17. ALEXIA

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No puedo aceptar la muerte de Liam por mucho que Careg insista en lo que dijo Max en el mensaje, en que había demasiada sangre. Desde que Julian me dijo que no sabíamos si toda esa sangre era de Liam, mi cabeza no para de darle vueltas a la posibilidad de que Liam en realidad esté vivo. Porque si fuese al revés, hubiesen dejado el cuerpo allí.

Rose estaba moribunda. Una paliza como esa, en la que llegan a romperte varios huesos te toca la mente. Lo sé porque yo misma lo he vivido en mis propias carnes, aunque nunca llegaron a romperme la pierna. Se recuperará, pero no será nada sencillo. Ahora que Luca ha hecho un pacto con su diablo personal en Roma, está recuperando el contacto que tanto quería evitar con su madre, una mujer importante en Nápoles. Es una de las pocas millonarias de este país y Luca se ha ido con ella para recuperar a su novio. Todo eso ha pasado mientras yo estaba en el Imperio fantaseando con Julian.

Dios, qué descontrol.

Luca me juró miles de veces que nunca recurriría a su madre, que no la necesitaría y ahora se ha refugiado en su influencia solo por Liam. Debe de quererlo tanto, tanto que no le importa nada sufrir las consecuencias que tiene el hecho de volver a tratar con su madre. Ni siquiera entiendo por qué esa mujer ha aceptado a Luca y lo protege con todo lo que tiene, si de verdad el honor lo es tanto. Debe de ser una mierda para ella, una mujer tan influyente en el mundillo del Ejército, el hecho de tener a un hijo que es un rebelde y un homosexual, porque Luca se lo habrá reconocido. Él ya no se lo puede negar si sabe que no lo matará. Ella nos llegó a ofrecer cinco millones de billetes republicanos solo por Luca. Aunque puede que sea lo que Careg y yo sospechamos.

La herencia y el honor.

Esa mujer solo pretenderá que su herencia y los honores de la familia Fontana tengan un lugar seguro: su hijo como conserva. Intentará culpar a Luca diciendo que está en una alocada época de la adolescencia, que un hombre no le dará todo lo que una mujer le podría dar. Que, tras este drama adolescente, Luca se casará con una mujer fiel al régimen, una buena patriota, tendrá hijos con ella y esos hijos seguirán los honores y la herencia. Así sucesivamente.

Conozco a Luca, sé cómo miraba a Liam. Es una manera similar en la que he notado que Julian me mira. Él nunca cambiará por esa mujer. Liam le daba lo que nunca vio en una mujer: amor sincero y ser él mismo.

—Siento mucho cómo te hablé ayer—me lo dice Careg cuando pica a mi habitación. Por protocolo de seguridad, yo no puedo salir. Julian sí, aunque tampoco es que sea lo mejor para él. Desayuno con calma mientras Careg me lo dice, sentado delante de mí—. No sé qué me está pasando. Miro a mi alrededor y la gente... La gente no hace más que cambiar—él respira hondo. Tomo el café. En el poco rato que estuvimos ayer y el de ahora, me he dado cuenta de que si Careg respira hondo... Solo vienen malas noticias después—. Rose cree que le miento. Le he dicho que has vuelto—su labio tiembla un poco, pero se contiene—. Si te dice que está bien, te miente. Espero... Espero que tengas suerte con ella—Careg y yo entonces nos marchamos hasta niveles todavía más inferiores.

Él me deja enfrente de la puerta 238. Llevo una capucha sobre mi cabeza, cubriendo mi pelo de la mejor manera. No iba a volver a pelearme con la peluca ni con las lentillas. Y no iba a llamar a Rider para que me ayudara.

Miro a Careg. Él me deja abrir la puerta. No está cerrada con llave.

—No tengo hambre—escucho su voz en el interior—. Todavía quedan horas para comer, puedes largarte—soy yo la que entra en la habitación. Careg me deja a solas.

Lo que más me impacta cuando veo a Rose es ver que ya no lleva esa melena corta por los hombros. Ella se ha cortado el pelo todavía más, se parece demasiado al peinado que lleva Julian, pero más corto que él. La parte de arriba es un poco más larga y cubre sus orejas, pero nada más. Es un perfecto degradado hasta que llega al cuello, donde lo tiene prácticamente rapado. No está contenta, está destrozada. Sonríe un poco. Lo siguiente que miro es ese muslo con hierros y clavos a su alrededor porque tiene el fémur roto. La muñeca la tiene escayolada, pero parece que mueve el brazo con bastante libertad. Pero lo de la pierna... Eso es un instrumento de tortura de los de verdad. Me impacta tanto que siento que me mareo.

La Marca del Ejército (#LMDLR2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora