C U A R E N T A Y S E I S

4 1 0
                                    

1 de junio del 2022

💚✨El screamer de Pablo✨💚

—¡Así no tiene chiste, licenciada! —. Bill me da un golpe en el brazo, quitándome su teléfono—. ¿Por qué me pone la pantalla en la cara justo cuando va a salir el screamer?

—Pues para que se asuste usted, y yo no —. Carcajea, reiniciando la partida de Five Nigths At Freddy's.

—Mejor acepte que es una cobarde.

—¿Cobarde, yo? —. Me mira por abajo de sus lentes, todavía con el cinismo de retarme—. Présteme su hojalata que tiene por teléfono. Verá que me paso las dos noches a la primera.

Me encuentro con Bill en una hora libre que tuvimos en común. Compartimos nuestro almuerzo, y como lo habíamos planeado desde un año atrás, al fin estamos jugando el videojuego que nos unió una mañana de marzo del 2021. Como toda una buena infante, mis recuerdos de hace algunos años se navegaban en los videos de YouTube en su época dorada. Juegos similares a ese que eran probados por vlogueros de la época, fue lo que me hizo ganar una amistad con Bill.

Bill, algo robusto y con unos lentes cuadrados, es mi mejor amigo dentro del colegio. Amante de Rusia y de sus gobernantes, adicto a los videojuegos de terror y fanático de la música romántica de los dos mil, Bill me ha enseñado que la amistad entre un hombre y una mujer es posible.

Jamás me ha propuesto algo fuera de nuestros alcances, tampoco me ha hecho halagos sobre cualquier cosa de mi físico o mi personalidad. Somos solo dos adolescentes encantados con un videojuego de terror, tratándonos como iguales. Él está enamorado de una chica de su clase, y me lo ha dejado en claro cada mañana; está muerto de amor por ella.

A lo lejos, nadie podría sospechar que hay algo entre nosotros. Lucimos exactamente como unos hermanos. Él me empuja, yo lo empujo el doble, y a carcajadas con insultos se puede distinguir a leguas que nuestro cariño jamás podrá sobrepasar las barreras de la hermandad.

—¡La caja, la caja! —. Me recuerda con pánico, lo que me hace regresar a las cámaras de seguridad antes de que Puppet haga de las suyas.

—Juegue usted, agente, mi teléfono no deja de vibrar —digo fastidiada, dejándole el celular a Bill.

Clean <3
10:45 am
¿Dónde estás? Ah, ya te vi. ¿Te ríes mucho con él, no? Quedamos en desayunar juntos. Te espero.

—¡Hijo de tu...! —el grito de Bill me hace saber que Foxy le ha saltado en la cara, y a mí, los celos de Pablo—. Usted sabía que me iba a saltar. Fue un plan malévolo, licenciada.

—Me hubiese encantado que así fuera —logro decir ente una sonrisa falsa, guardando mis trastes del almuerzo—. Tengo que irme.

—Pero si la estamos pasando genial —me dice con tristeza, guardando su teléfono—. Me hizo instalar los juegos justo para hoy, no puede irse todavía.

—Lo siento, agente —digo con el mismo tono, tragando pesado—. Pablo me está esperando para desayunar.

—Ese Pablo suyo —reniega, buscando a sus amigos con la mirada—. Está bien, otro día jugaremos.

Me alejo de Bill con los labios hacia abajo, con mi mochila más pesada de lo normal, y con un nudito en el pecho. Pareciera que mis botas se aferran al piso de donde estábamos jugando, y mi respiración comienza a ser pesada.

No me quiero ir. Yo quiero seguir jugando con Bill.

Camino resignada a un Pablo celoso, cruzado de brazos y viéndome debajo del hombro. Lo saludo con alegría, tratando de quitar este sentimiento tan pesado que me surgió en el pecho desde que vi su mensaje.

—¿Qué traes de desayunar...? —intento preguntarle, pero él me interrumpe con una mirada gélida.

—¿Para qué quieres saber? Si ya desayunaste con Bill —. Parpadeo con algo de preocupación, buscando alguna sobra que tenga en mi lonchera.

—Tenía hambre, salí temprano y...

—Claro, y no pudiste esperarme...

—Basta, Pablo —sentencio, haciendo que él se baje el cubreboca—. Tenía hambre ¿de acuerdo? No podía esperar hasta que tú salieras. Quería jugar con Bill, estamos jugando después de un año esperando por hacerlo...

—Ah, o sea que tenias planes con él.

Mis puños se cierran con la misma rabia del jueves de la ruptura. Cierro mi lonchera con coraje, y sin dudarlo un poco, le doy la espalda.

—¡Lena, espérate! —. Escucho detrás de mí, pero no me detengo—. Perdón, Le, no te vayas.

—Lo siento, pero no quiero hablar contigo ahora. No quiero que pase lo del otro día —le digo con un hilo de voz, controlando la rabia que quiere emerger de mi garganta.

—Es que... —. Sus ojos observan sus zapatos; se muestra culpable—. Creo que Bill es más interesante que yo ¿verdad?

(...)

Aquellos ojos cristalinos que siempre podían con mis impulsos, hacían por primera vez su truco favorito para no alejarme de su lado. Su rostro tan avergonzado por confesar lo que supuestamente le daba miedo, envolvía mi corazón en una profunda culpa y compasión ante el chico que parecía temer a mi huida con alguien más.

Sin saber que, probablemente, una vez él estuviera abrazándome, sonreía al haberse salido con la suya, eliminando de su rostro la falsa preocupación de una pérdida.

💜💚Datos curiosos💜💚

1- Y este ataque de celos paso UN DÍA después de regresar, Dios mío.

2- Los datos curiosos ya se me andan quedando cortos.

MoonCat IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora