MoonCat II

V E I N T I S I E T E

19 de noviembre del 2021

💚✨Eclipse✨💚

—Querida luna, escuché que hoy habrá un eclipse, y podrás reencontrarte con tu sol. Sé que he sido un poco grosera contigo estos últimos meses, echándote la culpa de los comportamientos de Clean, pero quiero que sepas que siempre serás mi mejor amiga, y mi confidente de amores. Por eso, luna, esta noche permite que mi sol regrese a mí.

Estoy hablando con la luna en la azotea; están por dar las siete, y el cielo morado está por convertirse en un oscuro azul, y que dentro de unas horas, Pablo estará admirando fuera de casa. El viento de fin de año me envuelve en un tétrico susurro, como si la luna me respondiera con el aire. Me quedo algo confundida por el ruido que este emitió, y por el inconfundible olor a noviembre: pirotecnia usada, tierra húmeda y recuerdos.

A Pablo le encantan las cosas que tengan que ver con la astronomía. De hecho, creo que Pablo ha pasado por tanta pasiones que la única estable ha sido el dibujo, pero yo sé y recuerdo a la perfección sus obsesiones espontáneas: cuando lo conocí, quería cantar como Pavarotti, le dio un gusto enfermizo por la opera. Después, los videojuegos de God of War; metido todas las tardes en la pantalla, y contándome la historia del juego, emocionado como un niño. Siguiendo con las cosas de chicos, el mundo de Marvel le volvió loco, y tuve que oír sobre la serie de Wanda Vision y Loki. Sé que hay muchísimas más, como la obsesión por el Cyberpunk en sus dibujos, y por el repentino amor a los planetas.

Me ha contado que si pudiera estudiar algo que no fuera arquitectura (como en un principio tenía pensado) sería astronomía. Me ha contado sobre las nebulosas, sobre los agujeros negros,  datos curiosos sobre las estrellas y mi querida luna.
Y esta noche, Pablo muere por ver aquel eclipse que anunciaron en las noticias. Yo no conozco mucho de eso, y no sé cómo vaya a ocurrir, pero me invitó a estar con él para apreciarlo. Claro, él en su azotea y yo en mi cama, pero juntos.

—Faltan diez minutos. Ay, estoy tan emocionado —. Clean colorea un nuevo dibujo mientras me hace saber sus ganas de ver el eclipse. Yo lo admiro, porque siempre me ha gustado verlo dibujar.

—¿Crees que se vea bien desde tu casa? —le pregunto, acomodando mi mano sobre mi mejilla, quedándome embobada ante su belleza.

—Pues yo creo que sí. Cuando tenga dinero, me voy a comprar un telescopio —. Sus manos, hacen trazos tan finos que me envuelven, viendo cómo detalla el rostro de una modelo preciosa, de esas que sigue en Instsgram.

—Siempre he querido que me dibujes —le digo, viendo su arte.

—Ya te he dibujado.

—Pero era un dibujo de los dos —. Su concentración hace que no me de la cara, y como me he acostumbrado a su actitud indiferente de los ultimos días, no le doy importancia—. Quiero que... Ya sabes, un dibujo mío, de mi cara, como el de ella.

—Le, sabes que estoy tomando práctica para dibujarte —me responde sin dejar de ver a su modelo—. Te he dibujado varias veces, pero ningún es perfecto.

—Pero yo veo que las modelos te salen casi como una foto ¿Por qué yo no? —mi pregunta le hace rodar los ojos, checando la hora—. Perdón, es que...

—Ya va a empezar el eclipse, vente —. Toma su celular y me lleva consigo.

Me quedo en mi cama, algo pensante. No sé si me porté fastidiosa, pero su actitud fue un poco más grosera que las noches anteriores.
Y es que el cambio que prometió duro solo dos meses, porque empezando este mes tan mágico, noviembre, volvió a la actitud seca e incómoda. Me atrevo a decir, que ahora es mucho más fuerte que al inicio. Pero la única diferencia, es que la Lena altanera que siempre estaba a la defensiva por todo, se ha ido, y en su lugar a llegado la Lena sumisa y amable, esperando a que Pablo me de un poquito de su amor, claro, si le apetece.