo delante de mí me resulta un poco incómodo después de haber terminado por segunda vez, pero quedamos en seguir hablando como siempre—. Pero no la veo por ningún lado.
—Bueno, siendo así, Le, iré con los chicos —. Me extiende los brazos, pidiéndome un caluroso abrazo. Voy a él con algo de desconcierto, aceptando sus caricias en mi cabeza—. Mucha suerte, bonita.
¿Bonita? ¿Por qué no me decías bonita hace una semana cuando estaba dispuesta a dártelo todo?
—¿Por qué...? —cuando quiero externarle mi duda, el vibrar de mi teléfono me interrumpe.
Ellie
8:52 am
¿Dónde estás, Le? Te estoy esperando afuera del salón.—¡Ya me voy! ¡Ya me voy! —le digo a Pablo, emocionada y dando brinquitos con mi lonchera—. ¡Nos vemos en la salida, Clean!
(...)
—Entonces fui por mi desayuno, perdón si tardé —Ellie me platica su mañana, mientras destapamos nuestros respectivos desayunos.
Yo estoy hecha un tronco. Le sonrío todo el tiempo, pero me cuesta trabajo abrir la boca. Ella luce una camisa morada, la misma con la que la conocí en persona, y aunque es bellísima y simpática, parece que compartimos los mismos nervios. Al destapar su yogur bebible de fresa, este se cae sobre su planchada camisa, lo que nos sorprende tanto que quedamos en shock.
—Uy... —. Suelto una mueca de desagrado, buscando papel en mi bolsa.
—¡Lo que me faltaba! —suelta algo apenada, pero a los cuantos segundos, sus carcajadas inundan mis oídos.
Ella observa su ropa sucia y seguido a mis ojos, que se enchinan al contagiarme sus sonoras risotadas. Entre las dos intentamos limpiar el desastre que ha quedado en el suelo, y después de soltar las últimas risas dolorosas, parece que hemos entrado en confianza. Ella me invita del poco yogur que le ha sobrado, y yo de mi pan dulce.
—Escuché que tu banda favorita va a sacar una canción esta noche —hablo con la boca llena. Ya llevamos algunos minutos conversando, así que mi forma tan natural y desordenada de comer ha salido a la luz.
—¡Sí! No dormiré esperándola...
Su mirada se desvía a la derecha, donde Eduardo y Marlene nos observan con cara de burla. Ellie y yo estamos completamente manchadas de comida por todos lados y con la boca como una ardilla con sus bellotas. Eduardo forma una débil sonrisa, que se convierte en una reluciente muestra de felicidad, riéndose de nosotras.
Y cuando sonrió, ah, ahí supe que traía a mi corazón loco.
—No, tú no... —susurro para mí ya que Ellie se ha distraído con sus burlas.
—¿Me hablabas? —voltea, concentrándose de nuevo en mí.
—¿Te parece si damos una vuelta?
(...)
—Las cosas ya no iban bien... Ayer terminamos.
Ahora, a Ellie le ha tocado escuchar mi fatídica historia de amor con Pablo en un resumen muy genérico. El cielo está gris, las hojas de los árboles caen como si fuera otoño, y ambas, disfrutamos el silencio que se hace entre cada comentario que tenemos, pensando nuestras respuestas.
Contarle sobre mi ruptura con Clean no me resulta dolorosa, al contrario, es como si contara que ayer me comí un chocolate. En mi cabeza, lo único que puede repetirse es la sonrisa de Eduardo, que hizo que mi pastelito se convirtiera en una lavadora en mi estómago.—Lo siento tanto, Le. Recuerdo que me decías que estabas muy enamorada —dice Ellie, pateando las hojas secas—. ¿Cómo te sientes con eso?
—Bien... Ya habíamos terminado antes, así que el dolor ya no es el mismo —. Mis manos están detrás de mi cadera, entrelazadas. Observando el paisaje tan grisáceo, mi mente es una fuente de preguntas—: Dejando de lado este tema, te haré la pregunta que más me gusta hacer después de saber cuál es tu cantante favorito. Puedo saber... ¿quién te gusta del salón?
Los muchachos y la música son mi tema favorito de conservación con las chicas. Amo hablar de lo hermoso que son los especímenes masculinos cuando no te rompen el corazón. Es tan divertido saber quién es más guapo que quién, qué le cambiaríamos para aumentar su potencial de belleza, a quién besaríamos si tuviéramos la oportunidad, o con quién ni locas nos atreveríamos a abrazarlo. Considero que es un espectacular tema de conversación después de la cultura pop estadounidense.
—Hace poco me gustaba Eduardo —su respuesta me hace abrir los ojos con susto, disimulándolo con un carraspear—. Pero después de una semana de clases, me di cuenta que todas las chicas morían por él. Así, siendo tan cotizado, le quitó lo atractivo.
—Vaya... Con que es un galán, ah —digo en tono de burla, incrédula ante el pegue del "rarito".
—¿Y a ti? ¿Nunca te pareció atractivo algún muchacho?
Volteando a las cámaras imaginarias de mi serie, me aseguro que ningún televidente intente juzgarme. Como si se tratara de tráfico de drogas, acerco el oido de Ellie a mi boca, teniéndole una confianza enorme al confesarle:
—Pues a mí también me pareció atractivo tu amigo el matemático.
💚💜Datos curiosos💚💜
1- La banda favorita de Ellie era BTS
2- Desde ese día, el trío de amigos de Ellie se convirtió en cuarteto con Lena.
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MoonCat II
Genç Kurgu💚💜SEGUNDA PARTE DE MOONCAT💚💜 Las dos semanas de vacaciones más extensas de la historia. El año en el que todo se detuvo, el año en el que el desastre comenzó: 2020 Después de que Lena y Pablo afrontaran los diversos retos para poder estar juntos...